Cap 3.

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Narra Pilar

- Llegamos a tu palacio, princesa.
Purre dice estacionando el coche frente a mi casa.
Si, yo tampoco se que la situación dio este extraño giro y estoy aún más desconcertada porque nunca me cruzo por la mente que Purre me trajera a casa.
Jamás.
Me desabrocho el cinturón de seguridad y antes de bajar me giro hacia él.
- Porque has hecho eso?
Se encoge de hombros.
- Cortecia
Me muerdo la mejilla interna.
- Bueno, ahora dime la verdad y me refiero a lo que pasó en el pasillo, porque me has ayudado con esta mentira?
Aparta la mirada y sus ojos avellanas se clavan en la carretera, Purre se mantiene en silencio unos minutos hasta que por fin se digna a hablar.
- Viste como te miraba, Malena? Pregunta sin apartar la mirada. - No la vi así desde el día que terminamos.
- Sí, queria asesinarme.  Siento un escalofrío de solo recordarlo. - Has hecho eso para darle celos?
- Celos?  Una risa se le escapa. - Para nada, es más sobre mi.
- Es una cuestión de ego?
Ni siquiera sé porque lo pregunto.
- Ahora tirarme a una chica esta lejos de ser posible. He escuchado bien? Esto debe ser una broma.   - Su estupido engaño me ha arruinado la jodida vida, no puedo avanzar si en la mente de ellas soy recordado como el gilipollas que fue engañado por su novia.
- Tu punto, Purre.
- Necesito que finjas ser mi novia.
- Aguanta tu coche!  Lo detengo.  - Qué quieres que?
- Hablo demasiado rápido para la princesa?
Me cuesta unos segundos articular una palabra.
- Porque yo?  Eleva una ceja.  - Es decir, puede tener cualquier chica que con gusto aceptaría ayudarte.
- No quiero a otra chica.  Responde mirándome. - Te quiero a ti.
Un rubor extraño crece en mis mejillas y mi estupido corazón se agita.
Este es el efecto El Purre?
- Y porque ambos necesitamos esto.  Aclara. - No quiero involucrar a nadie más y estoy salvando tú princesa, por qué te cuesta tanto trabajo aceptar?
No respondo.
- Necesito tu ayuda y tú la mía, en especial desde que lo acaba de pasar.  Me recuerda. - Y que piensas, Pilar? Quieres ser mi novia? Bueno, sabes que no tienes opción.
Esto suena más como una amanezca.
- Tal vez deberías preguntarlo con más dulzura.
- No me va lo dulce.
- Bueno a mi no me vas tú y quizás la respuesta sea no, sabes? Dejo un suspiro - Estoy considerando que me hagas una petición formal.
- Formal?
- Inténtalo.
- No me van estas cosas princesa, tal vez estés acostumbrada a eso, pero yo..
- Como se lo pediste a Malena?
Interrumpi
- Como le pedí ser mi novia?
Asiento.
- No hubo palabras.  Parece pensarse la respuesta. - Solo follamos y de pronto era mi novia.
- Eso es tan poco romántico.
Notese mi sarcasmo.
- Te dije que no me van estas cosas. 
- Inténtalo.
Aprieta los labios en una fina línea y pareciera que se prepara para decir algo, sin embargo las ganas desaparecen tan rápido como llegaron, niega con la cabeza y suelta una maldición antes de volverse hacia mí.
- No me va lo dulce.
Vuelve a repetir esta vez con una expresión fría.
Achicó los ojos y me vuelvo hacia la puerta, la abro y salgo del coche, no antes de escucharlo maldecir otra vez, reprimo una sonrisa y esta vez escucho cómo sale de su coche cerrando la puerta de golpe.
- Vas a volverte una princesa difícil?
Mis puños se aprietan y no tardó en girarme hacia él.
- No me llames princesa.
- Lo hare el día que dejes de parecer una. - Cabecea en mi dirección. Un acto sexy por cierto.  - Vas a me ayudadme o no? Nos necesitamos, lo sabes.
- Inténtalo.
Me cruzo de brazos esperando su reacción.
Pero como creí, no paso nada.
- Nos vemos, Purre.
Dije cerrando la puerta.

~*

- Como va tu relación con Purre?
Pregunta Itziar a mi lado y inevitablemente mis ojos suben a su rostro.
- Y ese interés?  Pregunto elevando una ceja.  - Creí que pensabas que era una mala influencia para mí.
- No he dicho lo contrario, además solo nos preocupamos por ti, no es así?
Golpea al codo de Renata.
- Creo que ella puede cuidarse sola.  Responde Renata sonriéndome. - Tu chico donde está ahora?
Oh mierda.
Mis labio inferior tiembla y ellas lucen confundida al ver mi demora en responder, entonces como si todo el universo estuviera de mi lado una sombra familiar se detiene frente mí.
Mi mirada sube al enorme espécimen y mis ojos se encuentran con los tuyos, entonces todos lucen sorprendidos y yo soy una de ellas al notar lo que trae entre las manos, una sonrisa arrogante curva sus labios mientras coloca una rosa delante mío y sin créemelo suelas las palabras más ridículas que no creía que sería capaz de decirlas.
- Pilar Pascual! Me concederias al honor de ser mi novia?
Para entonces sé que no debo retar a El Purre.
Y después de esas palabras hay un silencio sepulcral en el salón.
Inmediatamente mis ojos suben a su rostro y él me guiña un ojo logrando que mis mejillas calienten, estoy demasiado avergonzada cuando mi mirada se cruza con la puerta y entonces lo veo, Lucas se encuentra observando la escena con los ojos a puntos de salirse de sus órbitas, su mandíbula se contrae y aprieta los puños lanzándome una mirada de indiferencia.
Él no tarda en salir del salón, pero una vez que sale mi mirada no tarde en cruzarse con la dueña de unos ojos amenazantes que se seguro está ideando las múltiplas maneras de asesinarme.
La ex novia de Purre presencia la escena y puedo ver la irritación en sus mejillas, pero prefiere ser el mismo camino de Lucas y largarse.
Y me vuelvo hacia Purre, quien espera mi respuesta, pero antes de poder darle el timbre de hora se hace presente y todos suspiran resignados cuando la profesora llega el salón.
- Señor Giménez, mis clases no son para sus múltiples declaraciones.
Se dirige hacia él.
- Lo siento.  Purre sonríe volviendo hacia mí. - Solo para una.
Qué demonios?
Sujeto del brazo a Purre sacándolo a rastrea del salón y nos detenemos cerca a la salida.
- Qué rayos es lo que has hecho adentro?
Pregunto sujetando su brazo con fuerza.
- Tranquila, princesa agresiva.  Dice apartando mi brazo con cuidado. - Intento ser un dulce novio.
Una sonrisa se me escapa.
- No recuerdo haber respondido.
- En serio, Pilar?
Alzó mi cejas confirmando mis palabras, Purre sube las manos por su pelo y lo jala hacia atrás, clava sus ojos avellanas en mi y niega despacio antes de empezar.
- Dulce Señorita.  Maldice en voz baja antes de continuar y se me es imposible no reír. - Quieres ser mi novia?
- Novia falsa.
Aclaro.
- Responde de una vez, princesa
- Qué sutil!
- Pilar!
Me advierte y me encojo de hombros.
- Que me queda?
Una sonrisa arrogante le curva los labios.
- Deberíamos sellar nuestra unión con un beso? Mis mejillas se calientan y él se echa a reír.  - Solo estoy bromeando, princesa! Dice después de calmar su risa. - Novios falsos?
- Novios falsos.
- Hey Purre! Grita uno de los amigos de Purre desde su coche. - Ya sabemos lo coladitos que está de tu chica! Ahora mueve tu culo aquí.
- Cierra la boca, idiota!
Le grita de regreso. Su amigo ríe de como respuesta antes de contestar.
- Pilar, envíame ese idiota de regreso!
- Interesantes amistades.
Mi atención regresa a Purre.
- Demasiado duro para ti?
- En realidad no.
- Como sea, te veo luego.
Dice volviéndose hacia ellos.
- Espera!
Lo detengo y él no tarda en detener sus pasos.
- Algo más dulce que queiras oír?
Pregunta con una honesta sonrisa.
Ni siquiera se porque lo he detenido, aunque la respuesta me llega casi al instante.
- No tienes algo que decir?
Es tan obvio que lo tiene, ni siquiera sé porque lo pregunto.
- Tengo algo que decir?
Ahora luce confundido y me encojo de hombros.
- No se, esperaba que dijeras algo como" no te enamores de mi" y..
Mi respuesta es interrumpida al escucharlo soltar un par de carcajadas, frunzo el ceño volviéndome hacia él mientras observo cómo se limpia las lágrimas imaginarias llenas de risas solo para molestarme.
- Esperabas que dijera eso?
No respondo. Él se echa a reír.
- Este no es una película, Pilar. Además, dudo mucho que lo hagas. Responde dejándome confundida. - En realidad dudo mucho que alguien se enamore de mí.
Qué?
Su respuesta me deja helada, y es completamente ridículo considerando las múltiplas chicas que quisieron estar en mi lugar hace unos minutos, pero  quizá tener la mayoría de atención feminina del instituto pareciera ser poco para él, supongo que personas como Purre necesitan más atención de la que pueden tener. 
- Como estás tan seguro?
Pregunto luego de unos segundos.
Él sonríe de lado, aparta mi mirada de la suya y cuando finalmente la vuelve no estoy preparada para esa respuesta.

- Porque quizás, yo me enamore de tí..

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