4- Situaciones

2.6K 214 34
                                    

Era el tan ansiado jueves dónde Emilio se cortaría el cabello. Los días anteriores se la habían pasado totalmente juntos.

El martes cuando despertaron ambos decidieron preparar el desayuno juntos, claramente hubo alguno que otro beso o insinuación para algo más, pero no pasó de ahí, el resto del día se pasó entre que acomodaron los nuevos muebles que llegaron, reclamos de Emilio que lo que hizo el día anterior era trampa y diciendo que solo lo traían acomodando muebles, al final del día hubo una larga sesión de besos.

El miércoles no pasó muy diferente ambos se levantaron, pero esta vez decidieron ir a un restaurante a desayunar, aunque se terminó arruinando cuando se dieron cuenta que había paparazzis y reporteros que no les molestaban en general la situación era que los iban a bombardear con preguntas de que si son pareja y ninguno está a dispuesto a contestar, después de salir huyendo de el lugar desidieron regresar a casa y pedir comida a domicilio, el resto del día se fue en un maraton de series y películas.

Ahora Emilio y Joaquín se encontraban rumbo a la empresa, pues ahí está el estilista que le cortaría el cabello. Emilio va haciendo  puchero, mientras que Joaquín esta manejando.

— Podrías dejar de parecer niño chiquito —pidió Joaquín.

— No —dijo el rizado remarcando aún más el puchero.

El menor suspira un tanto frustrado, decide no decir nada y seguir manejando, una vez que llegan a la empresa, se baja del auto, como ve que Emilio no se baja se acerca a la  puerta del copiloto abriéndola.

— Puedes bajar del auto —murmuró Joaquín, de inmediato el mayor niega repetidas ocasiones — A ver ¿qué quieres para que bajes? —intrigó sólo quería terminar con todo esto.

— Me vas a dejar quedarme en tu casa en resto de la semana y vamos a tener relaciones sexuales hoy —comentó el rizado ganándose una risa del contrario.

— Lo de dormirte no tengo ningún problema y lo de las relaciones perdoname pero lo acostumbro tenerlas tan seguido apenas pasaron dos días, además que las tendré cuando yo decida —dijo el menor mirandolo de mala manera.

— Si no son las dos no voy a bajar —reprochó Emilio.

— Bueno en ese caso voy a traer al estilista aquí a que haga lo que tenga que hacer, y te olvidas que pase algo entre nosotros porque si hay algo que me molesta mucho es que la gente me diga que va a hacer algo y no lo cumpla —comentó el castaño, alejándose a paso apresurado.

— Lo siento —susurró el mayor una vez que alcanzó al contrario, abrazándolo por la espalda— Perdón bonito.

— Ya vamos —mencionó  Joaquín aún con un tono de molestia evidente.

Ambos se dirigen a la entrada del edificio, al entrar saludan a la recepcionista, dirigiendose con el estilista directamente, una vez que llegan.

— Hola mau —saludó el castaño mientras le da un beso en la mejilla

— Hola Joa —contestó amable el joven.

— ¿Cómo has estado? — preguntó Joaquín.

— Muy bien ¿y tu? —respondió Mau.

— También bien un día de estos deberíamos salir, hace tiempo que no lo hacemos —dijo tranquilo el menor.

— Claro que si—aceptó Mau, sonriendo.

Emilio carraspera la garganta llamando la atención del castaño y de Mau, interrumpiendo la conversación de ambos.

— Oh cierto, él es Emilio a quien le cortaras el cabello —presentó Joaquín, colocándose a lado de este.

Seré lo que necesites Donde viven las historias. Descúbrelo ahora