La hija del merodeador

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—Chicas, ¿os venís a dar un paseo? —pregunta Fred

—Yo si, pero al bosque no —digo y el niega con una sonrisa

—¿Por qué al bosque no? —pregunta Xia, puede que no le haya contado lo del Occamy

Se lo contamos todo y ella se alarma y nos mira con los ojos muy abiertos.

—Bueno, vamos, pero sin entrar al bosque —dice levantándose

Los cuatro salimos y pasados unos veinte minutos perdemos de vista a George y Xia.

—¿Dónde están? —pregunto y Fred se encoje de hombros

Fred y yo damos un paseo hablando de bromas, de Hogwarts y de más bromas, pasados un tiempo me paro y lo miro.

—Quiero contarte algo —digo y me siento en una piedra

—Dime —dice sentándose a mi lado

—Esto es... Complicado de decir y entenderé que no me quieras hablar más o le tengas miedo o... —me interrumpió

—No voy a dejarte de hablar aunque me digas que eres mortifaga —dice y sonrío

—Gracias, bueno, lo primero... —le conté todo, desde la licabtropía de mi tío hasta que soy animaga

—¿Eres aniaga? —pregunta incrédulo

—Si, entiendo que no quieras ir más conmigo o que tengas miedo o... —me abrazó y sonreí

—Gracias por confiar en mí —dice en mi oído y lo abrazo más fuerte

—Gracias por no juzgarnos —digo separandome

—¿Puedo ver tu forma animaga? —pregunta y asiento

Me transformo y él sonríe, vuelvo a mi forma humana y me sonríe.

—También te tengo que contar algo Alba —dice y me vuelvo a sentar a su lado y lo miro

—Esto... Me gusta una chica —sonrío y lo miro

—¿Quién? ¿La conozco? —el asiente