La hija del merodeador

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Subí sigilosamente a la habitación de los gemelos, ¿por qué? Porque hoy era su querido y esperado cumpleaños y Fred me dijo que le gustó más la primera felicitación asi que... Aquí estoy, con Xia que también les va a felicitar. Cuando entramos vemos que hay bastante luz ya que los muy listos se han dormido con las cortinas abiertas, y luego se quejan...

—Felicidades —le dice Xia a George en el oído mientras se sube encima suyo y le tapa la boca, yo camino hasta Fred y literalmente me tiro encima suyo

—¡Alba! —dice riendo y sonrío

—Felicidades mi niño —digo y le doy un beso en la mejilla, el me tumba a su lado y se me queda mirando raro, como si me analizara

—¿Qué? —pregunto

—Dos cosas, la primera. ¿Por qué en la mejilla? —dice y me río

—¿Y la segunda? —digo y me acaricia la cara

—¿Por qué tienes tantas ojeras? Alba, ¿estás durmiendo bien? —pregunta

—Si —

—Mentira, se despierta por las noches, a mi tampoco me lo quiere decir —dice Xia y Fred se sienta y me mira

—Alba, ¿qué pasa? —pregunta y lo abrazo, el me acaricia el pelo y nos volvemos a tumbar