Un amor disparejo.

27. Fiesta de Halloween I

UN AMOR DISPAREJO

Capítulo 27; Fiesta de Halloween I

—Kiara Jacksyn—

Cuando decidí ocultarle la verdad a Nicolás sobre mi enfermedad era porque no quería que me viera con lástima, y creo que me equivoqué, la manera en la que me ha apoyado ha sido impresionante, ha estado conmigo en cada una de mis quimioterapias y no se ha apartado de mi lado las veces que he tenido cambios de humor, no ha sido nada fácil para mí este tiempo, pero sé que para mi familia y mis amigos también es difícil, han estado conmigo en cada paso, no ha sido tan favorable el resultado de las quimioterapias, pero el oncólogo nos ha dicho que debemos esperar un poco más, mi alimentación ha cambiado bastante, no como grasas y mucho menos verduras crudas porque sería fatal.

Me he sentido débil, pero comprendo que es por cada proceso que he tenido que pasar, hay días donde me levanto sin ganas de nada y he llegado a faltar a la universidad por mi estado, los señores Steel siempre vienen hablar conmigo y me hace bien porque cuando siento que no puedo más allí están a mi lado. No puedo negar que el apoyo de todos me ha servido, pero algunas veces he sentido que mi cuerpo ya no puede más y he querido echar todo por la borda, luego me acuerdo que tengo a mi lado personas hermosas que solo buscan que me sienta bien.

Estoy por salir de la casa porque quedé con las chicas en ir juntas a casa de Melisa, pero para mi sorpresa en la puerta está Aron, hace meses que no lo veía porque se había ido del país, estos últimos meses hemos estado hablando y sabe lo de mi enfermedad, sé que las personas no cambian de la noche a la mañana, pero me he dado cuenta de que Aron ya no es el mismo chico arrogante y con aires de grandeza que conocí, incluso no vive con sus papás porque han querido controlar su vida, lo ayudan en lo que pueden, pero no están de acuerdo que él quiera ser diferente. Me mira con una sonrisa y de repente me da un abrazo, correspondo su abrazo y cuando nos apartamos sigue con una sonrisa.

—Estás hermosa —me mira de pies a cabeza—. Y mira que ya no tienes esa cabellera rubia con la que te conocí.

—Ni me lo recuerdes, extraño mi cabello —pongo los ojos en blanco, para después sonreír—. No sabía que venías.

—Ya sabes, vacaciones —me recuerda—. Sé que harán una fiesta de Halloween en la universidad donde vas.

—Sí, pero todavía no sé si voy, ya sabes que no puedo andar para todos lados por mi enfermedad —termino de cerrar la puerta y nos sentamos en una banca que está frente a mi casa—. Las chicas me han dicho que se pondrá buena, pero no estoy segura de ir.

—Deberías ir, yo voy. Aparte, Nicolás seguro piensa ir contigo, ¿o me equivoco?

Estoy por responder y suena mi móvil, veo en la pantalla el nombre de Milagros, así que tomo la llamada.

—Hola, hermosa, estoy donde Oscar, Nicolás me ha dicho que te invite —escucho su risita y de paso escucho la risa de Oscar—. ¿Vendrás?

—No puedo, quedé con las chicas en ir a donde Melisa —omito que estoy con Aron porque seguro le da un paro cardíaco de la rabia—. Ya será otro día.

—Solo dile que no puedes ir con ellas y te vienes, mira que Nicolás quiere verte, por favor.

—Me encantaría, pero no puedo, hablamos más tarde, te quiero.

Cuelgo la llamada antes de que mi hermana siga insistiéndome, no le dije que estoy con Aron porque le tiene rabia y no quiero preguntas de su parte. Aron me mira y suelta una risita, él sabe que mi hermana no lo quiere ver ni en pintura.

—¿Milagros? —asiento—. Debe estar odiándome.

—Después de lo que me hiciste quiere matarte, pero es que en serio te pasaste.