Cap 101.

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Narra Purre

Cuando llegamos a mi casa seguia nervioso, estaba tan nervioso como la
primera noche que estuvimos juntos, igual de nervioso y cabreado, esa vez por el golpe que acababa de darme mi padre y esta vez por ella, no se de donde encontre la forma de expulsar esos nervios y meter la llave a la cerradura, abri la puerta y ambos nos encontramos con el pequeño monstruo peludo que no dejaba de mover la cola llena de alegria, Pilar sonrío y se agacho a tomarla entre las manos.
- Alaska! Dice con alegria y recibiendo repetidos lamidos en su mejilla. - Te eche de menos bolita de algodón.
Alaska ladro y siguio lamiendo su rostro mientras Pilar aspiro su aroma.
- Huele bien. Dice olfateando y recibiendo otra amida de cara. - Me haces cosquillas, nena.
Alaska ladro una vez y Pilar la bajo.
- La bañe hace poco.
Respondo ganándome una mirada suya.
Alaska volvo a ladrar y corrió en dirección a su plato de comida, Pilar se acerco a la cocina y parece que si recuerda donde solíamos guardar su comida, la tomo entre las manos y le sirvio de su platillo hasta que quedo lleno, la bola de pelos comenzó a comer mientras ella le acariciaba la cabecita y deje que se quedara a su lado mientras yo me dirigia a la habitación.
Me sente junto a la cama y abri el cajón de la comoda a mi lado, sostuve la pequeña caja que se encontraba en su envoltura y la observe durante largo tiempo, aún tenia su regalo en mis manos y no habia sido capaz de dárselo, ni siquiera puedo pensar en dárselo, ahora que la tengo aqui y de verdad me pregunto porque lo sigo conservando.
Eres un idiota, Purre.
De verdad lo eres.
Pilar se demoro bastante antes de venir a mi habitación y supe que ella y la pequeña bola de pelos se habían echado de menos, después de todo por primera vez en estos dos meses pide ver Alaska con esa alegría toda. De verdad no fui el único que extrañe a princesita.
- Se durmió.
Dice pasando las manos por su cintura.
No respondo y un profundo silencio nos inunda, guarde el pequeño regalo en el cajon y la cerre, no la mire en ningún momento.
- Purre?
- Quítate la ropa.
Le interrumpo.
Levanto la mirada en su dirección y pude notar la confusión cruzar sus ojos verdes.
- Que?
- Dijiste que haras lo que yo quisiera, no? Le recuerdo con seriedad. - "Puedes hacer lo que quieras conmigo" esas fueron tus palabras, no? 
- Purre..
- O otra vez fue una mentira? Vuelvo a interrumpirla. - Entonces hazlo. Repito
mirandola. - Quiero follarte.
Cierto temor cruza su mirada y mi corazón se aprieta, no quiero que tenga miedo y no voy a obligarla a hacerlo, no quiero eso.
Trago con fuerza el nudo en mi garganta.
- Mejor...largarte entonces.
Las lagrimas se formaron en sus ojos y nuevamente me odie.
Te estas comportando como un maldito gilipollas.
- Vete de mi casa, Pilar, es mejor..
Hable con voz firme, a pesar que mi corazón se partia dentro de mi pecho.
Ella nego despacio y se quedo en silencio un largo silencio que no tuve duda que saldría de mi casa en ese mismo instante, sin embargo me sorprendió cuando dirigio ambas manos a la atura de su cintura, sus manos tomaron ambos lado y tiro del vestido muy despacio mientras se lo quitaba por arriba, mis ojos se abrieron sin creer lo que estaba haciendo, pero ya estaba ahora la tenia frente a mi con sujetador y solo en bragas, el vestido cayo al suelo y sus ojos subieron lentamente a encontrarse con los míos.
Trague despacio cuando encontre voz para hablar y recupere mis sentidos.
- El sujetador.
Pronuncie.
Y lo hizo, sus manos se dirigieron hacia el broche y prosiguio a quitárselo, me fue imposible no jadear cuando sus pechos tan hermosos y rosados como los recordaba salieron ante mi vista mientras sentia como mi ingle se presionaba, no habia otro lugar donde mirar, no podia ni apartar la vista y volvi a jadear cuando una erección comenzo a formarse dentro de mis vaqueros, empezo a dolerme y supe que ya no habia forma de parar.
Quise pedirle que se quitara las bragas tambien, pero queria ser yo quien se las quitara.
- Ven aqui, princesa.
Logré pronunciar con voz ronca.
Observe como tragaba despacio para
luego acercarse hasta llegar a mi lado a princesita se quedo entre mis piernas y aproveche mi altura para repartir besos por sus muslos, agradeci que la cama sea tan baja para poder disfrutar mas de ella y continue probando de su piel mientras mi polla se endurecia mas, el solo imaginarme dentro de ella otra vez me volvia de ese modo y me hacia imaginar tantas cosas que podia hacerle esta noche.
Puedes hacer lo que quieras conmigo.
Eso voy a hacer.
Coloque ambas manos a cada lado de sus bragas y tire de ellas deslizándose por sus piernas hasta que quedo
completamente expuesta, Pilar jadeo cuando volvi a probar de la piel de sus muslos y prosegui a quitarme también la ropa mientras ordene que se recostara sobre el colchón.
Ella lo hizo sin dudarlo y una vez que
termine de desvestirme, le lance una
mirada al cajón donde comence a guardar los condones, dude en sacar uno y no solo porque no estaba seguro si ella seguia tomando la pildora, sino porque tenia miedo de lo que podría causar en ella si se diera cuenta que comencé a usarlos otra vez. 
- Sigues tomando la pildora?
Me atreví a preguntar.
- No, ya no.
Por una parte senti alivio porque eso
confirmara lo que ya hace unas horas me había dicho, Pilar no ha estado con nadie mas que conmigo y de ser asi no se habria atrevido a dejar las píldoras, sin embargo no se si estaria dispuesto a arriesgarnos a ambos esta noche, joder, yo no tendria ningún inconveniente antes, pero ahora, ni siquiera se en que punto estamos, porque en si ella y yo ya no estamos juntos.
Recordarme eso hace que mi pecho se
apriete
- Esta bien. Dice mirandome con
tranquilidad. - He contado los dias, no estoy ovulando esta noche.
Decido a creerle y continuo donde me
quede, acerco mis labios a su pezon izquierdo y mis parpados se cierra
involuntariamente cuando comienzo a chupar con fuerza de el, la princesa gime debajo de mi y sus piernas se mueven buscando mi polla, deleito mi lengua con sus pechos y comienzo a bajar hasta llegar al ombligo, su piel estaba sumamente suave y su cuerpo tiembla con cada toque de la palma de mis manos, estoy perdido y mis sentidos se han desvanecido, no soy capaz de sentir nada mas que el olfato, el tacto que solo me funciona para palpar el calor de ella sobre mi cuerpo, me separo para observarla y presiono mi cuerpo desnudo sobre lo suyo mientras mis manos se clavan con fuerza en su piel, presiono mi boca y nuestras bocas comienzan a bailar en su interior, gimo, la beso con ardor y hasta quedarme sin aliento, reclamandola como mia recordándole que soy el unico que debe probar esos labios, recordándole que es mia, Pilar gime sobre mis labios y el dulce sonido endurece mi polla, aprieto mi erección en su muslo y ella gime separando su boca de la mia, me encuentro con esos ojos verdes tan perdidos como los mios y por un momento, solo por uno acaricio sus mejillas con mis dedos.
Hay algo en su mirada, tristeza, arrepentimiento y deseo, sin embargo es algo más y no puedo descubrirlo a pesar de que la distancia entre nuestras miradas sea muy corta mi pulgar recorre su mejilla hasta llegar a sus labios y cuando me doy cuenta de lo que estoy por hacer dejo de tocarla de ese modo.
Sin amor, Purre, sin amor, me repito una y otra vez.
Solo sexo, solo ten sexo.
No le hagas el amor, solo ten sexo.
- Separa las piernas, Pilar. Ordeno y sus ojos me observan. - Quiero penetrate.
No he sido nada amable al pedirlo y lo
compruebo al ver sus ojos, pero en lugar de tomar sus cosas, vestirse y largarse, ella hace caso a mis ordenes logrando que me sienta como basura, la princesita separa las piernas y me da acceso a su hermoso coño, me lamo los labios saboreando este momento y acerco mi erección a su entrada, pero solo rozo por encima haciéndola jadear provocándola y logrando que pida por mi polla.
- Purre!
Jadea y mis ojos se cierran largos segundos.
Escucharla rompe todos mis planes no quiero hacer el amor esta noche, solo quiero follarmela porque si le hago el amor ella volvera a romper mi corazón.
Cuando vuelvo a abrir los ojos tengo su mirada fija en la mia.
- Por favor.
- Por favor? Pronuncio mirándola. - Dime que es lo que quieres, dímelo, princesa.
- A ti, te quiero a tí.
Murmura.
El cuerpo comienza a arderme y solo
escucharla logra que mi polla duela.
- Joder, Pili.
Vuelvo a presionar mi erección sobre su coño haciéndola jadear.
- Quieres que te folle, princesa? Interrogo esperando una respuesta. - Quieres que te penetre?
- Purre..
- Eso es lo que quieres?
- Si.. Dios, si, yo quiero eso.
Me responde clavando las uñas con tanta fuerza en mi piel que prieto los ojos por el creciente dolor.
No necesito mas me hundo dentro de ella con un movimiento rapido y doloroso, ella grita y no espero a que se acostumbre tenerme dentro, se la meto toda de una y solo me muevo, hago porque lo necesito, porque todo ha sido un maldito infierno y ella es ahora mi paraíso, estar dentro de la princesita es mas perfecto y es lo que necesitaba, mi cadera se aprieta y el golpeteo que se escucha en cada encuentro es digna de una película, presiono mis parpados deleitándome con esta sensación que no es nueva, pero que me ha hecho falta y cuando siento que necesito mas de esta chica, bajo las manos a su trasero deslizando mis dedos hasta la curva aprieto y levanto su pierna con el fin de tener un acceso mas profundo, ella grita y no me detengo, empiezo a empujar mientras nuestras caderas comienzan a golpearse con mucha fuerza.
- Mas rápido, joder.
Pronuncio con voz agitada y siento sus manos clavarse con firmeza en la piel de mis brazos. 
Me recibe y sigo empujando, incluso
cuando abro los ojos y veo los tuyos.
Sigo meciendo nuestras caderas y ella
no deja de sorprenderme cuando
comienza a respondere, mis ojos se abren y observo el sudor cubrir su frente, dejo caer las manos de su cadera y deslizo mis manos húmedas sobre el colchon hasta dejar mis codos a ambos lados de su cabeza buscando una mejor fricción.
- Dios, Pilar. Murmuro escondiendo la cabeza en cu cuello. - Dios, Pili..
Sus dedos suben por todo el contorno de mi brazo y entierra las uñas en mi hombro, se detiene un momento y comienza a abrazarme rompiendo todas mis barreras, un calor abrazador me abofetea la cara y mi cuerpo vuelve a temblar debido a la intensidad, vuelvo a besarla y mi cabeza es un completo caos.
Solo sexo, Purre.
Solo sexo.
- Purre...
Gime en mi boca y el escuchar sus continuos gemidos me hace enloquecer.
Entonces me rompí.
- Dime que me quieres. Pronuncio sin dejar de frotar nuestras partes. - Dime que me quieres, Pili, necesito escucharlo.
Y una vez mas mi princesita me sorprende.
- Yo te amo.
Mi mirada se clava fuertemente en la suya y ella vuelve a repetirlo.
- Te amo, Purre. Jadea repetidas veces, sus labios se separan antes de que broten de el otro gemido. - Te amo.
Y con esas palabras ella vuelve a romper mi control, solo que esta vez ya no puedo recuperarlo, me dejo llevar y ya no tengo sexo con ella ahora le estoy haciendo el amor.
- Yo tambien te amo, joder.
Respondi sin importarme verme débil.
Al escucharme sus ojos ya no se
encontraron llorosos y ese gesto es
intercambiado con una sonrisa, me
comienzo a mover muy distinto a la primera vez, pero con esa misma
sensación famillar, no soy rudo, ni mucho menos violento, no hay ni siquiera una gota de lo que era cuando empece a hundirme en ella, le estoy haciendo el amor y por ende me
permiti ser mas tierno mientras me esfuerzo a que dure lo maximo que se
pueda.
Nuestros cuerpos continúan con ese ritmo y cierro los ojos cuando los músculos de mis brazos se tensan a su alrededor siento sus uñas clavarse en mi espalda, pero a pesar de ese dolor entiendo que me estaba abrazando me abrazaba como si no quisiera dejarme ir y ese pensamiento llena mis ojos de lagrimas, no se que demonios pasaba por su cabeza pero logro distinguir un sollozo que me hace comprender un poco lo que esta sintiendo, la princesita presiona nuestros cuerpos sin dejar ningún espacio libre y un gruñido brota de mi boca con esa reacción, sigo empujando, dentro y fuera, sigo de ese modo mientras nuestros cuerpos se rozan deslizándose y fundiéndose como uno.
- Mierda te amo tanto 
- Mas rapido, Purre.
Me ordena.
Ya no podia aguantar mas, senti que el momento de llegar al climax se acercaba y aun cuando temia por lo que podia pasar despues de este perfecto encuentro, ya para entonces había perdido mi poca cordura cuando la nueva oleada de satisfacción me azoto, el escaso control que me quedaba desaparecio y con mi cuerpo lleno de puro éxtasis solte un ronco gruñido para luego escuchar como ella me respondia de la misma manera, deslice mi tacto por todo su cuerpo por ultima vez intentando recordarla en mi memoria y apreté su cadera con tal fuerza mientras la penetraba hasta correrme.
Senti el momento exacto en el que ella
tambien llego y me di cuenta confirmándolo cuando sus manos perdieron el control alrededor de mi cuerpo, pellizco mi piel y su cuerpo tembló con ese ultimo empuje, me quede en ese estado, dentro de ella y con nuestras respiraciones combinadas mientras juntaba mi frente a la suya.
Caliente.
Todo mi cuerpo esta caliente.
Me toma tiempo salir de su interior porque en si no queria salir aún, pero tenia que llegar el momento y cuando se dio me deje caer a su lado y permanecimos en silencio hasta recuperar el aliento, me quede observándola mientras ella no apartaba la mirada de mi techo, jadeaba despacio y mi pecho se inflo por haber provocado eso, la princesita tenia la piel humeda por el sudor y los labios entreabiertos, mi mirada recorrió su rostro y cuando me di cuenta en la situación en la que nos encontrabamos, entendi que esta noche ha sido tan perfecta como aquella vez que lo hicimos por primera vez y que también al igual que esa vez siento que no estaba listo para dejarla ir.
- No queria llamarte de cobarde el dia de la graduación. Confieso con sinceridad y ganándome su atención. - No era mi intensión.
- Esta bien. Me dice aun agitada supongo que aún no era momento de hablar, sin embargo se las arregla para contestarme - Creo que me lo merecía. 
- Olvidemos todo, princesa. Suelto sin importarme nada. - Olvidemos todo y empecemos de cero otra vez.
Una leve sonrisa curva sus lábios.
- Seria la segunda vez que hacemos eso
parece que siempre tenemos que empezar de cero.
Comenta bajando la mirada.
- Que hay de malo en eso?
Pregunta incorrecta, Purre.
Ella solo sonríe.
Trago despacio dudando en preguntar, pero mi boca es mas rapida que mi
indecisión por hacer la puta pregunta
- Sigues sin ver un futuro conmigo?
Sus ojos verdes me observan.
- Creo que eres tu el que no ve un futuro conmigo.
La confusión me invade hasta que ella
vuelve a hablar.
Traga despacio como si tuviera miedo.
- Con cuantas chicas has estado desde que terminamos?
Algo me golpea el estomago y reacciono sentándome en la cama.
- No puedes echarme en cara eso, no
estamos juntos, me hacias falta y necesitaba olvidarme de ese dolor.
Lo comprendo y las palabras de mi
padre resuenan con fuerza dentro de mi, he hecho lo mismo que él y no se que pensar sobre eso.
- No me has respondido. Dice
sentandose a mi altura mirándome. - Con cuantas?
- No las he contado. Trago despacio y niego. - Ni siquiera me acuerdo de sus caras.
Ella asiente. 
- Eso es reconfortante.
Guardamos silencio y me quedo sin nada que decir.
- Tienes razón, no estabamos juntos y no quiero que pienses que te estoy echando la culpa por hacerlo, no es así. - Creí que se habia acabado. Confieso con sinceridad. - Espere por ti y crei que me buscarias, pero nunca llegaste, luego Facundo dijo que te vio con alguien mas y supongo que ten tanta ira dentro de mi que lo interprete mal. Continuo mientras sus ojos siguen fijos en mi. - Si, hubo chicas, no lo voy a negar, pero he hecho por ti lo que jamas haria por ninguna de ellas, todo mi corazón y también mi amor es tuyo. Niego despacio. - Yo no voy por la vida prometiéndole amor a cada chica que se me cruza, no lo hago y sabes
porque, Pili?
Logro ver las lagrimas en sus ojos y
entiendo que mis palabras le han tocado.
- Porque eres la unica chica para mi, eres la única que logra acelerar mi corazón y tambien eres lo primero que pienso al despertarme en la mañana y al irme a dormir, incluso en mis sueños estas presente y puede sonar el cliche mas barato del mundo pero joder, es la maldita verdad.
Ella se muerde el labio reprimiendo un sollozo, se acerca a miy presiona su boca sobre la mia ligeros segundos.
- Que significa esto, Pili?
Me atrevo a preguntar.
- Significa que te amo.
Confiesa.
Una debil sonrisa curva mis labios.
- Y que va a pasar ahora? Interrogo con cierto temor. - Y que va a pasar mañana cuando despierte?
Ella traga con dureza y baja la mirada
- Ahora, yo estoy aqui.
- Pili..
Coloca un dedo sobre mis labios callándome de golpe.
- No pienses en mañana. Junta su frente sobre la mia y logro ver las lagrimas acumularse debajo de sus ojos. - Solo hazme el amor, Purre, solo hagamos el amor.
Me quedo observandola, pero cuando
ella empieza a besarme ya no hay vuelta atras disfruto de esta noche hasta que volvemos a llegar al orgasmo y nos quedamos dormido.

Sin embargo, a la mañana siguiente pasa lo que mas temia, Pilar vuelve a romperme el corazón cuando se marcha, pero esta vez lo hace para no volver nunca mas a mi lado.

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