Aprender a Quererte!

Cap 9.

Narra Pilar

- Qué sucede contigo, Pilar? La voz de mamá resuena en mi habitación. - Tu padre y yo estamos muy decepcionados de tu comportamiento.

Intento no mirarla, mama luce realmente histérica, botando chispas de enojo por todas partes, mientras papá dedica sostenerla para tranquilizarla, si mamá sigue así terminara explotando .
- Dios! Estala en un grito tan fuerte que me encojo.  - Has ido muy lejos, Pilar Pascual! Desde cuando te has vuelto tan rebelde? Nunca has causado problemas de este tipo.
- Mamá!
- Como voy a disculparme con los padres de Victoria?
Ahora sí estoy muy enojada. 
- Victoria no es lo que crees, no es lo que nadie cree, aparenta ser otra pero...
- Entonces que es? Interrumpe papá. - Pequeñita, ayudaría mucho si nos dices que paso exactamente.
Qué debo decir exactamente? No puedo decir nada, no por ahora..
- Y bien? Mamá ahora insiste. - No vas a decir nada?
No respondo.
- Te conoces con Victoria desde usaban pañales. Es terrible que la amiga que conoces toda la vida sea una sucia perra. - Eso es todo, voy a solucionar esto y... Me señala. - Esta castigada.
- Qué? Eso no es justo.
Grito.
- No me levantes la voz, Pilar! Me regaña. - Estoy considerando que no vayas al baile tampoco.
Ni siquiera quiero ir.
Mamá deja escapar un suspiro y sale del cuarto sin decir nada, papá se queda observándome y su mirada de desilusión me aprieta el pecho con fuerza.
Me quedo sentada sobre la cama y las horas pasan hasta que finalmente mi estómago cruje, decido salir de mi habitación, bajo las escaleras y mamá me fulmina con la mirada, ruedo los ojos y me acerco al frutero, sujeto una manzana y la muerdo sentándome sobre la mesa.
- No recuerdo haber permitido que bajes.
Dice mamá cortando los vegetales.
- Mi amor, déjala. Escucho papá desde el mueble. - No vas a mantenerla encerrada y con hambre.
- Lo ves. Mamá levanta el cuchillo y señala en su dirección - La consciente demasiado, es por eso que está niña se a vuelto una rebelde.
No soy ninguna rebelde.
Veo en la mesa un pastel lo suficientemente grande solo para nosotros tres.
- No es demasiado?
Señaló a la mesa y veo cómo comparten una mirada cómplice. 
Qué rayos sucede aquí?
- Mamá?
- No te enojes, pequeñita. Escucho papa y me giro hacia él. - Tu padre invito a Victoria y sus padres.
Qué demonios?!
- Es mi manera de disculparme.
Dice orgullosa.
- Es que te ha vuelvo loca?
Gritó y los dos se quedan observándome.
Oh mierda...
- Ve a cambiarte, Pilar. Ordena mamá. - Ellos no tardan en venir.

Salgo de la cocina hecha un lío, ingreso a mi habitación y cierro la puerta con fuerza.
Realmente piensa que voy a disculparme con ella. Ni de joda!
Alcanzo el celular y busco el número de Renata y Itziar no contestan, entonces me lo pienso un minutos antes de condenarme a mi misma, me muerdo el labio y deslizo mi dedo hacia la única opción antes de escribir un mensaje al número de Purre.
" Hay una reunión aburrida en casa, sálvame. "
No espero una respuesta, pero no tarda en aparecer.
" Voy para allá 😌"
Por primera vez su estupido emoji no me desagrada, tecleo una respuesta y dejo el celular en la cama al escuchar a mi madre tocar la puerta.
- Ya estas cambiada?
-  Voy a bañarme primero.
Respondo enojada.
- Bien, no te demores.
Me apresuro en buscar una sudadera y ruego con todas mis fuerzas que Purre llegué antes de Victoria. Me asomo por la ventana y entonces lo veo, lleva una camiseta blanca y uno de sus pantalones oscuros y por supuesto esa molesta sonrisa arrogante en el rostro, mi celular suena, así me apresuro a leer su mensaje.
" Vas a bajar o la princesa necesita que suba?
Ruedo los ojos.
" Voy a bajar, deja de ser tan capullo"
" Creí que tenias que pedir que soltara su larga cabellera, princesa.
" Me sorprende que conozca a rapunzel"
" Baja y discutimos"
Guardo el celular en el bolsillo de mi pantalón corto y salgo de la habitación, cerrando la puerta con sumo cuidado de no hacer ruido, bajo cada escalón con cuidado y muerdo mi labio controlando la calma, finalmente no hay rastro de mis padres en La Cocina, asi que me arriesgo y salgo por esa puerta.  Doy un pequeño salto mental cuando cruzó el jardín y llego hasta el coche de Purre.
- Al fin. Responde guardando el celular en sus pantalones. - Creí que deba ir por ti como un buen Romeo.
- Estas lejos de ser mi Romeo, Purre.
Respondo entrando al coche. Él ríe y niega con la cabeza antes de prender el motor.
- No crees que sea un buen Romeo?
Pregunta volviendo hacia mi.
Pero no obtiene respuesta porque de inmediato escucho otro coche estacionarse frente a mí casa.
- Qué hace tu mejor amiga aquí?
Pregunta al ver Victoria bajar del coche.
- Es la razón por la que te pedí que vinieras. Frunzo el ceño. - Y no es mi mejor amiga, ni siquiera somos amigas.
Victoria achica los ojos en mi dirección seguramente para asegurarse que soy yo, lanzo una maldición y me agacho en el asiento cubriendo mi rostro. 
- Vamonos. Pido. - Solo arranca de una vez.