XXIII

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-Enserio? -preguntó divertida apoyada en el sillón.

-Si si, fue gracioso -dije riendo. -Aunque me río ahora, porque es su momento quería morirme -expliqué

-Es que yo no sé qué hubiera hecho. Marta también...fue poco discreta

-Si, no es su mejor cualidad. Pero es la mejor

-Me alegro de que solucionárais el problema aquel -sonrió. -Te vi muy mal

-Si, fue complicado. No ha sido mi mejor etapa estos meses, pero ahora estoy bastante mejor. -dije sinceramente, no iba a decirla que ella era el motivo de, tanto mis malos momentos como de los buenos que ahora vivía. Sin ser su culpa claro.

-Pero se enfadó contigo? -preguntó queriendo saber cosas que no podía decirle.

-Si, porque...no le dije la verdad. Pero tampoco le mentí -me excuse. -Digamos que le oculté la verdad, pero sin intenciones de hacerla daño eh

-Claro que no -me entendió y comprendió.

-Pero la cagué un poco por miedo -reí

-El miedo es una mierda -dijo como si me comprendiese perfectamente

-Si, te limita -dije dándole la razón

Estuvimos hasta tarde hablando, cuando llegué a mi casa nos despedimos con un abrazo. De esos que disfrutaba tanto, me despedí y me metí en casa. Hice mi ritual, de las llaves y mi hermana se dio la vuelta desde el salón para verme.

-Mírala, que contenta -dijo burlándose un poco

-Muchísimo -dije llendo a la cocina a beber un vaso de agua, ella apagó la televisión y salió corriendo hacia mi.

-Que? No me vas a contar nada? -dijo mirándome interrogante

-No, porque no ha pasado nada -dije encogiéndome de hombros, no había pasado nada de lo que Marina se imaginaba.

-Nada? -negué bebiendo del vaso. -Pues no se a que viene esa alegría -dijo haciendo un gesto

-No todo es eso Marina! Tienes un problema! -dije gritando ya que se había vuelto a ir a ver la televisión.

-Pues ya me dirás tu -me devolvió el grito

-Pero vamos a ver, que ruidos son esos? Sois cabras? -preguntó mi madre bajando las escaleras arreglada.

-A donde vas? -pregunté, no solía salir a ningún lado.

-Tengo una cena de trabajo, a ver si Pilar no me da mucho por saco -dijo colocándose la ropa frente al espejo grande de la entrada.

-Vaya manía más tonta tienes a la pobre Pilar -rió Marina desde el sofá.

-Es que es muy pesada -cerró la puerta.

-Tu sí que eres pesada -reí guiñándole un ojo a Marina que ni estaba mirándome.

-Anda! Vete a hablar con la pava esa -dijo gritando más de lo debido.

The weird / ALBALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora