La hija del merodeador

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Una senana después

Son las cinco y media de la mañana, me había despertado y como ya no me iba a dormir pues dije: me voy a dar un paseo. Así que aquí estoy, camino al armario de las pociones de Snape a ver si encontraba hojas de mandrágora para hacerme animaga, cuando llegué a la clase abrí la puerta con un Alohomora y fui directa al armario, busqué y tras remover algunos frascos la cojo y me la meto a la boca

-Qué asco -digo y las demás me las guardo en el bolsillo de la túnica

Me aseguré de que todo estaba en orden y salí de allí.
Como seguía sin sueño me fui a dar un paseo por Hogwarts y sobre las siete menos algo subí a la habitación de los gemelos, entré en silencio y me tiré encima de George tapando le la boca, me reí y el me miró mal.

—Serás idiota —dice

—Felicidades George —susurre en su oído y le di un beso en la mejilla y el me abrazó

—Gracias enana —susurra y me bajo para ir a felicitar a Fred el cual se encontraba también boca arriba

—¿También dormís igual? —susurro

—Cosas de gemelos —susurra él riendo

Me tiro encima de Fred y este despierta de golpe y al verme se sorprende y sonríe.

—Felicidades Fred —sonrío y le doy también un beso en la mejilla y el me abraza

—Gracias enana —susurra y me suelta

—No me copies el apodo, búscate el tuyo —dice George y me bajo de encima de Fred