Seré lo que necesites

39- Problemas

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Han pasado dos días desde su boda, por más que Joaquín intentó posponer ese momento, era hora de decirle a Emilio. Aprovechó que su esposo fue a ver un pendiente que tenía en la disquera para llamar a Renata y decirle que si podía cuidar a Natalia un momento, ella de inmediato aceptó y vino por la pequeña.

Pensó que sería mejor que estuvieran solos, por si no reaccionaba muy bien, estaba completamente nervioso, aunque se puso aún peor al escuchar como la puerta estaba abierta, era obvio quien había llegado.

Emilio caminó al castaño saludandolo con un beso en los labios, sentándose junto a él después.

— ¿Tienes algo cariño?—preguntó, tomado la mano el castaño.

— Quiero hablar contigo, es algo muy serio —hizo una pausa— Ren se llevó a Natalia para que habláramos.

— Ya dime, que me estoy imaginando tantas cosas que me hacen ponerme peor —pidió.

— No me debes interrumpir ¿de acuerdo? —el rizado asintió— El dia que estaba en el hospital, estaba durmiendo cuando me despertó un fuerte dolor en el estómago, Renata de inmediato llamó a la doctora, pero mientras venía note que estaba sangrando, me hicieron una ecografia y descubrieron algo, al no estar muy seguro me hicieron más estudios; me dieron un resultado que no podía creer, pero es cierto —suspiró, el  rizado lo miraba confundido y preocupado a la vez— Estoy embarazado.

Emilio abrió los ojos, al escuchar esas palabras, intentaba decir algo pero no podía seguia en completo shock.

— Yo se que es raro, pero una obstetra me lo confirmó, por lo que me dijo ya cumplí los dos meses —aclaró al ver que su esposo no decía nada.

— ¿Esto es enserio? —preguntó a penas el mayor, Joaquín asintió mordiendo su labio inferior por los nervios— Mi amor —dijo antes de abrazarlo fuertemente.

Emilio se mantuvo abrazando al castaño por unos minutos, mientras dejaba besos en la cabellera. Al separarse lo beso en los labios.

— Aun no entiendo, ¿por qué el dolor y el sangrado?

— La doctora dijo que la temperatura no había sido por un resfriado sino fue causado por la anemia y la amenaza de aborto —lo último lo susurró temeroso.

— ¿El bebé está bien? —preguntó con miedo.

— Si, solo debo tener muchos cuidados, incluido no tener relaciones sexuales durante los meses restantes, de preferencia no hacer nada que no sea totalmente necesario —explicó, con una gran sonrisa, al sentir como Emilio acariciaba su abdomen.

— ¿Por eso me ponías demasiados pretextos? ¿Verdad? —preguntó aún entretenido en acariciar.

— Sí —susurró apenado.

— Está bien, solo pienso que debiste haberme dicho antes, ya estaba pensado cosas que no cuando hablabas solo en el baño —dijo, Joaquín se sonrojo, al parecer lo escucho cuando hablaba con él bebé.

— Pensé que no se escuchaba —admitió.

— En realidad sólo entendía unas cuantas palabras, por eso jamás desifre que hacías ahí y tampoco pregunté —murmuró restándole importancia.