Cap 25

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Narra Pilar

- Mierda!
Purre vuelve a revisar el reloj que se encuentra en la pared. - Ya es media noche y aún no a empezado a hablar, esto es desesperante.
- Donde esta Sara? Pregunto pasando la mirada por los invitados. - No la he visto desde...
- Su madre la llevo a descansar. Responde sin ningún gesto. - Sara se quedo dormida y la llevo a uno de los cuartos.
- Oh..
- Te he dicho lo caliente que estas esta noche, princesa?
Pregunta y no puedo evitar rodar los ojos.
- Si, creo que es la quinta vez que lo dices. Doy un leve golpe en su hombro. - Deja de coquetear.
Se ríe y su risa es tan natural ningún rastro de ego en ella, me gusta esta risa y me gusta este Purre, esta noche no ha sido del todo mala, además de sus intentos de convencerme de acostarme con él y de la pelea con su padre, quiero pensar que esa noche se mantendrá como esta hasta ahora.
Purre intenta acercarse, pero no lo logra porque de inmediato un sonido tras los parlantes se escucha dando início a lo que sea el anuncio, sin embargo cuando veo quién sube al púlpito junto al madre de Purre es la mujer de él, la interrogante se forma en mi cabeza, mi mirada se dirige a Purre y luce igual confundido que yo.
- Quiero empezar agradeciendo a todos por venir. Inicia y una sonrisa se forma en su rostro. - Hay algo que quiero decir y sé que la mayoría aquí estaba pensando que lo dijera, pero necesitaba que toda la familia esté presente. Se dirige hacia Purre y vuelve a mirar al público. - Yo.. Su mirada se dirigi a su mujer y no tarda en tomar su mano. - Voy a casarme.
De inmediato las personas estallan en aplausos y alareos de felicidades, pero todo eso se pierde cuando lo escucho.
- Me esta jodiendo.
Su padre continúa hablando.
- Gustaría que...
Y todo sucede tan rápido que solo el ruido me llena los oídos.
Mi mirada y el resto de los asistentes se dirigen hacia la escultura de hielo que hace rota en el suelo y quizá soy la primera a dirigir mis ojos hacia el, solo para ver como da media vuelta y se aleja dando un ambiente en la sala, los murmullos dan inicio y me quedo mirando la situación unos minutos, pero luego no pierdo más tiempo y no tardo en seguirlo hasta la habitación.
- Purre, espera!
Intento calmarlo.
Pero no me escucha esta tan pedido que no me escucha.
- Ese hijo de puta me a traído con engaños aqui, Jorder! Grita con tanta fuerza. - Maldita sea!
- Purre!
- Mierda! No puede estar hablando en serio, es un puto mentiroso.
Cierro la puerta detrás de mí y lo primero que observo es como tira las cosas que se encuentra sobre el mostrador, la lámpara cae rompiéndose en el piso y me encojo de hombros, enquanto cuando creo que no va a empeorar lo hace y comienza a tirar el resto de cosas que aún quedan sobre la comoda, estoy tan sorprendida por su reacción y la forma como han girado las cosas que solo me mantengo observándolo sin atreverme a acercarme.
Tengo miedo y nunca antes he visto un lado así de él, pero sé que debo pararlo y no se como.
Tono una corta respiración y mientras él sigue perdido en sus ofuscados pensamientos me acerco, sin embargo no me hace fácil así que lo único que me ocurre para calmarlo.
Solo lo beso.
Al principio luce sorprendido, pero las manos no tardan en presionar mis mejillas y su lengua abrirse paso por labios hasta llegar a mi boca, gimo cuando muerde y tira mi labio para volver a besarme, esta vez en un nivel diferente, las manos se apartan de mi mejilla y me rodean la cintura, solo soy consciente que estoy retrocediendo y de como su boca luce dominante, me pierdo cuando mis piernas chocan contra algo que me impide de retroceder, pero tan pronto como la interrogante crece en mi cabeza, es cerrada al caer sobre la cama.
Purre no pierde su tiempo, su cuerpo me aprisiona y vuelve a besarme sobre ella mientras mis manos se deslizan sobre su cuerpo hasta envolver los brazos alrededor de su cuello.
Esta lleno de emociones, puedo sentirlo cada tacto de sus manos contra mi piel desnuda, y el de su boca presionar la mía, en el momento que sus manos deslizan debajo del vestido soy consciente que debo pararlo, pero no lo hago y en lugar de eso dejo que siga, su boca vuelve a llenarme y desliza los labios por mi cuello mordiendo y quizás dejándome más de una marca, se aparta de mi para mirarme y el sonrojo cubre mis mejillas cuando observo quitarse la camiseta, vuelve a mi y comienza a besarme con más fervor siguiendo donde se quedo, con las manos jugueteando con la tira de mis bragas y su lengua haciendo un buen trabajo con la mía.
No se detiene y tampoco quiero detenerlo, ahora mismo no se lo mi cabeza quiere en realidad, sin embargo cuando sus manos dejan de jugar y esta por bajarme mis bragas un golpe irrumpe en la habitación, Purre gruñe en mis labios y se aparta para tomar su camiseta, me siento en la cama sin entender lo que estuve a punto de hacer y intento acomodarme el vestido a la vez que él no tarda en abrir la puerta.
Realmente tenía pensando en hacerlo con él, esto se está saliendo del control.
- Que quieres?
Lo escucho hablar y mi mirada se dirige a la puerta.
No tardo en ver a su padre junto a él.
- Eres un maleducado, José, sabes lo importante que era ese día para mí.
Espeta.
- Bien, me da igual, como se supone que debía reaccionar? Felicitarte? A la mierda. Escucho como su padre respira con fuerza, de seguro sus fosas nasales se encuentran dilatadas.  - Lo único que ha hecho bien esa mujer es traer a Sara al mundo, no me pidas que la quiera. Purre vuelve a hablar. - Después de eso solo ha jodido nuestras vidas, no puedo creer que quieras casarte con ella, no que jodidamente pretendas que lo acepte.
- Estoy tratando de darte una familia, no puedes entender eso.
- No lo entiendo cuando me trajiste con mentiras aquí. Le acusa. - Esa mujer no es mi familia, ella lo arruino, eso es lo único que hizo.
- No puedo hablar contigo así, es la sorpresa. Lo escucho suspirar. - Cuando estes más calmado, hablaremos.
Y solo escucho sus pasos alejarse, es mi invitación para levantarme y irme. Purre cierra la puerta y se vuelve hacia mi, pero soy más rápida y me levanto.
- Ya es tarde, debo irme.
- Te llevare
- Estas enojado. Respondo. - No quiero arriesgarme a que tu ira pueda más y suframos un accidente a mitad de la carretera.
- Jamás pondría su vida en peligro, Pilar.
- Lo se y por eso vas a dejarme ir.
Trago despacio.
Se mantiene en silencio y termina por aceptar, lo entiendo, deben ser demasiadas emociones en una noche para el, salgo de la habitación, bajo las escaleras y observo innumerables taxis a la entrada, termino por tomar el primer táxi y salgo de ahí hecha un lío, mis latidos regresan a la normalidad y cuando me siento lo más lejos posible de ese lugar y olvidando un poco la situación, pero todo eso se pierde cuando la alerta de mensaje suena en mi celular.
No necesito sacarlo para saber que es él, sin embargo lo hago, saco celular de la cartera y abro el mensaje en el whatsapp que lo único que logra es que mis latidos se vuelvan tanto o más de lo que ya estaban antes de salir de la fiesta.
" Tenemos que hablar"

Que se supone que voy a decir?
No lo sé..
Y ya no se que excusas dar para mantenerme lejos de él.

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