Kiri | NamTae || BOOK 1#

7. Mala Suerte

—Ustedes ¿Estaban juntos antes de venir aquí? ¿O se conocieron de camino?

—Estábamos en un orfanato, nadie nos adoptó y vino un hombre gordo a llevarnos, diciendo que ya somos mayores y no podíamos ser una carga para el orfanato. —relata Soobin sin animo, revisando los cristales en el carro, todos puestos con cuidado para que no se vayan a romper.

Si bien es cierto es que parece imposible, Jimin logra que no tengan ni un solo rasguño a pesar de la herramienta tan grande y pesada que usa. Con los días se han dado cuenta de que Taehyung va mejor con lo fuerte porque puede tomar de mejor manera el piso, tiene manos enormes. Jimin por todo lado tiene las manos muy pequeñas para hacer eso.

—Lo bueno es estar juntos, con eso se puede hacer de todo. —Afirma Jimin entregando un granate que calcula, pesa cuatro kilos. Hueningkai y Yeonjun apenas se dan abasto para sujetarlo los dos con los brazos flacuchos que tienen.

— ¿ustedes están juntos siempre? —pregunta Hueningkai curioso.

Al mismo tiempo, s eles hace mortalmente imposible no haberlos escuchado. Ya lo habían visto y escuchado antes, no es cosa rara, pero sigue siendo y será por siempre embarazoso. Jimin y Taehyung se miran, carentes de vergüenza al respecto, en conocimiento del público con el que contaban.

—Claro, somos gemelos.

—No se parecen en nada. —reclama Beomgyu.

—Ah, claro, ustedes tienen una definición "distinta" de gemelo—Taehyung tose, la pared está soltando más polvo del normal y por eso quisiera acabar rápido. Es una señal de posible derrumbe—. Venimos del mismo árbol, nacimos al mismo tiempo, pero no por ello somos iguales.

—Además, somos de un árbol muy raro. Él es un Kiri, yo soy un Cercis. Nunca hemos visto uno, pero eso nos dijeron—Responde divertido. Desde niño se pregunta qué diferencia tiene un Cercis y que es un Kiri, así mismo, como es la fusión de ello. Que tan hermoso es su árbol para poder ser ambas cosas—. ¡Ah! ¡Por fin! ¡Ámbar! —Celebra dando pequeños aplausos a pesar de sus manos ya sangrientas. El collar sale de entre su ropa.

Aun no hace suficiente calor para quitársela.

— ¿No extrañan el sol?

—Las mariposas.

—Las nubes.

—El agua normal.

—Los perros.

— ¿Qué es un perro? —Los cinco niños se quedan viendo a Jimin—. Aquí siempre nos dicen que parecemos perra en celo, que somos perros que deben trabajar, pero nunca hemos visto uno. Tampoco conejos.

—Esos viven en la luna.

—Ni siquiera hemos visto la luna como para saber que viven ahí.

—Es como un cuarzo gigante.

Soobin es el primero en reírse, preguntándose quien es más niño en este estrecho agujero. Si ellos o el par que ni siquiera sabe cómo es la luna. Lo más básico es decir que es redonda, pero Taehyung está determinado a decir que ahí viven conejos ¿Cómo explicarle que aun nadie vuela tan alto para llegar a la luna? Mucho menos un conejo.

—Estamos aquí desde siempre, no hemos visto nada de eso. Si alguna vez nos dio la luz del sol, no lo sabemos. —hay un susto terrible por lo sincronizado que pueden llegar a hablar. Siendo una frase tan larga es escalofriante.

Reforzando que son, efectivamente, gemelos.

—Aunque seguramente un día lo veremos, así que no me angustia. —Taehyung guiña el ojo de forma coqueta y Jimin blanquea los ojos. Aquí vamos de nuevo.

Pasan horas picando más y finalmente cumplir la cuota del día sin problema o tardar demasiado. Lo cual es sinónimo de tener el resto del día para descansar, quizá ir a que los niños tomen su primera cerveza. Taehyung sacaba lo que encontraba de camino a la salida para aumentar el peso, así como el material y que funcione como un extra en su ahorro.

Detiene el paso y palpa la pared.

— ¿Qué?

—Está húmeda.

—Oh...

— ¿Qué tiene que esté húmeda? — Hueningkai imita a Taehyung.

—Que posiblemente se rompa por algún río subterráneo. Un derrumbe, en resumen. Vamos rápido para decir que no vengan más por este sitio. —Asienten y empujan con mayor apuro el carro. Cerca de la salida hay un ruido horroroso que los hace voltear un momento. Por donde pasaron, ahora hay rocas cubriendo. Exhalan aliviados.

—A eso llamo yo tener buena suerte.

—Finalmente la-

— ¡SE ESTÁN DERRUMBANDO MÁS ENTRADAS!

—ustedes quédense aquí donde no va a derrumbarse. Vamos. —Jimin va tras Taehyung, uniéndose a la marea de mineros que llevan troncos para intentar mantener la mina en su lugar.

Taehyung y Jimin ponen las manos en las paredes y consiguiendo ponerse pálidos y hasta más delgados de lo que estaban, crecen arboles enormes que sostienen las rocas que tiemblan. Algunos salen ayudando heridos, otros entran colocando más soporte a esos nuevos trozos de madera hechos crecer por el par de dríadas.

— Sal... salgan rápido, esto no va a agu-

— ¡Hagan que aguante! ¡Para eso están aquí!

— ¡No sean un par de inútiles! ¡hagan arboles más fuertes!

—No pue... pued...

Jimin se dobla y vomita, estando demasiado delgado y sin poder mantenerse de pie apropiadamente. Taehyung apenas puede respirar, los pies se le están helando por el agua. Pronto va a romperse más roca por la humedad. La vista se le vuelve borrosa, se siente muy mal, muy débil. Estar esforzándose tanto por hacer crecer tanto, tan fuerte y de la nada está consumiendo su propia existencia y Jimin está en una situación similar.

Las mejillas se les hunden y las manos se tornan huesudas. Para nada pues, en un acto de compañerismo usual los agarran para sacarlos a prisa del agujero que simplemente se cae rompiendo todo a su paso.

Al llegar a dónde está el ascensor, carros y demás no hacen sino quedarse tirados en el piso buscando de respirar.

— ¿Cuántos quedaron ahí dentro...?

—No lo sé, no sacamos ni a la mitad.

— ¿Cómo demonios vamos a despejar eso?

— ¿¡Que estaban haciendo!? ¡DEBÍAN EVITAR EL DERRUMBE!

Hasta ahí la buena suerte.