Narra Pilar
- 37 de fiebre. Regaña mama moviendo el termómetro en sus manos. - Es todo, no irás a la escuela también hoy.
El alivio me llena de nuevo, es el tercer día que falto por la molesta gripe y aunque odio faltar no puedo evitar sentirme bien de hacerlo, en especial después de lo que paso.
Solo quiero olvidar todo eso.
Desde el viernes pasado he tratado de buscar una explicación a los acontecimentos a que lo llevaran a besarme, suena absurdo. Pero no dejo de pensar que nadie, es decir no había nadie, ni nada que obligara a hacerlo. Realmente no entiendo y no puedo preguntárselo porque lo único a lo que me he dedicado es ignorarlo.
- Realmente a pasado..
Susurro bajito.
- Qué dijiste?
Lá voz de mama me hace parpadear
- No.. nada.
Niego y le dedico una sonrisa.
- Tendré que faltar al trabajo hoy. La escucho suspira. - Descansa cariño, te preparare una sopita de pollo.
- No soy una bebe, puedes irte mama estaré bien.
Intento tranquilizarla
- Ni hablar, descansa hasta la hora del almuerzo, hablare en el trabajo y diré que llegaré en el turno de la tarde, si estás mejor.
- Mama.
Me quejo.
- A dormir Pilar!
Ordena y no tarda en salir de mi habitación.
Como arte de magia caigo dormida más de unas cuentas horas y mama quien irrumpe, despertándome deja la bandeja de plata con la sopa caliente sobre mi comida y se vuelve a abrir las cortinas, achico los ojos y me quejo.
- Ciérralo.
Pido cubriendo mis ojos.
- Ya dormiste demasiado, Pilar! Dice enojada. - Es suficiente.
- Estoy enferma y la que me mando a dormir fuiste tú.
- Eso no quiere decir que...
Mama se detiene al escuchar el timbre. Se queja y sale de mi habitación. Después de un rato decido bajar y encuentro a Itziar y Renata sentadas en la sala principal.
- Porque no me avisaste que estaban aqui?
Me vuelvo hacia mi mama.
- Estaba por ir, quería esperar a que terminaras de almorzar.
Ruedo mis ojos y me siento frente a mis amigas, mi madre se acerca y coloca la palma sobre mi frente.
- Estas mejor, creo que puedo irme.
- Adelante, te lo dije desde la mañana
- Bien cariño. La veo coger su cartera y colocarla al hombro. - Vendré la noche, pórtense bien, cualquier cosa me llama, si te sube la fiebre.
- Ya lo sé.
Me manda un beso volado y sale dejándonos solas.
- Como te enfermaste?
Pregunta Renata entregándome los libros de hoy.
- Patinaje, hielo, cita y Purre.
Menciono dejando los libros a un lado.
- Te llevo a patinar? Renata junta un poco los ojos. - Eso es extrañamente romántico.
- No, no lo es si tú trasero pasa el mayor tiempo sobre el hielo.
- Itziar tiene algo que decirte.
Menciona Renata y mi mirada va hacia ella.
Ella suspira y ya se do que se trata.
- Lo siento. No, eso no era lo que esperaba. - Por insistir con Lucas y juzgar a tu novio, no debí hacerlo.
Mis ojos se abren de par en par.
- Qué?
- No voy a decirlo de nuevo.
- Solo nos preocupamos por ti, Pili. Menciona Renata. - Aveces somos sobre protectoras.
Una leve sonrisa curva en mis labios .
- Lo se, también lo siento.
Están por decir algo, pero el timbre vuelve a sonar de nuevo y parece que a todos se les da por gusto venir a visitarme hoy, me apresuro a abrir la puerta, sin embargo la sorpresa inunda mis ojos cuando lo veo.
Purre sigue esperando alguna clase de invitación, pero solo me retiro dejándolo pasar, la sorpresa llega a mis amigas cuando lo ven y no entiendo qué ocurre hasta que veo como Renata y Itziar caminan hacia la puerta.
Quiero gritar auxilio pero ellas no tardan en marcharse cerrando la puerta con fuerza, mis manos se aferran al picaporte y trago despacio antes de girarme hacia Purre, extrañamente revisando a mi casa, pasando la mirada por todas partes.
- De verdad vives en un palacio, princesa.
Menciona con esa molesta sonrisa.
- Que estás haciendo aqui?
- Así es como me pagas por venir visitarte? Se vuelve hacia mi. - Oí las tontas de sus amigas mencionar que estabas enferma.
Tontas? En serio?
- Solo cumplía el rol de novio preocupado. Vuelve a hablar. - Te deje mensajes desde viernes, no contestaste ninguno.
- No he usado celular desde el viernes.
- Sabes que existe el "visto" no? Lo había olvidado. - Porque no inventas una mejor excusa?
- No estoy buscando excusa.
- No es así? Eleva una ceja. - Porque creo que estás evitándome.
Mierda.
- Porque estas evitándome?
- Qué?
- Otra vez hablo demasiado rápido para la princesa?
Ahora estoy enojada.
- Vete al inferno.
Mi respuesta lo deja sorprendido, aprovecho para apartarme y irme a la sala, pero de inmediato me intercepta evitándome el paso y mi espalda choca contra la puerta.
- Te crees genial haciendo esto, verdad?
Cuestiono.
- Haciendo que, princesa?
- Esto. Mis manos vuelven puños en su camiseta. - Te encanta tener el control y ponerme en esta clase de situación, te hace sentir bien.
- Si. Confiesa. - De la misma manera que te encanta ignorarme, ahora dime porque lo haces.
No respondo.
- Es por el beso? Guarda silencio, pero no tarda en hablar. - Claro que es por el beso. Se aleja de mi y deja escapar un suspiro resignado. - Te he asustado? Es eso? Pregunta pero insisto en no responder. - No tienes nada que preocuparte, si, te bese, deja de comportarte como una niña.
Mis mejillas arden de enojo.
- Eres un cerdo!
- Si, pues no me gusta que me ignoren y tu no estás siendo una princesa.
- Deja de llamarme así, es más sabes de una cosa? Nada de eso tiene sentido ya, Lucas estas lejos de mi vida.
La confusión invade sus ojos.
- Se acabó Purre, estoy cansada ya no quiero seguir fingiendo.
- Te mola escapar de las situaciones complicadas no es así?
- Perdón?!
- Siempre que representa algo como esto te hechas para trás o simplemente lo dejas, esa es tu forma de ser, te asustas y huyes como un perrito asustado.
- Tampoco eres perfecto.
- No, no lo soy, pero hay una diferencia entre nosotros y es que me atrevo a enfrentar lo que pasa, no escapo a la primera oportunidad.
Sus palabras me dejan callada.
- Quieres dejarlo? Una frustrante sonrisa se alarga. - Olvídalo, no voy a dejar que lo eches a perder.
Estoy enojada y quizás porque tiene razón, no, no la tiene, no huyo de las situaciones difíciles, no soy así.
Mis puños se aprietan y me aparto señalando a la puerta.
- Largo de mi casa, ahora!
No dice nada, no necesita hacerlo con sus expresiones me indica que está furioso, su cuerpo se tensa y creo que va a soltar alguna tontería más, sin embargo solo se acerca a mi y temo por mi seguridad. En realidad, no hace nada, cierro mis ojos y siento su presencia pero esta callado, aprieto los párpados con fuerza y luego de largos segundos me decido a abrirlos, mis ojos van en su camiseta y subo lentamente hacia su rostro, tiene una expresión que es difícil adivinar, trago despacio y observo como su cuerpo se relaja, se acomoda aprisionándome y con ambas manos al lado de mi cabeza, pero no hace nada solo me mira.
- No voy a besarte. Susurra y su aliento choca contra mi mejilla. - No lo haré.
Se retira dejándome confundida y de nuevo esa sonrisa curva sus labios.
- El siguiente beso lo darás tu. Sus palabras me dejan helada. - Y yo, definitivamente no he terminado contigo, princesa.Capullo engreído.
Eso no va a pasar..
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Aprender a Quererte!
FanfictionCuando te vi sentí algo raro por dentro Una mezcla de miedo con locura Y tu mirada me juro que si te pierdo Habré perdido la mas grande fortuna ❤️