La hija del merodeador

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—¿A dónde vamos Xia? —le pregunto ya que me lleva con los ojos tapados

—No te lo puedo decir —dice y oigo un chirrido

Unos minutos antes

Pov. Fred

—Sígueme —me dice George caminando hacia fuera de la casa, yo le sigo y entramos a la "casa" que nos encontramos el y yo, si, esa qu ele enseñé a Alba

—Bueno, aquí te quedas, te va a gustar, lo prometo —dice y se va

A los pocos minutos oigo al voz de las chicas y me siento en una silla que se encontraba allí.

Pov. Alba

—Ala, adiós —dijo Xia empujando me dentro y cerrando la puerta

—¿Alba? —pregunta Fred y me giro

—Hola —digo y me apoyo en la puerta

—¿Tu sabes por qué estamos aqui? —

—¡Para que habléis! ¡Fred, tienes que hablar con ella! —grita George desde fuera

—¡Y tú tambien tienes que hablar con él Alba! —grita Xia

—¿Qué tienes que hablar conmigo? —

—Esto... ¡Chicos no puedo! —grita

—¡Si puedes! —le gritan ambos

—¿Qué pasa? —pregunto y me mira

—Nada —dice rápido y abre la puerta y sale, salgo detrás suyo y veo a los chicos mirando como se va

—Alba... Tienes que decírselo —me dice Xia

Pov. Fred

Salí de allí corriendo, como el cobarde que soy y subí a mi habitación, cerré la puerta y me tumbé en la cama, pocos segundos después la puerta se abre de nuevo.

—George, no tengo ganas de que me digas que soy un cobarde, ya lo sé, tendría que haberla dicho que me gusta, que estoy enamorado de ella, pero... No quiero que deje de ser mi amiga... No la quiero perder —

—No me vas a perder Fred, tu también me gustas, mucho... —dice la voz de Alba y me giro para mirarla con una gran sonrisa