27. Para analizar

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— ¿Vamos a otra fiesta? —pregunta confuso de que estén saliendo en dirección desconocida. Namjoon niega con la cabeza, su cara de molestia no ha cambiado en todo el trayecto. Hace parecer que huele lo que hace Rapmon tras comer demasiado.

—No. Es algo menos... Estresante, supongo.

Taehyung siente que está estresado aun si es una situación no estresante. Lo hizo vestirse, arreglarse, armar una maleta y subir al carro en el que irían hacia su destino. Está impaciente y Namjoon no es precisamente comunicativo. Ni siquiera sabe porque está tan enfurruñado. Muestra notable resistencia a que sus piernas se vuelvan la larga cola nuevamente.

Con la cola, al menos eso ha notado Taehyung, tiende a ser más sensible a la excitación y al hambre. Motivo por el cual se limita a morder cuando se encuentra de esa manera. Exhala sacando el labio y mirando por la ventana. Es un día muy bonito y están recorriendo una zona que no conoce así que puede aguantar un poco la incertidumbre en del destino último.

Cierra los ojos, recostado en sus brazos mientras le da la brisa y agita el cabello nuevamente en perfecto púrpura. Namjoon se mantiene observándolo. La ropa de tonos oscuros para que no se sienta incómodo con la coloración de sus manos, largos y voluminosos pendientes de amatista hechos a propósito para que sea más sensible y la piel pálida en perfecta suavidad.

Tamborilea los dedos en su brazo antes de desviar la mirada. Esto va a ser largo, espera tener la paciencia suficiente para aguantarlo y no joderlo él mismo. Es su plan y aun así se ve capaz de arruinarlo. Sería patético si lo piensa mucho. Acaricia la cabeza de Rapmon que vino con ellos. El gran perro doblado en sí mismo como puede y cantidad de pelaje ya crecido.

Tuvo que afeitarlo de nuevo. Tanto jugar con Taehyung lo pone peludo aparentemente. La dríada logra dormir y cuando abre los ojos se halla entre perdido y curioso del entorno nuevo. Es mucho menos fresco y boscoso. Tiene un ambiente sumamente húmedo y huele a lluvia.

En general, no ha visto una lluvia real. Todas las que ha habido se acaban en segundos y ahora le dan ganas de quedarse fuera a esperar que lluvia con toda su potencia. Da largos pasos por el suelo lleno de vegetación que le resulta anómala. Va descalzo para sentirla, con los zapatos en una mano.

—Cuidado lo pisas. —Se acuclilla y aparta la vegetación, encontrando a un gato dormido de una posición más que particular. Sus patas delanteras están entre las patas traseras. Al hacerle un poco de cariño en el área de la barriga solo consigue que el animal lo arañe—. Regla de oro, nunca acaricies a un gato en la panza si no lo conoces o no confía en ti, eso los molesta mucho.

— ¿Ah sí?

—Al menos a este sí.

El gato aleja y cambia de forma. Yoongi sacude las orejas y se muestra disgustado hacia Taehyung que levanta las manos con una sonrisa cuadrada. Cruza los brazos y continúa meneando la cola.

—Tardaron en llegar.

—Acordamos llegar más tarde que esto, así que en teoria llegaron extra temprano y nosotros temprano—Yoongi estira los labios, no precisamente complacido por la forma en que Namjoon lo dice—. En fin ¿Dónde están?

— ¿Están quiénes? ¿Vamos con alguien?

Antes de que Namjoon pueda responder a la pregunta se escucha a alguien corriendo y finalmente Taehyung acaba derribado de manera violenta al suelo con un peso extra encima. Una cosita rosa que salió volando. Giran un poco en el suelo y el par se asoma a ver que estén bien.

Taehyung ríe feliz, tomando el rostro cachetón y rosado para juntar las frentes, frotándose suavemente. Namjoon resopla con mala cara, la pupila dilatada y haciendo el esfuerzo más que inmenso para no ir a separar al par de dríadas en pleno momento afectuoso.

Kiri | NamTae || BOOK 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora