2. Gemelos

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El núcleo está, literalmente, hasta el fondo de la mina. Justo a un lado del foso donde tiran los cadáveres que son consumidos por cualquier bicho que haya ahí. Considerando que tiran tantos cuerpos, seguro que nunca dejan de estar gordos. Para cuando llegan ya hay una tarima puesta, intento de intercalar luces, música con los instrumentos improvisados y gente bailando.

Al verlos llegar se forma una gran celebración, dando cerveza aguada por lo densa que es y que guardan para estos momentos. Hay un acuerdo mutuo y es: Bebe primero hasta que ya no tengamos más luego nos ponemos a bailar y no nos quitan la parte que nos toca. A cada quien le toca alrededor de cinco jarras de las grandes y bárbaras que aun nadie se explica cómo Jimin se la toma de dos tragos.

—Hay muchas cosas aquí ¿Qué pasó? —cuestiona extrañado del montón de comida y cerveza. Quizá hasta les toque más.

—Uno de los compradores usuales de la mina mandó un extra porque hicimos buen mes. Qué suerte ¿Eh? Cumplir años justo con el banquete.

Mucho pan, trozos grandes de tocino, un poco de verduras como papas, zanahorias y demás. Hay un pequeño problema y es que ellos dos no se bastan del todo con eso. Necesitan nutrientes que a duras penas se encuentran condensados en este menú. Sin embargo, es la primera vez que ven tanta comida junta.

Lo cual es deprimente, pues lo que hay es una despensa para una persona en tiempos normales. Ellos no son conscientes de ello.

— ¡FONDO, FONDO, FONDO!

Ríe, Jimin sube a una de las sillas de madera gastada y anda por estos, empinándose un enorme jarrón de cerveza sin derramar ni un poco hasta terminarlo y dar un grito de celebración, pronto le aplauden por ello. No es una fiesta si no tienen a Jimin consumiendo cerveza como si fuese agua.

— ¿Y cómo se llama? El comprador. O que compra siquiera.

—Se llama Algo Namjoon, ya olvidé el apellido—Deja el vaso vacío—. Compra de todo. No sé a qué se dedica para necesitar tanto cristal.

Mira al techo, donde salen enromes cristales coloridos como en toda la mina. Tienen propiedades mágicas. Algunos pueden sentirlos más que otros, así como utilizarlo. Puede decirse que son una condensación de poder. Si él tomara uno por mucho tiempo posiblemente lograría ser más fuerte.

Por eso lo tiene prohibido. No hay nadie tan estúpido de permitir que su lastre se vuelva más fuerte como para irse, menos al que tiene mayores posibilidades de irse.

—Vamos a bailar.

Se deja jalar con Jimin a la tarima y ambos dan fuertes zapateos a un ritmo imposible en su perfección. Sincronizado y similar a ver a dos personas reflejadas. Se toman de las manos, giran y juntan sus espaldas, ambos exhalan al mismo tiempo, un segundo de pausa. Uno tan corto que a pesar de todo se sintió como una bella infinitud de contacto. Vuelven a estar de frente, Jimin le sonríe amplio, aferrando sus pequeñas manos manchadas de negro a las suyas.

Taehyung corresponde el gesto, ladeando al cabeza con rizos sudados. La danza continua, de aire primitivo y que luce casi como ver a animales en pleno cortejo de apareamiento. No tan lejano de la realidad.

—Son unos desconsiderados—Ríe quien sirve la cerveza a otro que la bebe—. Con tantos queriéndolos de dama y otras tantas queriendo que las monten.

—Están en su mundo como siempre. Considerando que es más bonito que esta mina de mierda, no los saquemos de ahí. —Escupe a un lado, saliva negra, tanto respirar el carbón donde crece el cristal logró que su saliva sea así.

Jimin y Taehyung continúan bailando hasta que se hace de "noche", la cerveza acabó, la comida también y ya todos marchan a sus agujeros de topo a continuar con sus deberes o bien, a las cuevas de rata para descansar hasta que sea su turno.

Kiri | NamTae || BOOK 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora