Cap 61.

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Narra Purre

Ella esta aqui
Esta aqui
Y con él
Los pensamientos que me ofuscan la cabeza en este momento vienen con tanta fuerza que comienza causarme una horrible jaqueca, joder, ella ni siquiera se ha dado cuenta de que estoy aqui y parece que el tema de olvidar lo que sea que tuvimos le esta llendo de maravilla, Pilar no deja de sonreirle al idiota del Matías él no desaprovecha la oportunidad para tocarla, en cierto modo lo entiendo, yo tambien haria lo mismo, pero eso no quita las ganas que tengo de usar su rostro como saco de boxeo no se cuanto dura la cancion de mierda, pero se ha vuelto una puta eternidad esperar que él se aparte de ella, lo peor es que no le incomoda, es más, ella lo está disfrutando.
Los minutos pasan y cada vez me siento mas cabreado, esto es mi culpa por ser un masoquista de mierda y venir a verlo con mis propIos ojos, debería dar media vuelta y irme ahora que lo he comprobado, pero no quiero hacerlo y ni siquiera se la razon, la sigo con la mirada y me siento mas relajado cuando dejan de bailar, pero mis alarmas se prenden en el instante en el que otros tres chicos que parecen ser amigos de Matías se acercan a ella rodeandola como buitres, Pilar les sonrie y intercambia palabras con ellos
durante un largo tiempo.
De que demonios hablan durante tanto tiempo?
Ni siquiera se leer los labios como para averiguarlo así que solo me queda observar mientras cada uno de mis músculo vuelven a ponerse rígidos, pero no acaba ahi y eso es lo peor, uno de ellos le sostiene el brazo y mi mandibula se aprieta con tanta fuerza que siento un ligero dolor, la cabeza comienza a latirme cerca a las sines tanto que puedo escuchar cada uno de los golpeteos y es muy frustrante.
Pero que coño pasa con mi cuerpo?
Esto no tiene que ver conmigo y aun asi no puedo apartar la mirada de ellos.
Y por que?
No deberia importarme, yo la deje ir ella esta siguiendo su vida debería sentirme feliz por ella estar también, pero estoy hirviendo en celos, hirviendo como nunca antes los he sentido y es muy jodido, la mezcla de todas esas malditas emociones es tan
sofocante que se instala en lo mas profundo de mis costillas y se siente como si dos tipos me sujetaran por la
espalda mientras el tercero no deja de
golpear mi estomago.
Odio que les soria, de verdad lo detesto y ella ni se da cuenta de lo que provoca en cada uno de ellos, pero Pilar no tiene la culpa de ser guapa, ni de ser divertida, ni lista, ni malditamente sexy, en especial con esa estupida ropa que lleva encima esta noche, una blusa descubierta y unos vaqueros jodidamente apretados que me han provocado malditas erecciones.
Que mierda sucede contigo, Purre?
La rabia me inunda la cabeza, estoy leno de emociones que nunca habia sentido, ni siquiera con Malena, pero no se que mierda esta pasándome, no encuentro una puta explicación a mis emociones mucho menos cuando por fin tengo lo que siempre quise.
Entonces por que?
Por que la princesita no deja de aparecer en mi cabeza?

Me rasco la nuca desesperado antes
de volver a mirarlos, ellos estan ahí disfrutando frente a mi y sin que yo pueda hacer nada, no puedo después de todo lo jodi con ella y como Pilar dijo, nosotros no somos nada.

~*.

Narra Pilar

- Quieres que consiga algo para beber?
Parpadeo ante la pregunta.
- Qué?
Me acerco para escucharlo mejor la musica no ayuda.
- Luces distraída. Sus ojos lucen preocupados. - He hecho algo mal?
- No. Me adelanto. - Claro que no ha sido una noche maravillosa tu eres maravilloso y....
- Soy maravilloso. Sonríe con sinceridad. - Eso quiere decir que tendré derecho a una segunda cita?
Me rio.
- Creí que estábamos en una segunda cita.
- Lo estamos?
Eleva sus cejas.
Este chico es muy amable, demasiado
amable, Matias es lo que siempre he
buscando en un chico y se siente tan irreal.
- Quieres que te consiga algo de beber?
Pregunta una vez mas.
- Si, gracias. Rasco la parte detrás de mi cuello. - Que no tenga..
- Nada de licor. Chasquea los dedos. - Lo entiendo.
Lo veo alejarse y el celular en el bolsillo
de mis vaqueros suena, lo sujeto entre manos y observo el identificador es mama, a regañadientes busco a mi pareja entre la multitud, pero no doy con él, vuelvo la atencion al celular y se no contesto me matara al llegar a casa.
- Hay mejor recepción en el segundo piso. Me dice una amable chica señala hacia arriba. -Y hay menos ruido
- Gracias!
Le sonrío.
Subo las escaleras pidiendo permiso y cuando estoy por doblar mi cuerpo golpea el de alguien conocido, los ojos de Malena se enfocan en los mios y una sonrisa de burla aparece en su rostro, ella lleva un perfecto vestido rojo y aun cuando quiero reírme porque se olvido de quitarse la etiqueta no lo hago porque recuerdo que he tenido tan mala suerte como para encontrarla aquí.
Dios, no puedo creer la mala suerte.
- Increíble. Dice mirándome de pies a cabeza. - No crees que estas haciendo el ridiculo?
Eh?
- Disculpa?
Se ríe.
- Vas a decirme que no lo sabes?
Elevo una ceja.
- No te basta que Purre estes conmigo, te has atrevido a seguirnos. Abro la boca sorprendida y ella sigue hablando. - Lo entiendo, sabes? Estas dolida, pero te lo adverti y no quisiste escuchar y ahora estas actuando como una lunatica. Alarga las palabras. - Lo unico que estas haciendo es dejarte en ridículo, Pilar.
Purre esta aqui?
Espera.. que?
- Ni siquiera sabia que estabas aqui deja de creer que mi vida gira en torno a ti. Espeto. - Y aun si girara en torno a alguien créeme que no serias tu.
- No y tampoco gira en torno a la de Purre.
Ignoro el malestar que me causaron sus palabras y me pongo rigida, no voy a dejar que se marche con esa cara de satisfacción por hacerme sentir mal. no sera así.
- No tengo nada que hablar contigo, Malena.
- No, cariño. Desliza una sonrisa en su rostro. - Soy yo quien no tiene nada que hablar contigo.
Me lanza una de sus tantas sonrisas de víbora y se aleja, observo como baja las escaleras y regreso a lo mio, a noche ha sido demasiado perfecta como para dejarme arruinar solo porque acabo de descubrir que por azares del destino Purre también esta aqui y esta con ella, termino de subir las escaleras, le doy un par de golpes en la pantalla de mi celular y suelto una maldicion al leer el anuncio enorme.
Bateria baja, conectar al cargador.
Inmediatamente el celular se apaga me trago mis deseos de gritar a todo pulmón, suspire agotada y decido volver a la fiesta, el unico que puede llevarme a casa despues de todo es Matias.

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