Cap 27.

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Narra Purre

" La única razón por la que continué este acuerdo fue para probarme a mi misma lo que todos ya dicen, que nada bueno viene saliendo de ti, ya no necesito comprobar nada más así que ahora lo sabes y que ya he terminado de fingir contigo, puedes regresar a la vida de mierda que llevas "

Una sonrisa sarcástica vuelve a formarse en mis labios y no puedo evitar reír al recordar otra vez las agallas que tuvo la princesa para hablarme de esta forma, la risa sale tan fuerte de mi garganta que incluso el estupido grupo sentado a una mesa de donde me encuentro dirige su estupida mirada hacia como si no tuvieran una mejor puta cosa que hacer, es sabado, jorder, y estoy en el club buscando algún rastro de los puros amigos putos de mis amigos, pero como de costumbre deben estar metiéndose dentro de las piernas de una chica.

"Puedes regresar a la vida de mierda que llevas"

Si, mi vida es una mierda, no todos podemos vivir en un castillo y tener una perfecta familia, no todos pueden vivir su estúpida vida de cuentos de hada.
Joder, ella es igual...
Pilar Pascual a resultado ser igual que los demás, igual que cualquier persona que se entera de la relación de mierda que llevo con mi padre y de la forma en la que desquito mi ira, está bien, no lo culpo por alejarse y dar por terminado todo esto, es lo más sensato que cualquier persona haría en su lugar, pero, mierda, no puedo evitar sentirme molesto, mucho menos cuando sus palabras ya quedaron registradas en mi cerebro y parece que esa parte que controla mis memorias se niega a olvidarlo.
Maldita sea...
- Me invitas un vaso?
Siento unas uñas largas deslizarse por la piel de mi brazo izquierdo.
Me giro hacia ella y aparece Malena en mi campo de visión, ella un vestido ajustado y no estoy ciego después de todo y se lo que quieres lo mismo que yo.
- Mis padres están fuera de la cuidad, cariño. Dice mordisqueando su labio. - Estoy sola en casa por los próximos días y estabas pensando que podríamos divertirnos.
Si, eso es lo que necesito ahora.

~*.

Me largue lá mañana siguiente sin despertarla y volví la misma noche, después de todo tener la casa solo para los dos próximos días siguientes y no iba desaprovechar una oportunidad así, además es excelente tener una cama de vez en cuando y no tener que follar en el baño de la escuela cada día.
No puedo quejarme, sexo es sexo y es excelente donde quiera que se de.
Por otra parte no se como voy a dar el anuncio de mi supuesta ruptura con Pilar, ni siquiera se como hablar con ella, mucho menos cuando a estado huyendo de mi y se ha mantenido pegada al capullo de Tomi el resto de la semana, debo terminar esto de una vez antes de que las personas empiecen a hablar y ser etiquetado otra vez como el chico al que le engaño su novia.
Aunque se que ella no es así, Pilar es diferente.
De eso no me queda duda.
Estoy tan perdido en mis pensamientos que no me doy cuenta que mi cuerpo golpea un pequeño cuerpo y los libros caen al suelo, entonces me giro hacia ella y un dejavú choca contra mi cabeza, recuerdo perfectamente que la primera vez que hablamos fue en una ocasión parecida, se supone que aquí fue el momento donde le pedí una explicación de porque me beso a mitad del pasillo, y empezamos nuestra falsa relación al día siguiente, pero ahora es diferente porque ella ni siquiera se a percatado que soy yo.
Observo a Pilar recoger los libros que tire y no me pierdo tiempo, me inclino a ayudarla a recogerlos, no levanta la cabeza aunque estoy seguro que sabe que se trata de mi, pero no lo hace y termino por sostener el último libro que se lo cayo.
Quiero preguntarle porque se alejo, aún cuando se muy bien porque lo hizo, tiene miedo, si, quizás, pero solo quiero oírla o que se atreva mirarme.
Trago despacio antes de hablar.
- Princesita...
Su cuerpo se tensa al oírme, pero cuando se separa sus labios otro ruido nos interrumpe.
- Pili!
Escucho la voz de Tomi al final del pasillo.
Mis ojos van hacia él, y nunca antes tuve más ganas de golpearlo o que ahora mismo, lo próximo que siento es como ella me arrebata el libro de las manos y se levanta como un resorte, entonces ella se aleja de mi y corre hacia él.
Siento un golpe en el estómago cuando lo hace, pero no fue tan fuerte como el segundo golpe que siento al verla sonreírle y irse con él.
No me ha mirado..
Ni siquiera ha atrevido mirarme
Jorder
Esta bien, supongo que va en serio

Ella va en serio.
Y parece que mis días de tener a Pilar en mi vida han terminado.

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