Narra Purre
- Gracias por quedarte con ella esta noche, José.
Menciona mi padre y me entrega la mochila rosa de Sara.
- Sí, al menos tiene un hermano al que le interesa.
Él frunce en ceño.
- Sabes lo importante que es ella para nosotros, deja de comportarte como un niño malcriado, ya es hora de que lo supieres.
- Adiós, Papi!
Menciona Sara dándole un beso en la mejilla.
El le sonríe y veo desaparecer Sara por el corredor seguramente yendo dejar a sus cosas a la habitación donde se queda cada vez que viene.
- La fecha en la que falleció mi mama se acerca. Le recuerdo porque quizá lo ha olvidado. - Solo espero que no escojas el día de tu boda cerca a ese día, ten algo de consideración.
- La tengo, si dejas ese odio que sientes por mí te darías cuenta de cómo son las cosas.
- Y como son? Sonrío. - Lo que veo es que quieres casarte con la mujer con la que engañabas a mi madre.
- Estoy rehaciendo mi vida y intentando darte una familia.
- Con ella no.
Respondo cortante.
- Es que siempre que nos vemos tengo que ponerme a discutir contigo?
- Tienes algo más que decir? Ya dejaste Sara, ahora lárgate.
Por un momento creo que volverá a gritarme, pero en lugar de eso cambia repentinamente la conversación.
- Todavía sales con esa chica? Interroga. - Tu novia, como se llama? La hija de los Pascual.
Me rio.
- No pierdes tu tiempo, ya hasta la has investigado, joder.
- Eres mi hijo, me preocupa con quien sales y más si me la presentas, no sueles presentarme novias.
- No tengo porque hacerlo, con quien salga es mi maldito problema.
- De acuerdo. Toma aire y vuelve a hablar. - Lo que tengas pensado hacer con ella hazlo y luego déjala ir, las chicas como ella no pertenecen a nuestro mundo.
Frunzo el ceño.
- De que coño hablas?
- Niña rica, família influyente, no quiero problema con ellos cuando le rompas su corazón, estoy cansado de sacarte de los problemas en los que te metes.
- No recuerdo que te llamaron en estos últimos meses.
- Te arrestaron por golpear un estudiante. Se gira en dirección a su coche. - Déjala antes que ella deje a ti.
- Crees que tu hijo no es lo suficiente para ella? Estoy tan halagado.
- Esa chica es muy parecida a tu madre, y tu eres mi viva imagen, son el claro reflejo de la relación que vivía con ella, y sé perfectamente lo que va a ocurrir. Deja escapar un suspiro. - Al principio será perfecto, pero el primer error ella te va a dejar, cuando te de cuentas de lo que eres y cuando le falles, ella lo hará.
- Deja de compararte contigo, no parecemos en nada.
- Nos parecemos más de lo que crees, eres mi hijo. No le respondo. - Vendré por Sara mañana.
Lo veo largarse y cierro la puerta con fuerza.Me dirijo hacia la sala y veo Sara encender el televisor a un programa de Disney que siempre ve cuando viene a mi casa, debo admitir que al principio me sentí decepcionado, después de todo hoy era mi noche con la princesa y el que viniera Sara hizo que mis planes cayeran, sin embargo verla aquí solo alegra mi dia que hasta otras cosas dejan de importar.
- Quieres cenar, pequeña?
Le pregunto y ella niega con la cabeza.
- Que vamos a hacer hoy, Pu?
- Que quieres hacer? Pilar vendrá dentro de unos minutos, quieres verla?
- Síii quiero jugar con ella.
Dice entusiasmada y yo solo sonrío.
La puerta no tarda en sonar y es mi pequeño ángel quien corre a abrirla.
Ambas se saludan y la sonrisa se alarga en mi rostro, quizá no debería preocuparme, quizá lo que Pilar está empezando a despertar en mi es solo cariño.
No sé qué demonios tengo.
Mis pensamientos se pierden cuando veo a Sara tomar su mano y llevarla a su habitación, la sigo al verlas doblar la esquina los ojos de la princesa se iluminan al entrar, después de todo es un cuarto de princesas.
Dejo que se entretengan con las muñecas y los peluches y salgo de la habitación dejándolas en su momento de chicas, en ocasiones las veo solo para encontrarlas armando una casa de muñecas y termino por regresar a la sala porque me da la impresión que no me quieren ahí, debería molestarme porque Pilar me esta quitando privilegios con mi hermanita, pero en lugar de eso me siento emocionando de que Sara tenga con quien jugar.
- Puuu! Escucho la voz de Sara llamarme, me giro y las veo venir en mi dirección. - Tengo hambre.
- Que quieres comer, nena?
Ella sube el dedo a sus labios y luce pensativa, un gesto muy adorable.
- Quiero Pizza.
- Y tu, princesa?
Ella sonríe.
- Pizza, sera!
- Creí que no gustabas.
- No gusta la pizza?
Le pregunta Sara como si no pudiera creerlo.
- Tomi se encargo de eso.
Y ahí de nuevo, el molesto golpe que siento en el estómago.
- Quién es Tomi?
- Es un idiota que intenta quitarme a mi novia.
- Purre!
- José, has dicho una mala palabra se lo diré a papi.
Me acusa. Dejo escapar un suspiro y miro a Pilar que intenta no reír.
- Lo siento, no volverá a pasar.
Ella me disculpa y vuelve a insistir con la pizza así que no me queda otra que llamar, marcó el número y nos entregan la pizza en 30 minutos, recibo la entrega y coloco sobre la mesa mientras Sara ve un programa en uno de sus cabales favoritos, me acerco a Pilar y la veo buscar vasos y platos en el repostero.
- Entiendo lo de los vasos. Me acerco a ella. - Pero los platos.. quizá.. estés acostumbraba por ser...
- Si dices miembro de la realeza, te voy a golpear.
Me interrumpe amenazándome con un cucharón que encontró en el lavaplatos.
- No iba a decir eso.
- Bueno. Deja escapar un suspiro y busca a Sara hasta dar con ella sentada el en mueble. - Ella es dulce.
- Lo es.
Tú también lo eres.
- Qué?
Mierda.. lo he dicho en voz alta.
Deslizo una sonrisa.
- Eres dulce, princesa. Ella se sonroja. - Oh, Dios! He extrañado esa expresión rojita.
- Cállate idiota.
Me rio.
- Alguien parece hacer recordado su infancia hoy, la verdad es que no te imaginaba jugando con muñecas, ha sido muy agradable de disfrutar.
- Jugaba mucho. Se encoje de hombros. - Aunque mis padre no dejaban que saliera, siempre venía Victoria a mi casa, era agradable.. Abre la caja de pizza y comienza a servirla en cada plato. - Quieres dos tarjadas?
Solo asiento y separa las tarjadas antes de servir las bebidas, me sorprenda que preparara limona, la verdad es que me sorprenden muchas cosas, la primera vez que la vi llegué a creer que tenía sirvientes por doquier haciéndole caso a sus pedidos, pero me equivoqué terriblemente cuando fui a su casa y la encontré con terrible resfriado y nada más que acompañada de sus tontas amigas.
- O lo era hasta que empezamos a pelear y terminara por quitarme los mejores vestidos. Ella continúa. - Siempre queria lo que yo tenía, no se como no lo vi antes, primero eran los vestidos, las casitas de muñecas y después mi novio..., si, mi amistad con ella estaba arruinada desde antes y ni siquiera me di cuenta. Sonríe. - En cierto modo, me siento tonta.
- No lo eres. Sus ojos se encuentran con los míos. - Al menos hizo bien en acostarse con Lucas.
Pilar frunce el ceño.
- Si no seguirias con él.
- Si, es verdad.Ella no dice más y me alcanza el plato con la pizza, luego sostiene el suyo con el de Sara y se acerca a ella, regresa de un salto y lleva los dos vasos de limona antes de sentarse al su lado y comenzar a buscar una película en Netflix. Después de cenar me quede dormido, cuando vuelvo a levantarme me giro a verlas ambas se encuentran dormidas sobre el mueble y no se en qué momento juntaron los dos muebles y la volvieron como una cama en que la puede caber los dos.
No puedo evitar sonreír al imaginarlas hacerlo lo más callada posible para no despertarme y incluso puedo imaginar adivinhar los gestos que tenía la princesa en el rostro.
Sacudo la cabeza, alcanzo el control del televisor y lo apago antes de volver a Pilar, con cuidado de no despertarlas me acerco y levanto el brazo de Pili de la pequeña cintura de Sara, la sostengo y acomodo despacio en mis brazos, la recuesto sobre su cama cobriendole con las sabanas.
Regreso la sala y cargo a Pilar en mis brazos y recuerdo que no lo he hecho desde que llego borrachita a mi casa y comenzó a adular mi trasero, me río con ese pensamiento y de inmediato recuerdo que esta dormida, dejo escapar un suspiro de alivio al ver que continúa así, y la levanto en brazos hasta llevarla a mi habitación, debería llevarla a su casa, eso debería ser correcto, pero no lo hago y en lugar de eso dejo su cuerpo caer suavemente sobre mi colchón, aparto las sabanas y estoy por meterla dentro de ellas cuando sus ojos se encuentran con los míos, enseguida me arrepiento por no haber sido más cuidadoso.
No me arrepiento de contarle a Pilar sobre mi, tal vez al principio lo hice, pero ahora no me queda duda de que no tengo nada de que arrepentirme.
- Me quede dormida?
Pregunta sobando sus ojos con sus puños.
- Lo las hecho, princesa.
- Que horas es?
Pregunta buscando su celular, pero la detengo.
- Tarde.
- Oh dios.. mis padres van a matarme
Me acomodo a su lado y me detengo a observarla aunque es muy difícil porque mis ojos aún no terminan de aclararse en la oscuridad.
- Qué? Puedo distinguir sus pestañas cuando empieza a parpadear. - Por qué me miras así?
- No he resultado como creíamos. Menciono con una sonrisa. - Tenía una imagen distinta y como sería tenerte en mi cama al final del día.
- Y eso era?
- Desnuda y con mi polla enterrada entre sus piernas. Una vez que las palabras salen recibo un golpe en el hombro. - Mierda, princesa agresiva.
- Pervertido. Guarda silencio pero no dura mucho. - Me la he pasado bien.
Alargo una sonrisa.
- Yo también... gracias.
- Debo estar soñando porque acabo de escuchar a José Giménez, El Purre agradecerme.
- Tal vez lo estás.
Ella se inclina hacia delante y el olor a su shampoo a frambuesas me invade, Pilar sostiene su celular entre las manos y intenta levantarse.
- Son más de las 9, debería irme.
- Deberías..
Pronuncio. Intenta bajar de la cama, pero la detengo acercándola a mi.
Trago despacio antes de hablar.
- Solo si quieres.
No responde, pero a través de su toque siento su corazón acelerarse ante mi tacto, pero esta vez se siente diferente porque aun no se lo que siento, necesito que ella me lo diga, sin embargo, Pilar no responde en lugar de eso la respuesta que quería viene con una pregunta.
- Quieres que me quede?
Guardo silencio y me quedo observándola en la oscuridad hasta que su rostro se va aclarando y me deja una perfecta de sus ojos verdes, su rostro se ve tan sereno y sin nada de apuro por escuchar mi respuesta muy diferente a otras ocasiones, ella continua mirándome y algo en mi se acelera, pero no lo nota y lo agradezco, sus ojos parpadean y sé que quizá es porque quiere volver a dormirse, no tengo mucho tiempo antes de que lo haga así que finalmente luego varios segundos separo los labios para responder.
- Quiero que te quedes.
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Aprender a Quererte!
FanfictionCuando te vi sentí algo raro por dentro Una mezcla de miedo con locura Y tu mirada me juro que si te pierdo Habré perdido la mas grande fortuna ❤️