Cap 28.

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Narra Pilar

Ha pasado una semana y no es tan diferente a lo que creí que sería, he logrado dejarlo pasar la preocupación de los exámenes, sin embargo no siempre es así y menos en la hora de almuerzo, donde tengo que verlo cada día aunque no quiera, está bien para mí y mientras no se acerque hablarme puedo vivir con eso, extrañamente estoy logrando.
Por qué quería hablarme después de todo?
" Regresa a la vida de mierda que llevas"
Se que me he pasado, lo se.
El aspecto derrotado que había en sus ojos me aviso que fue un golpe directo hacia él, si, había dado donde más le dolía, su desorbitante ego cayo en picada luego de escucharme, esta bien, yo quería esto, es lo mejor, no necesito que Purre siga en mi vida, no si va a continuar intentando llevar todo a un simple juego, porque eso soy para él y ya fue suficiente, lo supe en el momento en el que deje caer en la fiesta de su padre.
Sin embargo, hoy es su cumpleaños, y estoy aquí bajando las canciones de Morat a un CD, si me pregunta porque estoy dándole un regalo, no lo sé, no sé porque hago, quizás es una estúpida excusa mía para verlo o soy bipolar que no sabe que es lo que quiere en realidad, no lo se, tal vez quiera terminar todo con la paz y arreglar lo último que le dije la última vez que cruzamos palabras, en fin nada me dice que me tirara el regalo en la cara, es por eso que no se, se lo daré yo.
- Santiago, puedes darle eso?
Pregunto y sus ojos van directo al papel de regalo y a la cajita con el pequeño pastel.
- Por qué no se lo das tú? Eleva una ceja. - Se pelearon?
- No solo..
- Se pelearon. Confirma y deja escapar un suspiro. - Y como buen amigo, no voy a dejar que eso ocurra.
- Qué?
- Tienes que dárselo tu misma, es descortés que te den un regalo sin que la persona que lo compro esté presente.
- Yo... no creo.
- Ni hablar, ve a su casa, el capullo se desveló festejando, debe seguir dormido. Responde moviendo las manos. - Has ido antes? Pero que estoy diciendo, eres la novia, claro que has ido..
- No en realidad solo me llevo cuando estaba borracha.
- Ese idiota. Frunce el ceño. - Espera estás diciendo que nunca has ido consciente a su casa?
Mierda..
Se supone que seguimos fingiendo? No lo se, pero él quizás aún no le a dicho a sus amigos.
Pilar acabas de meter la pata hasta al fondo.
- Te daré la dirección.

Santiago no espera que proteste y comienza a escribir en un papel.

~*.

No me gusta ese lugar y no se como Purre puede vivir aquí, la casa es hermosa, aunque no puedo decir lo mismo del barrio donde se ubica, por un momento creí que me había equivocado al ver la dirección que Santiago me escribió, no voy mentir estuve a punto irme, este es el lugar indicado para que te roben todo lo que traes.
En fin, ya estoy aquí en su puerta y no hay marcha atrás.
Toco tres veces la puerta de la casa, pero pareciera que no hay nadie al otro lado, lo entiendo, quizá se amaneció en alguna estúpida fiesta a la que está acostumbrado, sin embargo cuando esa puerta se abre y es Malena quien aparece con una de sus camisetas, todo cae en picada sobre mi, mis piernas tiemblan, siento como si mi corazón se presiona de una manera extraña.
No debí haber venido.
- Purre, está en la ducha, pero si quieres esperarlo.
Apoya su cuerpo en la puerta mientras enrosca un mechón de su cabello en su dedo, y me mira con una sonrisa victoriosa .
No respondo por lo sorprendida que estoy y no tarda en apartarse para dejarme entrar, lo hago y solo para comprobar lo que ya se, mis ojos se dirigen con atención de comprobar la cama, aunque no lo necesite, esta desordenada, las sabanas completamente fuera de ella, y las frazadas en el suelo, y porque no, necesitaba ver ese condón en el piso para regresar a mi realidad y querer marcharme de inmediato, dejo la cajita sobre la mesa y intento dar un paso en dirección a la salida y Malena me detiene quitándome el cd, no se lo quito, no tengo fuerzas para discutir con ella.
Veo como sostiene el cd en sus manos.
- Morat?
Su pregunta me da a entender que hay ciertas cosas que no sabe de Purre.
- Tengo que irme.
- Como quieras. Menciona y arrebata él pequeña cajita en las manos. - Se lo entregaré.
No respondo y se inmediato escucho la puerta abrirse, seguramente la del baño, así que me apresuro en salir y no tardo en escuchar a Malena en la puerta.
- Gracias por el Cd, cariño!
Grita y no necesito voltear para saber que está sonriendo.
Es por este tipo de situaciones que aleje a Purre de mi vida y ahora me doy cuenta que si hice lo correcto.

Es lo mejor, para no los dos, en especial para mí.

~*.

Narra Purre

- Porque sigues aquí?
Pregunto al salir de la ducha.
Malena alza su cabeza al escucharme, claramente ofendida pero algo más llama mi atención.
- Y ese pastel?
Elevo una ceja.
Ella no responde y por simple causalidad mi mirada termina en el tacho de basura, frunzo el ceño y me acerco a recoger lo que parece un cd, esto no es mío, claro que no lo es, no soy tan mierda para arrojar cd en mi basurero, lo sujeto entre mis manos y una imagen de Morat se encuentra en ello.
- Quién te dio esto?
Me vuelvo hacia ella.
Malena se encuentra subiendo el vestido, y no me contesta, lo observo como se amarra las tiras, en otro momento estaría con ganas de tirarla, pero extrañamente no lo estoy, en vez de eso insisto en que me diga dónde ha sacado todo esto.
- Pilar estuvo aquí. Suelta con cierto enfado y la resposta me da un golpe en el estómago. - Te trajo ese estupido pastel y ese disco, no sabia que gustabas Morat.
Además de follar y el estupido problema que tengo con mi padre Malena sabe algo más de mi? No, no lo sabe, ella sabe casi nada más que compartir cama conmigo y hasta ahora me doy cuenta.
Mierda...
- Hace cuánto se ha ido?
Su ceño se frunce al escucharme.
- Por qué te preocupas por ella? Es lo suficientemente grandecita para llegar sola a casa.
No, no lo es y menos en un lugar así
Por qué ha venido?
Y dónde crees que estaría metida al llegar acá? En Disney??
Este no es un lugar para ella.
- Es mi novia, debo preocuparme con ella.
Ahora luce más enfadada.
- Pues después de lo que vio ya no creo que sea.
Joder...
- Ese no es tu jodido problema y te dije muy claro que no podías quedarte a dormir.
- Cariño, duermes mejor estando conmigo en la cama, lo sé.
Ella sonríe al ver que no respondo y camina hacia la puerta.
- Vete, Malena.
Pido.
- Supongo que tu cumpleaños aún no acaba. Me sonríe. - Te veré esta noche en el club, cariño.

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