Cap 24

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Narra Pilar

Estoy muy sorprendida cuando Purre detiene el coche frente a la recepción donde se dará la fiesta, es demasiado elegante incluso para mi y es extraño si recuerdo que detesta este tipo de lugares, no le gusta involucrarse con las personas de este ámbito social, y pensaría que es hipócrita de su parte de no ser porque quizás haya ocurrido con su padre, algo que no se, la verdad es que no se nada, lo único que ha mencionado es que le darán un puesto importante a su padre, pero todo resulta extraño.
- Estas nerviosa? Pregunta mirándome. - No tienes que estarlo.
- Considerando que tu padre piensa que soy una chica de una noche, tal vez si necesite sentirme nerviosa.
- No tenemos que quedarnos toda la noche, princesita. Dice. - Podemos esperar a que haga su estupido anunció y luego largarnos.
- No lo creo. Niego. - Mis padres creen que fui a una fiesta con Lucas, no me esperan en casa y pronto.
- No crees que ya es hora de que les digas la verdad?
- Que tengo un novio falso?
- Que ese gilipollas te engaño con tu mejor amiga. Me recuerda. - Estoy seguro que dejaran esa mierda de que - sigas con él.
- Si, y mi papa quizás pierda todo después de golpear a Lucas.
La expresión de su rostro me da la razón.
- Bien, pero igual podemos irnos, podríamos pasarla bien.
- Prometiste que no intentarás nada esta noche, Purre.
Le recuerdo.
- Van a entregarme las pruebas mañana y cuando lo hagan, no habrá otra excusa que puedas inventar para mantenerme alejado.
- Es extraño si las pruebas vienen de mi madre. Dejo escapar un suspiro. - Que crees que pensaría si descubre que su paciente quiere acostarse con su hija?
- Afortunadamente no va a enterarse.
- Si, yo también espero lo mismo.
Quita el seguro del coche y sale el primero para luego ayudarme a salir, el calor se va de mi cuerpo cuando lo hago hago y el frío de la noche me cubre, Purre sujeta mi mano y ambos entramos a la reunión en la que no conozco nadie, cuando cruzamos la puerta es incluso mejor de lo que ve se de afuera, y la música clásica.
Purre debe estar incómodo con ese traje, pero no puedo evitar pensar lo bien que se ve, los ojos de cualquiera chica saltarían al verlo porque además de lo hermoso que se ve cada día, hoy esta mejor que nunca.
- Qué pasa? Eleva una ceja. - Creí que estabas acostumbrada a estos lugares.
- Te la pasas todo el tiempo llamándome de princesa. Su ceño de frunce con mis palabras. - El punto es que este lugar, tu padre, tu, no estás lejos de tener las cosas que me criticas. - Me mentiste.
- Claro que no, estas cosas no son mias, son de mi padre. Responde con cierto enfado. - Lo que tengo es lo que hay en mi apartamento, además de eso y nada es mío.
- Pero con todas estas cosas, estas afuera buscando problemas y prefieres hacer eso a estar aquí, lo haces para llamar la atención o hay alguna razón en especial?
- Digamos que nací en la familia incorrecta. Responde. - O que soy la oveja negra.
- No lo entiendo.
- Tampoco espero que lo hagas y no quiero seguir con el tema.
Afortunadamente no dice nada más, y salimos hasta el salón principal, entonces, A Thousand Years comienza a escucharse a través de los parlantes y las parejas no tardan en llenar la sala, Purre corta la distancia que nos separa y se acerca a mi oído, por un momento creo que intentara seguir con nuestra conversación.
- Quieres bailar?
Me sorprende, porque no es típico de él.
- Bailar? Es una canción muy lenta..
Le recuerdo.
- Lo se, estoy oyendo, princesita.
No espera mi respuesta, su mano se desliza por mi brazo hasta llegar a mi mano, la presiona y me lleva a la pista de baile, atraemos la mirada de los que están cerca, pero afortunadamente esas miradas se pierden muy rápido, coloca mi mano sobre su hombro y la otra la aferra fuertemente a mi cintura, me acerca a él y comienza a moverse lento, siento su aliento chocar en mi oreja, mi mentón cae sobre su hombro y mis dedos aprietan su camisa, entonces lo escucho reír.
- Te lo dije, se hacerlo.
- Deja de presumir.
- Ya saben lo que dicen sobre los que bailan.
Se aparta para observarme.
- Y que dicen?
Pregunto elevando mi mirada a sus ojos. Su mirada regresa a la mía y alarga una sonrisa antes de responder.
- Que son buenos en la cama.
- Otra vez estas intentando ligar.
- No lo estoy haciendo, que tu cabecita lo desee es muy diferente.
Recibe una palmada en su hombro.
- Otra vez regresa la princesa agresiva?
Achica los ojos como si le hubiera dolido.
- Prometiste que esta noche no intentarías nada, solo así accedí venir.
- Esta bien, esta noche no intentare meterme en tus bragas, pero si eres tu quien quiere darme ese pase libre, lo aceptaré, soy hombre después de todo.
Niego y subo las manos por su cuello mientras la melodía sigue sonando y esta canción parece interminable, pero una parte de mi no quiere que termine, Purre vuelve a acortar la distancia y pega su rostro al mío mientras sigue moviéndose, siento como aspira el olor de mi cabello.
- Estas muy guapa esta noche, princesita. Menciona cerca de mi oído. - Muy guapa.
- Purre..
- No estoy coqueteando, nada de trucos, lo se.
Se defiende.
- Entonces, gracias!
Respondo y lo escucho reír. Se separa de mi y sus ojos encuentran los míos.
- Mi padre esta observando.
Menciona y cuando intenta girarme el me detiene.
- No te han enseñado a ser prudente?
- Eres el menos indicado para decir eso.
Se ríe y acerca hasta rozar mi nariz, parpadeo y miro sus ojos, sin embargo el nervosismo me lo impide y termino por agachar un poco la mirada.
- Venga ya, besame princesa.
Su boca roza la mía y termina por sellar nuestros labios.
Dejo que lo haga, no me retiro, es más, termino por seguirle el beso mientras siento su mano deslizarse por mi espalda hasta detenerse en mi cintura, mis dedos se entierra en su cabello y escucho un gruñido cuando me aparto para tomar una leve respiración, y besarlo de nuevo, su boca se ha vuelto adictiva para mi y aunque intente negarlo no veía la hora de volver a besarlo, odio sentirme así porque por momentos me siento sometida y que en algún punto de mi vida voy a dejar que termine por hacerlo, se aparta de mi y sus dedos recurren mi labio inferior, no entiendo lo que intenta hacer hasta que el sabor de mi labial llena mi boca, y él vuelve a limpiar el resto del labial que se ha corrido en mis labios.
- Creo que ha convencido.
Me sonríe.
- Purre. La voz de su padre nos interrumpe y mis ojos lo ven, a él junto a la que debe ser la novia y la pequeña Sara.
- Papa!
Menciona y siento la tensión. Su padre se gira hacia mi.
- No vas a presentarla?
- Ella es Pilar Pascual, es mi novia.
Me muerdo el labio.
- Mucho gusto.
Pero él no acepta mi mano y solo me mira, me siento en ridículo aun cuando se gira hacia Purre, sin embargo eso se va cuando Sara se acerca a mi.
- Hola, Pili!
- Hola... Me agacho para estar a su altura. - Estas muy bonita, luces como toda una princesita.
- Como tu?
Me sonríe y me río.
- Tu y mi hija se conocen? Habla la mujer de cabello negro, acompañante del padre de Purre.
- Si. Purre responde por mi. - La lleve a conocerla.
- Cuando ha pasado esto? Frunce el ceño. - No quiero imaginar que...
- Sara es mi hermana. Le interrumpe. - Solo la lleve a conocerla, no hagas un puto drama de esto.
Veo como su padre le toma del brazo.
- José hoy no.. moderate por favor .
Purre aparta su brazo con brusquedad y me sujeta de la mano.
- Creo que deberíamos irnos.
- Aun no he dicho, José. Le recuerda su padre. - Una vez que lo haga puedes largarte, pero ahora no arruine esto.

Protestando termina por aceptar y creo que solo es el inicio de esta noche llena de problemas..

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