La hija del merodeador

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Unos días después de llegar al colegio

Íbamos Xia y yo a la biblioteca, y al pasar por la Sala Común vimos a los gemelos hablando con Lee Jordan, un compañero de nuestra casa, que aunque hemos hablado poco me parece alguien muy simpático.

—Hola chicas —saludan los tres

—Hola —saludamos ambas y ellos se levantan

—¿A dónde vais? —preguntan los gemelos

—A la biblioteca a hacer lo de Transformaciones —digo

—Voy con vosotras, así lo hago también —dice Fred sonriendo y Xia y George se miran

—Alba yo... Tengo que ir al baño, id yendo vosotros, ahora voy —dice Xia y sale de la Sala Común

—¿Vamos? —me pregunta Fred y nos despedimos de los chicos

—Hola Alba —me saluda Cedric Diggory, un Hufflepuff muy majo que me ayudó con Herbologia las primeras semanas de clase

—Hola Cedric —saludo y nos paramos

—¿Qué tal las vacaciones? —me pregunta y veo de reojo a Fred susupirar

—Bien, las pasé con mis amigos así que estuvieron bien, ¿tu qué tal? —le pregunto y sonríe

—Bien, me quedé en Hogwarts, pero estuvieron bien —dice y Fred habla

—Alba, tenemos que hacer lo de Transformaciones —dice y lo miro

—Si, espera un momento, aún son las once de la mañana y es sábado —digo y vuelvo a mirar a Cedric

—Si quieres... Podemos quedar mañana para repasar Herbologia, he encontrado un libro que explica muy bien las mandrágoras y... —Fred lo interrumpió

—Bien, tenemos que hacer lo de Transformaciones Alba, hay una cosa que no entiendo —dice

—Bueno, nos vemos otro día Cedric, adiós —digo sonriendo

—Adiós —sonríe y nos vamos

—¿Estás bien? —pregunto y me mira

—Si, ¿por qué? —

—Nunca te había visto tan interesado en hacer la tarea de McGonagall —