XLII

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-Alba -Natalia seguía a su rubia, que parecía tener prisa. Aunque lo cierto es que solo esperaba que Natalia la persiguiera. -Porfavor -no podía con ese tono tan adorable, se dió la vuelta dándole tregua a una Natalia que llevaba detrás suyo más de 100 metros. -Que pasa? -Alba no podía creerse que no se hubiese olido algo ya, llevaban así una semana.

-Que me ocultas tus cosas -bufó cansada de tanto misterio en la vida de la otra.

Natalia pensaba que se refería a su pasado.

-Ya sabes que no me gusta hablar de mis cosas -Alba lo sabía de sobra, pero quería saber esas cosas. Quería formar parte de la vida de la morena y saber que era lo que la había atormentado siempre.

-Quien es la chica esa pelirroja? -fue al grano, quería decubrirlo ya, después de esos días que espera que había dejado a Natalia para contárselo ella misma.

La más alta la miró con sorpresa por que Alba supiese esa información que ella no le había dado. Cayó en que solo las podía haber visto el primer día, aquel que se rencontró con ella.

-Como sabes... -Alba resopló molesta por la situación.

-Os vi a la salida el otro día -aclaró confirmando las sospechas de Natalia.

-Y que? -no entendía que problema había con que se hubiera visto con su examiga.

-No crees que...me podrías decir algo? No son celos vale? Es que...nunca tratas así a la gente de primeras, y a ella...la abrazaste super afectuosamente sin parecer conocerla -se expresó algo más relajada.

Había asumido que tener celos hacia esa chica no era factible, pero le seguía molestando el hecho de que Natalia era incapaz de contarle las cosas que le pasaban en el día a día. Y ya, ni hablar de las del pasado.

-Es Alicia, aquella chica...que se fue -explicó dejando atónita a la rubia.

-Como...? -se sentía mal por haber malinterpretado todo y no haber preguntado sin más.

-Hace unos días llegó, habló con el centro y le dijeron que estudiaba aquí. Ha venido unos días -Natalia estaba nerviosa, estás situaciones no le gustaban. Le producían ansiedad y no sabía cómo actuar en muchas ocasiones.

-Lo siento Nat, no sabía...que era ella. Pero aún así...es algo que es importante para ti, porque no me lo contaste? -seguía empeñada en la comunicación que muchas veces les faltaba.

-Ya lo sabes, no estoy acostumbrada a contar las cosas que me pasan Alba -estaban andando ya casi al mismo tiempo.

-Lo siento, tenía que haber reaccionado mejor...pero me chocó -intentó defenderse la rubia

-No pasa nada -Alba suspiró algo más tranquila. Natalia podría intentar enfadarse con ella mil veces, que no lo iba a conseguir. Simplemente no le salía enfadarse y montar un pollo por esas cosas. A veces querer tanto a alguien también puede ser malo.

Dudosa, Alba se acercó a Natalia, y esta la acogió en sus brazos con cariño. Se habían echado de menos, habían sido unos días de muchos pensamientos por parte de una y muchas dudas de la otra.

-Bien? -preguntó Natalia levantando la cabeza y mirando a su rubia.

-Bien -respondió dejándole un beso en la mejilla debido a las posibles vistas indeseadas que querían evitar.

-Te acompaño a casa -le tendió la mano, se fueron observadas por Marta y Damion enternecidos a la distancia.

-Son cuquísimas -rió Marta caminando hacia su casa.

-Lo son -estuvo de acuerdo el más alto

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POV Alba

-A todo el mundo le ha pasado eso de pequeño! -me defendí una noche hablando con Natalia tumbadas sobre el césped de aquella colina que ya nos había presenciado anteriormente.

-Si pero...decir laputa en vez de agua... -le estaba contando que de pequeña no hablaba bien. Y decía muchas palabras de forma incorrecta.

-Tenía 5 años o así porfavor -era muy pequeña, era normal. Natalia río por mi indignación y la empujé de broma.

-Ojalá te hubiera conocido con esa edad -dijo seriamente, parece que ahora tocaba tema serio.

-Por? -podria sacar información de esa respuesta.

-Porque...me habrías alegrado la vida -confesó quitando las manos que tenía apoyadas en el pecho y dejándolas en el césped.

Mi chica, todo la oscuridad que tenía que haber pasado. Todas las veces que debió sufrir sola...

Cogí su mano dándole aliento para hablar.

-Yo estuve...con mis padres biológicos hasta los 6 años. Pero no me acuerdo de ellos, ni su cara ni nada -contó apretándome la mano y desviando la vista. -Luego...estuve en una casa de acogida hasta los 10 años -tragaba saliva y tenía el ceño fruncido. No paraba de dejar caricias en su brazo, quería transmitirla todo mi apoyo. -La familia que me acogió, no eran una mala familia. Pero no encajaba allí -contó cerrando los ojos y respirando muy profundamente. -Cuando llegué al centro...fue difícil. Imagínate ser la rara en un centro donde la mayoría son gente con vidas duras y secuelas traumáticas -rió con sarcasmo y algo de dolor incluso. Parecía llevarlo bien, pero podía ver como algo se le rompía por dentro. No quería hablar, sentía que iba a romper el momento de recuerdos. -El acoso...era continuo, pero al final -sonrió. -A todo se adapta una... -se encogió de hombros y tragó saliva controlando el dolor

-Siento tanto que te haya tocado vivir eso... -algunas lágrimas corrían libremente por mis mejillas, las limpié. No podía llorar, ella no lo estaba haciendo y era la que había sufrido todo eso. Me abracé a ella proporcionándole caricias en la cara, ella rodeó mi cintura con sus brazos. -No...te pone triste? -pregunté levantando un poco la vista

-Antes si, pero no hay...ni ganas -contestó sin inmutarse. La dolía, era obvio. Pero no lloraba, no quería mostrar su dolor.

-Te quiero -susurré casi inaudiblemente besando su mejilla. Abrió los ojos sorprendida, al tener la cabeza en su pecho pude notar claramente como el corazón le latía mucho más rápido que antes. Parecía desbocado, temí porque se le saliese del pecho. Pero me di cuenta de que el mío también estaba así, no era algo raro. Era habitual esa reacción con Natalia al lado.

-Yo...también te quiero -susurró aún más bajo incluso que yo, dejando un beso tierno en mi frente.

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Lloramos todas juntas? Perfecto

The weird / ALBALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora