Cap 32.

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Narra Purre

Pilar me gusta.
Y se está convirtiendo en una jodida adicción.

Y no me gusta esto, no me gusta para nada el rumbo de necesidad que siente mi cuerpo por estar a su lado, tengo que arreglar la mierda que ella está provocando en mi.
Alejo los pensamiento de mi cabeza y cojo otro cigarrillo de la caja, lo coloco sobre mis labios y lo enciendo, joder, de verdad lo extrañaba esto, desde que estoy con Pilar no he podido probar del cigarro otra vez, pero mierda, lo necesitaba hoy o terminaría por volverme loco.
- Deberías venir más seguido al club, Purre. Menciona Facundo tomando de las cervezas de mi nevera. - Te extrañe Purrete, donde carajos has estado metido todo este puto mes? Malena ha estado preguntando por ti.
- Pues que se deje de joder.
Respondo apartando el cigarrillo de mis labios, tomó aire y vuelve a probar de él.
- Que mierda, Purre? Acaso has estado con tu princesa todo este tiempo?
- Quieres dejarlo? No estoy te humor.
- Estas jodido, lo sabes?
- No lo estoy, ya déjalo, el alcohol te hace decir estupideces.
La puerta se abre y aparece Santiago en mi campo de visión.
- Una tarde de amigos eh? Eleva una ceja y se vuelve hacia Facundo. - Supongo que debemos dejarlo esta vez.
Frunzo el ceño. - Encontré a alguien en la puerta que podría animarte. Menciona Santiago y por un momento creo que se trata de Malena, entonces, la coge del brazo y esos ojos verdes se encuentran con los míos.
- Tatatan..
La princesa hace un gesto de saludo en dirección a Facundo antes de volver hacia mi, me acomodo en el asiento y no se cuanto pasa hasta que escucho los carraspeos de parte de Santiago, él toma a Facundo de la camisa y lo jala hacia la puerta.
- Ellos necesitan estar solos, nos vamos. Hacia una señal hacia mi. - Hablamos, Purre y por favor sal de tu cueva y ven al club, capullo.
Cierra la puerta y mi mirada se encuentra con Pilar.
- Qué estás haciendo aquí?
- Supuse que te encontraría aquí.
Ignoro su respuesta y vuelvo a fumar de mi cigarrillo.
- Te dije que fumar mata.
Menciona quitándome de los labios.
Se sienta a mi lado y apaga el televisor.
- Tenemos que hablar.
- Tenemos? Me río. - Creí que tenias otra cita con Matheus
- Es Matias. Me corrige, como si me importara. - Y ya te dije que fue solo una cita de amigos, solo eso.
- Que estas haciendo aqui, Pilar?
- Te fuiste de mi casa con ideas extrañas.
- Ahh.. de eso va todo? Estás aquí por que no soportas que piensen mal de ti?
Hay una confusión en su mirada.
- Que? No?
- Entonces por qué?
Se sonroja y no entiendo porque, mucho menos cuando se levanta y camina hacia la puerta.
- Sabes una cosa? Olvídalo, esto es un error.
Me dice antes de girarse.
Mi cerebro reacciona de inmediato, me levanto como una bala y la detengo antes de que se atreva a cruzar la puerta.
- Ahora no puedes irte, has atraído mi curiosidad. Que ocurre, Pilar?
Cierro la puerta y tiro de su brazo logrando que sus ojos verdes se encuentren con los míos.
Dios de verdad, se ve hermosa cuando se sonroja.
- A que has venido, princesita? Bajo el nivel de mi voz. - Por qué estás aquí?
Pilar traga despacio y lentamente sube la mirada hacia mi rostro, mierda, si ella se sonroja más echaré todo a la mierda y voy a besarla aquí mismo, sin importarme las consecuencias.
- Porque me gustas.
Susurra, pero lo he escuchado, claro que lo he escuchado, aún si quiero que vuelva a decirlo y lucho contra la sonrisa en mi rostro.
- Qué?
- Se que has oído bien.
- No he oído nada, Pilar, repítelo una vez más.
Puedo escuchar como maldice y me sorprende un poco, necesito controlar mi risa o no volverá a decirlo, afortunadamente lo dice antes de que explote en carcajadas.
- También me gustas, Purre.
Me quedo en silencio observándola y una sonrisa se desliza por mis labios cuando la veo apartar la mirada avergonzada, no me gusta que lo haga, quiero que me mire y no se avergüence de lo que despierto en ella, así que para tranquilizar las cosas suelto lo único que se que hará que borre el rubor que tiene en sus mejillas.
- Lo se. Respondo y sus ojos van directamente hacia mi. - Por que no habría de gustarte?
- Por Dios! Eres un egocéntrico.
Me suelta y como predije, su rubor desaparece casi por completo.
- Si, y... Alargo las palabras. - También me gustas.
Ella me mira sorprendida, aunque no debería estarlo porque ya lo dije una vez, en realidad más de una vez.
- Debería besarte ahora?
Interrogo y me acerco a ella.
Sus hombros se encojen y me aparta de un leve empujón.
- Hoy no. Niega. - Acabas de fumar.
Ahora me detesto por hacerlo hecho, pero quién iba a creer que Pilar Pascual vendría a decirme a mi puerta que le gusto.
- Sigue en pie nuestro acuerdo de quitarle la virginidad?
Elevo una ceja y me contengo reír.
- En serio? De verdad arruinar momentos así es lo tuyo.
- Qué momento, princesita? Interrogo. - Me conoces, y bien?
- Aun quieres..
Se muerde el labio y la miro confundido.
- Si aun quiero? Claro que quiere, todavía quiero besarte y quiero hacer otras cosas también, muchas de las cuales implica tocar, con y sin ropa, en especial sin ropa.
Sus mejillas se sonrojan.
Joder, enserio ella es un encanto.
- Vaya, eso si es directo.
- Me conoces, princesa.
- Quizá esto no es nuevo para ti, pero para mí. Traga despacio. - No tengo idea de que hacer cuando.. Dios, eso es vergonzoso. Ella cubre su rostro con sus manos y la bajas. - No se que debo hacer, en serio..
- No sabes que hacer?
- Voy a ser honesta, Purre. Traga despacio. - No se que debo hacer cuando...
- Follemos, princesa. Termino por ella y sonrío. - Es por eso que estas preocupada?
- Si que tienes experiencia. Responde. - Mucha.
Eso es verdad.
- Quizás yo no estoy...
- Espera. La detengo. - Estas así porque quizá no me gusta?
Ella no responde.
- Joder, Pili, en serio? Todo este tiempo ha sido por eso?
Silencio.
Me río y me fulmino con la mirada.
- Dios, princesa, en serio eres una tonta.
- Qué dices?
- Tranquila, estoy diciendo que de verdad eres una tonta si has aplazado todo esto solo por esa razón, mierda y pensar que podíamos haber follado hace tiempo.
- Intenta ponerte en mi lugar.
- No puedo hacerlo.
- Es verdad, tu pene ha estado en más vaginas de los que mis dedos pueden contar.
Me enseña sus manos.
- Como puedes sonrojarte con este tema y luego hablar tan libremente? Sonrío. - En que estábamos ? Oh.. si, vamos a follar.
- No digas así.
Me reprende.
- Bien.. entonces voy a hacerte el amor.
Eleva una ceja.
- Alguna vez has hecho el amor?
- No. Niego con sinceridad. - Es mi primera vez, así que ya tenemos una primera vez de ambos.
- Pero vayamos despacio. Pido. - Dijiste que podíamos ir paso a paso.
- Entonces la apuesta de 30 días se rompe?
Pregunto esperando que conteste lo que deseo.
- Eres terrible para ponerme en una situación así.
- Si o no?
Insisto.
Ella suelta su suspiro resignado y finalmente asiente despacio.
- Pero despacio y no se que hacer.
Vuelve a mencionar.
Me río.
- Para eso estoy yo, no? voy a enseñarte y si, iremos despacio.. es más, creo que debemos empezar a practicar de inmediato.
Intento acercarme de nuevo, pero me lo impide.
- Hoy no.
Me recuerda. Me encojo de hombros.
- Tenías que intentarlo.
- Prométeme una cosa, Purre.
Menciona y mis ojos se encuentran con los suyos.
- Cualquier cosa por ti, princesita.
- Solo una vez.
Responde.
- Solo una vez que?
- Solo será una vez, esto..
- Tener sexo?
Ella asiente.
- Prométeme, Purre.
- Solo será una vez, princesa. Le aseguro. - Lo prometo.

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