La hija del merodeador

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—Como se te vuelva a escapar la maldita rata la cojo y hago un cocido con ella —dice Fred haciendo una mueca de dolor ya que le habían dado una poción para cerrar la herida y se le tenía que regenerar la piel

—Bueno, igual mejor vamos yendo a dormir —dice Ron agarrando a Scabbers y caminando a las escaleras

Nos fuimos todos a dormir y sobre las cuatro y algo me despierto sobresaltada y sudando. Miro a mi alrededor y veo a Ginny dormida así que bajo sin hacer ruido y me siento en el sofá a pensar.

Pov. Fred

—George... Georgie... Gemelo feo... George... —al ver que no da señales de estar despierto voy yo solo a por agua

Cuando me doy la vuelta para subir las escaleras oigo un sollozo y camino al salón, en el sofá se encontraba Alba, ¿llorando?

—¿Alba? ¿Estás bien? —pregunto sentándome a su lado, ella se seca las lágrimas y me mira

—Si —dice con la voz entrecortada

—¿Por qué lloras? —digo secándola algunas lágrimas y ella me mira suspirando

—¿Te puedo dar un abrazo? —me pregunta y asiento, ella me braza y llora mientras le acaricio el pelo

—¿Quieres hablarlo? —pregunto y asiente

—Es que... He soñado que... Bueno... George y tú... De repente... Os... Os mataban y yo... —la volví a abrazar

—No te vas a librar de nuestras bromas tan rápido chiquita —digo y hace una mueca

Pov. Alba

—No se como haces pero siempre me sacas una sonrisa —susurro y el sonríe

—La magia Weasley —sonrío y me seco las lágrimas

—No me gusta verte triste, me pongo yo triste y no queremos eso. No llores, ¿si? —me pasó el brazo por los hombros y después de estar un rato hablando nos fuimos a dormir de nuevo