La hija del merodeador

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Nos pusimos a dar vueltas llamándola, pero nada.

—Ron, ¿qué has echo para que salga así corriendo? —pregunta Fred

—Nada, le he dicho que le iba a cortar las uñas y me ha mordido —dice

—¿Y si mejor nos separamos? Para ocupar más terreno —dice George y cada uno se va para un lado

Me paro a la entrada del bosque y miro el camino, entro y tras llevar un rato oigo un ruido.

—Scabbers ven aquí —digo y ando con cuidado de no darme con ninguna rama

—Scab... —me tapan la boca

—Cállate no es Scabbers —dice Fred y señala algo no muy lejos de nosotros

—Eso es un... —me interrumpe

—Un Occamy —dice poniéndose a mi lado

—¿Como sabías qué... ? —empiezo a preguntar y me enseña su brazo

—Fred... —digo mirando la herida

—No me duele mucho tranquila —dice y me mira

—Pero... ¿Qué hace aquí un Occamy? No viven en estas zonas —oímos un ruido cerca y miramos al frente

—No está —digo asustándome y él me da la mano

—A la de tres echamos a correr —me susurra

—Eso es un plan suicida Fred, es más rápido que nosotros —digo y empieza a contar

—Uno... Dos... ¡TRES! —grita y nos metemos en el maizal, seguimos corriendo hasta la casa y oímos un ruido delante nuestro, lo vemos un poco y paramos de golpe, nos agachamos y suspiro

—Espera Fred... Los Occamy comen ratas —digo y abre los ojos

—Esperemos que este no sea el caso, sino le entrará una depresión a Ronnie —

—Tenemos que volver a correr, aunque no se donde se encuentra el bicho... —dice y se levanta pero al segundo se sienta de nuevo

—Lo encontré —dice y me mira preocupado