20. Consecuencias de Unión

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—Alto ahí.

Yoongi se remueve de manera furiosa, adolorido por el agarre a modo de zarpa en su nuca. Muestra los colmillos a Jungkook, quien ladea la cabeza con mala cara antes de apretar un poco más al animal que continúa quejándose y advirtiendo un próximo rasguño directo a la cara sin importar las consecuencias a futuro.

— ¿Qué viste y dónde está mi dríada? — increpa directo, Namjoon no está muy lejos, pero si Jungkook recibe la información antes, va a ganarle sin dudas. Yoongi duda un instante de que hacer. Se supone que debe obedecer a Namjoon y solo a Namjoon. Jungkook no.

Sin embargo, él también es un Naga y tiene magia a raudales con las que bien puede hacerle algún mal. Ya tiene suficiente con obedecer a Namjoon como para estar atado a otro Naga. Jungkook lo suelta y cambia forma de muestra humanoide, cruzando los brazos con mala cara antes de señalar con el dedo de dónde vino.

—Están por allá los dos, uniéndose, al menos así es como ellos lo llaman.

—"Uniéndose".

—Sabe perfectamente que clase de unión.

—Entiendo.

Yoongi retrocede cauteloso. Las piernas de Jungkook se habían desecho como una elegante ilusión evaporada y ahora la cola se extiende en su total plenitud. Nota las ganas que tiene de mostrar los colmillos, pronunciados bajo sus labios.

—Yo... voy a... —Se da a la fuga pronto, antes de que decida descobrar esa obvia rabia en sus ojos en él. No tarda mucho antes de encontrar a Hoseok en compañía de Namjoon, quien aguarda a que Yoongi diga lo que vio.

. . .

—Ahora que estamos fuera ¿Crees que podamos encontrarlo?

—Tenemos que encontrarlo.

—Siempre tan optimista con respecto a esta clase de cosas. —ríe enternecido. El sitio está lleno de flores con pétalos mezclados. Rosas de pétalos rosados y purpuras, crisantemos, girasoles. Hay tanto que bien resulta ridículo y fantasioso.

—ya estamos fuera, la situación no puede ser más optimista que eso. —justifica con una sonrisa. Jimin estuvo a poco o nada de decir algo hasta girar la cabeza y ver hacia dónde vino un ligerísimo sonido.

—Tae... Tae no— los otro vuelve a moverse, con ojos entrecerrados y escuchando el pecho de Jimin latiendo al mismo ritmo que el suyo. Quizá un poco más apresurado—. TAE-

—Así que por esto llorabas tanto por él ¿Umm? Para estar jugueteando de esta manera-

— ¡LO ESTÁS LASTIMANDO, DEJALO!

—Tal vez un castigo idóneo por tocar lo que no es suyo.

Taehyung jala aire de forma desesperad a sus pulmones. Todo su cuerpo s está quemando. No sabe porque, la vista se le oscurece. Jungkook desprende un gran trozo de carne en la mordida, al mismo tiempo, largas marcas negras surgen en la piel de la dríada. Desde su hombro sangrante hasta su mandíbula y continuando aquella expansión. Pudo haberlo matado definitiva de haber recibido un rugido directo a la cara, ambos con la mandíbula desencajada y mostrando a la perfección la capacidad que hay para devorar hasta un caballo entero si lo quisieran.

—N-no... —solloza la dríada rosa, sujeta por Jungkook. Namjoon tarda poco en tomar del suelo a Taehyung que continúa en su intento desesperado por respirar.

— ¿Qué crees que estás haciendo? ¿Cómo te atreves...?

—Pregúntale a él cómo se atreve a tocar lo que no le pertenece. Debería ser una mascota lo suficientemente entrenada para saber cuándo no copular con otro como él. —Jimin intenta soltarse de Jungkook sin éxito alguno. Namjoon ve a Taehyung un instante.

Kiri | NamTae || BOOK 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora