18- Cumpleaños

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El día de hoy era el cumpleaños de Joaquín. Emilio en estos momentos va en camino a su casa para felicitarlo, durante el camino paso a recoger los regalos que había encargado hace algún tiempo; estaciono al auto enfrente de la casa, tomó las cosas en manos y toco el timbre esperando a que le abran, pero eso no pasó así que toco de nuevo y de nuevo, hasta que después de más de diez minutos la puerta fue abierta;por un castaño con cara muy adormilada. — ¿Que haces en mi puerta a las siete de la mañana? No piensas que es algo temprano —murmura frunciendo el ceño además del tono a la defensiva que usa.

— Si hola también, yo estoy bien gracias por preguntar —ignora la pregunta y entra a la casa, seguido por un castaño molesto;deja las cosas en la mesa— Y si estoy tan temprano aquí es porque te vengo a felicitar por tu cumpleaños —extiende los brazos y abraza al menor— Feliz cumpleaños bonito

— Gracias —se separa del abrazo, dedicándole una media sonrisa que parece más mueca— Pudiste esperar a que tan siquiera durmiera más antes de interrumpir mi sueño —exclama manteniendo el tono molesto.

Emilio suspira— Y ahí está de nuevo, como tanto te moleste, ahí están algunas cosas que te compre ábrelas cuando quieras yo me retiro para dejarte dormir —toma las llaves de su auto y camina a la entrada, esta a punto de salir cuando escucha a Joaquín.

— ¿A que te refieres con "ahí esta de nuevo? ¿Qué está ahí de nuevo? No entiendo —exclama con cierta molestia evidente, mira como es que Emilio se da la vuelta y regresa para quedar justo enfrente de él.

— Tu tono, estas a la defensiva de nuevo, me atacas sin razón alguna, si yo vine fue para darte un lindo detalle, pero en vez de que me dieras al menos un gracias sincero; lo único que hiciste fue juzgarme y casi regañarme por venir.

— Si tanto te molesta puedes irte, nadie te pidió que vinieras, no voy a ser como cualquier persona que esta a tus pies y esta dispuesto a todo cuando les das un detalle. —dice, bastante ofendido por las palabras del rizado

Emilio alza las manos en manera de rendición y bufa— Perfecto para mi esto es suficiente, intento entenderte de verdad, pero ni siquiera te das cuenta de como me lastiman tus malditas palabras; así que dejaré de molestarte. Solo una última cosa espero y al menos te guste lo que te compre si no se lo regalas a quien sea de todas maneras no me importa. —sale de la casa rápidamente, subiéndose de inmediato a su auto, comenzando el camino de regreso a casa.

Joaquín entra de nuevo a su casa, dispuesto a volver a dormir; cuando intentar hacerlo tiene un gran problema, no se pude dormir; al parecer su conciencia le hace una mala jugada al pensar en lo que pasó con Emilio hace unos momentos. Su vista inconsciente mente va a las cosas que le trajo, se levanta del sofá caminando a paso lento llega en el borde de la mesa, lentamente toma una de las bolsas la abre sacando su contenido, se sorprende al ver un hermoso Crop-top multicolor, no puede evitar sonreír; deja la bolsa tomando una de las cajas que hay, la abre dejando ver su pastel favorito que tiene escrito "felicidades bonito"; decide abrir la pequeña caja y al hacerlo se encuentra con un precisos collar en forma de alas, con una hermosa piedra en el centro, da la vuelta a pieza logrando leer el grabado "mi ángel" sonríe mientras siente sus ojos picar; suspira intentando calmarse para abrir la última bolsa, lo hace con sumo cuidado encontrándose dentro de esta una flor de color azul que está guardada por una superficie de cristal, ve una nota así que lo toma en manos y la lee.

"Está flor es real, puedes destapar la, para sentir sus pétalos, su aroma, solo que tiene algo especial esta jamás se marchitara gracias al amor que te tengo..."

En ese momento al terminar de leer esas palabras, llega su momento de culpabilidad, inconscientemente recuerda todo lo dicho hacia Emilio. Sube a su habitación para poderse cambiar por algo más decente, al final se coloca un pantalón de mezclilla unos tenis azules y un Crop-top del mismo color, también se pone una chamarra. Baja rápidamente para tomar las llaves de su auto, subirse a este y arrancarlo para comenzar el camino a la casa de Emilio.

Seré lo que necesites Donde viven las historias. Descúbrelo ahora