La hija del merodeador

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Después de unos días fui con los Weasley, al llegar nos abrió Arthur.

—Hola chicos, Alba, los gemelos están en su habitación, ¿quieres subir y les das una sorpresa? —pregunta y asiento, antes de subir me encuentro a Molly y me da un gran abrazo

Llego a la habitación y abro lentamente, ambos estaban boca arriba hablando y no me oyeron entrar. Me apoyé en el marcó de la puerta y los miré.

—Vaya conversaciónas interesante... Na mentira —digo y ambos se giran de golpe

—¡ALBA! —dicen los dos con una sonrisa y se levantan para abrazarme

Bajamos al salón y Molly habló.

—Menos mal que ha estás aquí, no veas que pesados estaban —

—No no, Fred estaba pesado, yo solo pregunté unas diez veces, el ciento veinticinco mínimo —todos reímos y Fred nos mira serio, se sienta en el sofá y yo a su lado

—Bueno Alba, me tengo que marchar, vengo a por ti dos días antes de que empieze la escuela —dice el tío y le doy un abrazo

—Iré a ver como estás algún día —digo sonriendo

—Y nosotros la acompañamos —dijeron los gemelos a la vez

—¡Scabbers! —gritó Ron corriendo detrás de la rata, la cual acababa de salir por la ventana de la cocina

—Me voy a buscarla, ¡hola Alba! —me dice y lo abrazo

—¿Quieres qué te ayude a buscarla Ron? —pregunto y asiente, los gemelos también se levantan y los cuatro salimos a buscarla