Cap 104.

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Narra Pilar

El despertador me levanta a la mañana siguiente y logra que me siente de una sobre la cama, lo primero que hago es examinar la habitación y para mi alivio estoy en casa aunque no recuerdo como llegue después recuerdo el espejismo de Purre frente a mi y no estoy segura si fue real o no, o si fue solo producto de todo el alcohol que me meti en el cuerpo, ademas me desmaye y quizás algún tipo me puso algo extraño en mi bebida.
Purre..
Fue un sueño?
Tuvo que ser un jodido sueño.
Resoplo y me dejo caer sobre la cama una vez mas dirijo mi atención al reloj, son mas de las 11 y sigo en la cama, me levanto como un resorte y voy directamente hacia la ducha tomo una rapida y bajo las escaleras después de cambiarme, encuentro a la abuela preparando el almuerzo y me acerco a saludarla avergonzada.
- Dormiste mucho.
- Lo siento, abuela.
- Quieres tomar desayuno? Me pregunta mientras busca algo en el refrigerador. - O do prefieres esperar el almuerzo? Estoy haciendo albondigas, cariño.
- Esperare. Sonrío y escucho al abuelo hablando en la sala, me giro unos segundos y regreso mi atención a la abuela. - Tenemos visitas?
- Alguien ha venido a verte.
Oh dios..
Antes de darme cuenta estoy dirigiéndome hacia la sala y todo se queda en silencio cuando llego hasta él, el abuelo se levanta y me da un par de palmadas en el hombro antes marcharse mientras yo no puedo apartar los ojos de él.
- Princesita.
No a sido un estupido sueño, él realmente esta aqui.
Mis ojos lagrimean.
- Purre..
Me trago las ganas de querer correr hacia él y abrazarlo, pero gracias a dios se me olvida cuando doy con su rostro.
- Que te hiciste en la cara?
Pregunto frunciendo el ceño.
Pasa el dedo pulgar por su labio y incluso ese gesto me hace temblar, este es el efecto El Purre que siempre me produce.
Sin darme cuenta estoy sonriendo me dirijo hacia el baño y regreso con un botiquín en mano le ordeno que se siente en el mueble y se mantiene en silencio mientras comienzo a pasar crema por los golpes.
- Con esas habilidades de enfermera, me pongo a dudar si serás una gran doctora.
Suelta de repente.
Le lanzo una mirada fulminante
- Es broma. Sonríe he echado de menos esa sonrisa. - Se que seras una excelente doctora, princesa.
Trago despacio y guardo las cosas en
el botiquín.
- Tenemos que hablar, Pili.
- Por que estas aqui?
Interrogo obligándome a mirarlo.
- He venido a recuperar lo que es mio. Sus palabras hacen acelerar mi corazón.
- Creí que habia quedado claro. Respondo sin apartar la mirada. - Mi corazón es tuyo, siempre lo sera, no hay nada que recuperar.
- Aún me amas?
Las lagrimas se acumulan debajo de mis ojos.
- Que pregunta tan obvia. Trago con pesadez. - Aun lo hago, como podria olvidarte tan rapido? Yo te amo.
- Pero no lo suficiente como para volver conmigo.
Me interrumpe.
- Necesito tiempo.
- Por eso me abandonaste?
Su pregunta se siente como dagas atacando mi corazón.
- Purre..
- Si querias tiempo solo debiste decírmelo. Junta ambas cejas con enfado. - No aprovechar mi menor descuido al quedarme dormido y marcharte dejandome con el corazón roto.
Muerdo mi labio con fuerza.
- Lo siento, tenia que irme, mi vuelo salia..
- Entonces no debiste venir a verme.
Me interrumpe.
- Lo hice por ti, porque te lo prometí.
- No, no lo hiciste por mi. Niega mirándome. - Lo hiciste porque lo
necesitabas, me necesitabas tanto como yo a ti y no soportaste la idea de irte sin estar juntos una vez mas, y sabes muy bien la razón.
- Yo..
- Porque me amas. Me interrumpe. - Aún me quieres y la prueba mas solida de que debemos estar juntos es por eso.
Termina y rapidamente su mano se dirige a mi estomago.
Que?
Que rayos esta pasando aqui?
- Que?
Frunzo el ceno con confusión.
- Ya lo sé.
- Que sabes?
Purre traga despacio y baja la mirada
quitando la mano de mi ventre.
- Tu amiga me lo dijo.
- Renata? No dice nada y continua mirándome. - Por que Renata te lo dijo? Abro mis ojos sorprendida, niego y intento buscar una pregunta mejor. - Santiago lo sabe?
- No, no lo sabe, por que tiene que saberlo?
Pregunta con confusión.
- Como que porque? Interrogo. - Purre. Trago despacio esperando que no vaya directo a golpear a Santiago. - Él es el padre.
Me mira completamente horrorizado y confundido, rapidamente se levanta y sus ojos son llamas, aprieta los puños con tanta fuerza y su cara se llena de irritación mientras la confusión sigue golpeándome.
- Que?
Eso no ha sonado nada bien.
- Él es padre, Purre.
Hablo con cierto temor.
- Que demonios?
Habla con voz fuerte.
Mi cuerpo se sobresalta.
- Joder, Pili, dime que no es cierto. Sube las manos a su cabello y comienza a gruñir irritado. - Voy a matarlo juro que voy a matarlo! Juro que voy a matarlo! Repite una y otra vez. - Voy a cortarle las bolas y...
- Purre.. era normal, lleva tiempo haciéndolo.
Le interrumpo tratando de que entienda. Se detiene de golpe y me mira completamente furioso, no crei que al descubrir que Santiago haya embarazado a mi mejor amiga le calera como un balde de agua fria, pero bueno, tendre que lidiar con esto.
- Tiempo? Desde cuando?
Aprieta la mandíbula.
- Como que desde cuando?
- Desde cuando me estabas engañando con mi puto mejor amigo?
Que?
También me levanto como un resorte.
- De que demonios estas hablando? Pregunto completamente confundida aturdida extrañada y todas los sinonimos que puedan existir.
- Has estado viendome la cara todo este tiempo?
- Que? Parpadeo y niego. - Purre!
- Voy a matarlo y tu, tu eres. Me señala con enojo. - Eres una...
Rapidamente cubro su boca con mi mano.
- No digas ni una palabra mas, José Giménez. Hablo con firmeza y su cuerpo parece relajarse. - No digas nada de lo que puedas arrepentirte.
Me aparta el brazo de golpe y frunce
ceño.
- Arrepentirme? Si, quizás de venir. Mi pecho duele con esas palabras. - No debí venir joder, no debí venir.
Aprieto mis puños con fuerza.
- Quieres dejarme hablar?
Pero él sigue en su mundo y diciéndome las multiples maneras de matar a Santiago mientras camina alrededor de la habitación furioso, es mas, creo que todas las ideas que esta nombrando servilia para algunas películas y estoy segura que seria un éxito rotundo, en momentos asi Purre suele tener mucha imaginación.
Si, mucha imaginación.
Sin darme cuenta estoy riendo y él se detiene para lanzarme una mirada
fulminante.
- Te parece gracioso, Pilar?
- Si, Dios. Suspiro y el sigue fulminandome con la mirada. - Dios, no..
Lo siento, Rena realmente hemos creado una confusión y no quiero que siga siendo de este modo.
Tomo un largo suspiro antes de responder y poner fin a sus ganas de matar a su mejor amigo.
- No estoy embarazada.
El alivio parece cruzar su rostro y no se como tomarlo, no se si su reacción es al saber que no lo estoy o si es porque se trata precisamente de Santiago, rapidamente borro ese pensamiento cuando recuerdo que la razón de todo esto es que él piensa que tuve algo con Santiago.
- Que?
- No estoy embarazada, Purre. Repito esperando que me entienda. - No lo estoy, no estoy embarazada.
- Pero Itziar..
Oh mierda.
Itziar, que demonios has hecho?
- Itziar me dijo que estabas embarazada.
Elevo una ceja.
- Y por que cree eso?
- Tu madre fue a hacerle un montón de preguntas. Junta ambas cejas. - Ademas como coño explicas el recibo de un prueba de embarazo?
Suspiro.
- Jamás dije que no había una embarazada.
- Hay una embarazada?
- Renata.
Respondo finalmente.
- Renata? Interroga. - Entonces Santiago.. Asiento despacio. - Y tu y Santiago? Parece confundido y me dedico a negarlo. - Joder.
Me rio una vez mas.
- Mierda, mierda, mierda. Repite sin cesar y como un disco rayado.- Renata esta embarazada.
- Ya dije que si.
Junta ambas cejas con enfado y parece mas enojado.
- Voy a matarlo ese hijo de puta.
- Y yo voy a matar a Itziar.
Suspiro.
Estoy segura que lo hizo a proposito y no es la primera vez, pero al menos pude ver a Purre otra vez.
Aunque...
- Por eso has venido? Sus ojos se enfocan en mi. - Creíste que estaba embarazada por eso viniste.
Murmuro.
- Pilar..
- Supongo que ya no hay nada que te
retenga aqui, no?
No me responde y mi corazón se aprieta con fuerza, siento las inmensa ganas de llorar invadir mi cuerpo, pero intento mantenerlas donde están.
- Creo que debes irte, Purre.
- Princesa.
- Tienes que irte.
Purre no dice ni una palabra mas, me
mantengo en silencio observándolo y
cuando no me cabe duda que no va decir ni una palabra mas me marcho y él no me detiene y quizá esta confundido por todo lo que acabamos de aclarar, pero el pensar que tengo razón y que el solo esta aqui por esa confusión hace que mi corazón duela mucho mas, sin embargo a pesar de eso la esperanza sigue en mi, pero resulta ser temporal porque lo siguiente que escucho es un portazo avisándome que se ha ido.

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