La hija del merodeador

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—Es una... —sonrío y abro la nota que tenía pegado el paquete

"Hola mi niña,
No se si te guste pero como me dijiste que si te presentarías a las pruebas quería que la escoba que usasaras te la regalaste yo, porque estoy seguro de que entrarás al equipo. Esa escoba era mía, la que usé en mis años en Hogwarts. Está un poco vieja, pero Remus me ha dicho que aún funciona así que...
Te quiero, un abrazo y un beso hija.
Sirius Black"

Miré la escoba y pude ver que a pesar de tener muchos años estaba muy bien cuidada, también pude ver como en el mango de esta había unas huellas dibujadas, eran las de, un perro, un ciervo, un lobo y un ratón. Pasé la mano por encima se estas y sonreí.

—Me encanta —susurré y el tío me puso la mano en el hombro

Pasadas unas horas se fueron los Weasley y nos despedimos hasta el 12 de Enero que volvíamos a clase.

En la estación King Cross

—Bueno, que lo pases muy bien, una pregunta Alba. ¿Vas a seguir investigando no? —me pregunta mi tío y asiento segura

—Alba, eso es ilegal y más siendo menor y... —lo interrumpí

—Si papá y el tío consiguieron hacer, yo también —digo seria

—Tu padre y tu tío lo consiguieron con catorce, no con doce Alba —me dice serio y sonrío

—Pero yo soy más lista y lo conseguiré tío, y sino ya le preguntaré a papá... —susurre lo último y lo abracé y me subí al tren donde encontré a los gemelos y a Xia