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Era muy tarde, como las tres de la mañana pero no conseguía dormirme, ya que siempre tenía el mismo sueño, llevo unos meses soñando solamente eso y me está empezando a dar miedo. Me quedo mirando el fuego hasta que oigo unas pisadas y voces, me agacho de tal manera que no se ve si estoy sentada en el sofá y lito muy sigilosamente, la puerta se abre y por ella veo que salen.

—¿Ron? ¿Harry? —pregunto en susurro y la puerta se cierra

Me levanto y miro extrañada hacia la puerta, me encojo de hombros y me giro.

—Irán a las cocinas —susurro y vuelvo a la habitación, me meto en la cama e intento dormir, cosa que no pasa

Al día siguiente

Xia y yo bajamos a desayunar, al ser sábado no es muy pronto, aunque no he dormido...

—Hola guapa —dice Fred, me besa y sonrío

—Hola —le doy la mano y va a desayunar

—Tierra llamado a Alba —dice Fred en mi oído y lo miro extrañada

—¿Qué? —pregunto y los tres se ríen

—¿Qué si ya has oído lo del próximo partido? —pregunta George riendo

—Ah... Si —digo y bebo zumo

—¿Estás bien Alba? —me pregunta Fred con tono de preocupación y asiento sonriendo

La hija del merodeadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora