Extra 1.

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Narra Pilar

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Narra Pilar

- Estas segura que puedes quedarte con ella, Pili?
Me pregunta Renata por decima vez.
Ruedo mis ojos.
- Ya dije que si, no tienes nada de que preocuparte, además. Me encojo de hombros. - Purre quiere practicar.
Renata entiende a la perfeccion lo que
intento decir, ella le lanza una mirada a Purre y a la bebe, ambos parecen divertirse o mas bien es ella quien lo
hace más cuando el comienza a hacer caras graciosas.
- Lo olvide. Menciona Renata llamando mi atención, busca algo en su bolso y me entrega el chupón. - Dáselo si no puede dormir despues de la leche, ella duerme mejor de ese modo.
Tomo el chupón en mis manos Renata le lanza una mirada llena de ternura a su bebe, ella se ve dulce y parece que se le es dificil incluso dejarla sola por unas horas, Renata es muy apegada a Melisa, en realidad tanto Renata y Santiago lo son, pero para ella es mas dificil dejarla con nosotros.
- Vamos, bonita.
Le llama Santiago desde el coche.
- Estoy despidiéndome. Le responde con un grito y dibuja una sonrisa volviendo su atención a mi. -Vendremos a las 10.
Santiago se acerca a nosotras y toma de
la mano de Renata tirando de ella mientras Renata lucha por seguir hablando y no irse.
- Mejor a las 9.
- Renata.
- O a las 8?
Me rio.
- Cuida bien a mi bebe.
Me pide una vez mas. Los veo dirigirse hacia el coche mientras comparten una conversación que logro escuchar, Renata esta indecisa en si ir o no y se gira hacia mi varias veces, intenta
volver pero la voz de Santiago la detienen.
- Llegaremos tarde, Rena.
Le recuerda Santiago.
Me rio.
Es su noche de aniversario y aunque ella nego ir al principio, termine convenciéndola con ayuda de Purre, es mas, él es quien insistio y es quien parece mas entusiasmado de quedarse con la pequeña Melisa, Renata y Santiago necesitan tiempo para ellos, no han descansado bien y cada dia que pasa es mas complicado aunque satisfactorio o asi es como lo describe mi amiga, pero bueno nadie dijo que ser padres seria facil y es algo que todos terminaremos experimentando algun dia.
Y aun cuando me aterra, se que sera
maravilloso.
- Usa condón! Le grito y ella se ríe. - Aún es temprano para un hermanito.
Una vez que se van cierro la puerta detrás de mi y camino hacia Purre y la bebe, el intenta que ella de pasitos tomando sus manos y me rio.
- Aún es temprano para que camine.
Comento.
Purre me lanza una mirada y la carga, de repente siento un olorcito peculiar cuando me acerco, llevo la mano a mi nariz y niego riendo.
- Alguien necesita un cambio de pañal.
Suelta Purre entre risas.
Purre coloca a la bebe sobre el mueble y voy en busca de la enorme bolsa que me entrego Renata, mi mano rebusca hasta lo mas recondite dentro de la enorme bolsa hasta que logro tocar lo que parece un pañal, lo saco junto a los pañitos humedos que no tardo en encontrar y regreso con ellos me rio al ver a Purre intentando buscar el broche de su ropita y me siento a su lado a ayudarlo.
- Déjame a mi. Pidió y le muestro los broches de su ropita, lo desabrocho y la popo sale ante mí vista. - Oh dios.
- Si necesitaba un cambio de pañal.
- Pásame los pañitos.
Pido después de doblar el pañal lleno de popo.
Melisa muerde su mano, chupa de sus deditos mientras balbucea y tiene la mirada fija en el techo.
Purre abre la caja de pañitos y me pasa uno por uno, hago lo mejor que puedo y al cambiale el pañal para felicidad de ambos me sale bien, tal vez soy buena en esto sin saberlo y sin tener ninguna practica mas que ver a Renata hacerlo cada vez que voy de visita, lo cual es bueno para un futuro.
Vuelvo a abrochar los botones de su
pantaloncito rosa y ella se rie cuando la levanto.
El resto de la tarde es reír, jugar y incluso llorar con ella hasta que toca su respectivo baño, Renata ya me enseñó anteriormente como bañarla, pero esto es algo nuevo para Purre, sin embargo, bañar a una bebita no es facil y menos si se trata de la pequeña relación de Renata y Santiago.
Melisa mueve sus pies dentro del agua
caliente de la pequeña tina tan pequeña como ella y se rie al salpicar el agua a nuestros cuerpos, parece feliz al haber logrado eso.
- No, Melisa.
Me quejo y una sonrisa llena de felicidad deslumbra su rostro, Purre me hace el favor de tomarla en brazos y cubre su cuerpecito con la toalla.
- Vamonos antes de que la princesa se enoje. Dice riendo y me lanza una mirada. - Has mojado toda su ropa.
Me sacudo y puedo ver las gotas de agua caer al suelo.
- Crees que puedas?
Pregunto esperando que si pueda cambiarla.
- Déjamelo, ve a cambiarte.
Me dice y sale de la habitation con la
bebe.
Tomo mi mochila de la sala y me dirijo a la habitación de Renata, ya he tenido experiencia con los alocados baños de Melisa, así que me traje un cambio de ropa por si las cosas se salieran de control y me alegra haberlo hecho, me quito la camiseta y los short mojados dejandolas sobre la cama, me coloco ropa nueva y cuelgo la húmeda en los cordele del patio trasero, entre peinarme y todo ello llevo un largo tiempo y cuando no hay ruido me apresuro a buscarlos.
Silêncio con un niño en casa no es normal.
Para mi tranquilidad Purre tiene manejada la situación, ambos se encuentran en la cocina, él le da de su papilla mientras hace gestos con la cara, Melisa abre la boca y ríe aceptando cada cucharadita de purê, me quedo observándolos desde la
puerta y estoy sonriendo como tonta, realmente es una imagen muy adorable.
- Ya acabaste?
Me pregunta cuando da conmigo.
Me acerco a él tomo del babero de la bebe y limpio los labios de la pequeña
Melisa para luego ganarme un puchero como protesta.
- Has acabado todo el plato. Digo sorprendida. - Nunca lo haces así conmigo, estoy celosa.
- Creo que prefiere que la cuide yo.
- Ahora si estoy celosa.
Purre toma el plato y lo lava mientras yo cargo a Melisa, sin embargo se remueve en mis brazos y estira su cuerpecito hacia Purre, él se rie cuando se da cuenta
- No digas nada.
Digo entregándole a la bebe.
- Te dije que me preferia a mi.
Nos turnamos para cuidarla el resto de la noche hasta que la bebe se duerme, la comodo en su cuna y le doy un pequeño beso en la frente, antes de dirigirme a la sala, Purre se encuentra sobre el mueble mientras cambia los canales con el control remoto.
- Se durmió?
Pregunta al verme, asiento y me siento a su lado, me rodea con un brazo mientras me acomodo sobre su hombro.
- Estoy cansado.
Suspira.
- Yo también lo estoy.
- No crei que cuidar a una bebe fuera tan complicado.
- Bueno, no se trata de cualquier bebe, sino uno de Santiago y Renata.
Se ríe.
- Es verdad, te imaginas uno tuyo y mio? seria el doble de terrible que Melisa.
- Es lo mas probable.
Me sonríe y esconde su cabeza en mi
cuello, siento sus pequeños besos luego de largos minutos esta en silencio y lo que a continuación suéltame sorprende un poco.
- Quiero un bebe.
Murmura sobre mi piel.
Se aparta de mi y no hay ningún rastro de broma en su rostro por mas que analizo y busco rastro de ellos, el se ve tan sincero, en sus ojos y la expresión que trae.
Lo unico que hago es sonreír con mi
corazón palpitando dentro de mi pecho.
- Estas listo para ser padre?
Le pregunto manteniendo mi sonrisa.
- No. Confiesa haciéndome reír. - Pero ni las mejores personas lo están, ademas mientras te tenga a mi lado será más fácil.
- No lo se. Confieso ganándome una mirada de él. - Soy un desastre, mírame hoy.
- No es como si yo lo hubiera hecho mejor.
Me rio.
- Es verdad.
- Creo que aun es temprano para sernos padres, no me siento lista. Entrelazo nuestros dedos y lo mira a los ojos. - Pero eso no quiere decir que algun dia no lo estaré.
Aprieta nuestros dedos.
- No necesitas estar lista.
- No, pero aún hay cosas que quiero aprender y Rena me ayudara a saberlas, mas bien Melisa.
- Eso quiere decir que sera pronto?
Pregunta esperanzado.
Muerdo mi labio.
- Tal vez.
Me sonríe y se acerca a besarme.
- Voy a esperar el tiempo que sea necesario. Acaricia la piel de mis manos con su pulgar. - Lo haré, princesita.
- Lo se.
Confieso con una sonrisa.
- Así, tan evidente soy?
- Si.. Alargo las palabras y aprieto nuestras manos entrelazadas. - Y serás un gran papa.

No me queda duda de eso.

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