La hija del merodeador

7

Pasado un mes Alba ya era la mejor en la mayoría de clases, y mayoría porque en Pociones aunque era muy buena siempre la quitaban puntos. Llegó al Gran Comedor y se sentó entre los gemelos.

—Hola gemelos mios, hola Xia —dijo sonriendye y estos le devolvieron la sonrisa

—Hola Leona nuestra —dijeron a la vez

—Hola Alba —dijo Xia desde el otro lado de la mesa

—¿Me ayudáis a recuperar una cosa que era de mi padre y tíos? —pregunto y ambos gemelos me miran interesados

—¿Conlleva romper alguna norma pequeña leona? —pregunta George

—Si, igual alguna —digo sonriendo

—Nos apuntamos —dicen ambos

Un par de horas después

—¿Nos puedes decir al menos que es Alba? —me pregunta Fred poniéndose a mi derecha

—Tiempo al tiempo Weasley —digo y sonríe

Llegamos a la oficina de Filch donde casi seguro estará ya que lo más probable es que se lo haya quitado el su último año.

—¿Entramos? —pregunta Xia mirando la puerta

—Espera, no sabemos si hay alguien dentro —digo y sigilosamente abro un poco la puerta

—¿Está libre? —pregunta Fred a mi lado, muy cerca.

—Está libre —digo y los cuatro entramos

—Yo busco en el armario —dice Xia

—Yo en el escritorio —decimos Fred y yo y nos miramos con una sonrisa

—Pues yo en ese estante de libros —

Fred y yo empezamos a buscar en los cajones y encuentro un muy viejo pergamino.

—Que fácil ha sido —digo y los tres se acercan a mí

—Esta vacío —dice George y lo miramos con cara de: "no, ¿enserio? Si no lo dices no me entero. "

—Hay algo pegado detrás —dice Xia girándolo

Cuando estamos por leerla oímos la voz de Filch hablando con su gata, los cuatro nos miramos y nos escondemos. George estaba detrás de las cortinas, Xia debajo de la mesa y Fred y yo en el armario.