44. OLVIDO

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Mientras la ambulancia llegaba Kageyama llamaba una y otra vez a Shouyo, pero el respiraba con dificulta y apenas podía hablar. Los ojos de Tobio, comenzaban a llenarse de lágrimas y el miedo comenzaba apoderarse de su ser; pero en cuanto escuchó la ambulancia recupero algo de compostura.

- Señor necesitamos que se haga aun lado para poder atenderlo.
- Si, claro.
- Señor, puede escuchar me, lo ayuda remos, necesitó que me diga su nombre.
- Hi...na...ta... Shou...yo
- Muy bien señor, no se preocupe estará bien.

Una vez que realizaron los primeros auxilios y lo necesario para mantenerlo estable. Lo subieron a la ambulancia, Kageyama no perdió tiempo y subió inmediatamente; la calma que en algún momento recuperó, desapareció al escuchar como el monitor alertaba a los paramédicos del estado de Shouyo.

- Señor Hinata, necesitó que trate de hablar.
- ¿Shouyo?
- Perdió la consciencia, esta entrando en para cardíaco. Inyectando 2 miligramos de epinefrina.
- Estamos por llegar.

Al llegar, bajaron inmediatamente a Shouyo de la ambulancia e informaban al médico sobre su estado; Kageyama les seguían el paso, pero en cuanto lo colocaron en una camilla del hospital y comenzaron a revisarlo; una enfermera le impidió acercarse más.

- Lo siento señor, pero me temo que tendrá que esperar en la sala.
- No puedo, necesitó estar con él.
- Entiendo, en cuánto se pueda podrá estar con él. Por el momento...
- ¡Pidan un quirófano, ya!

Kageyama se quedo callado, viendo como se llevaban al amor de su vida, sin saber que estaba pasando.

Kageyama se quedo callado, viendo como se llevaban al amor de su vida, sin saber que estaba pasando

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- Vamos Haruki, acompañanos.
- Solo les arruinare la velada.
- Entonces, le diremos a los chicos que pos pondremos la noche de películas.
- No.
- Entonces, baja y acompañanos. De lo contrario no la pasaremos bien.
- Esta bien.

En el momento que bajaron a la sala, el timbre sonó y el músico fue abrir la puerta.

- ¿Que haces aquí?
- Es viernes de películas.
- Tú no tienes nada que hacer aquí; ¡terminamos!
- En verdad piensas que aceptaré eso tan fácilmente. Te amo Haruki y sé que tu me amas; no puedo sólo renunciar a ti.
- ¡Te equívocas, ya no te amo!
- Dilo de nuevo, pero de frente, no con la mirada en el piso.

Haruki no alzaba su cabeza, así que Kouta tomo el rostro del músico entre sus manos, para besarlo. Pero fue interrumpido por el sonido del timbre.

 Pero fue interrumpido por el sonido del timbre

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