13. Trabajo Soñado

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—No puedes durar tanto tiempo en el baño, a este paso, te vas a inflar y explotar.

Taehyung sale del agua rápido. Namjoon inclina la cabeza, que poca vergüenza tiene saliendo como si nada. Pensó que esperaría a que saliera del baño para secarse, no que saldría de la bañera a tomar la toalla y secarse como si él no estuviera ahí. Se acerca y Taehyung persiste en su ligera cautela, más no hay prisa en marcar distancia, menos en cubrirse.

Desnudo y como si nada.

—aquí no puedes andar así—Toma otra toalla, lo rodea de la cintura y lo atrae ligeramente—. A veces viene gente y lo que menos quiero es que te vean desnudo.

— ¿Qué tiene de malo? —cuestiona confundido—. Jimin y yo nos veíamos desnudos todo el tiempo, también otros en la mina, para bañarnos hay que hacer fila y a veces ni siquiera podemos.

—No estás ahí abajo y si bien no tiene nada de malo—Taehyung se inclina atrás con los ojos muy abiertos—. Hay gente muy odiosa aquí fuera qué por verte, podría hacer una tontería. Cuida más tu cuerpo, vale más de lo que puedes entender. —concluye apartando el cabello del rostro que va perdiendo, para propia sorpresa de Namjoon, las bolsas bajo los ojos y algunas cicatrices.

Van pocos días desde que despertó y pasa casi todo el rato fuera de casa recibiendo el sol. Nunca vio a nadie tan feliz por sudarse en base a rayos ultravioleta. Su jardín es más fantasioso de lo que ha sido nunca con lo que Taehyung hace crecer en arranques de salir corriendo por ahí, echarse en el suelo, trepar uno de los árboles que hizo crecer.

Es un niño, casi lo hace pensar en un ciervo saltando por ahí y respondiendo hasta al más mínimo susto.

— ¿Qué se supone que haces? —cuestiona al entrar en esa sala tan reforzada y llena de varios calderos enormes. Hay cristales en miles de frascos de cristal, también plantas, macetas, tierra. En general no es un lugar con demasiada forma a pesar del orden que guarda.

—Tener magia es un don raro—empieza a explicar conduciéndolo a una larga línea de masetas llenas de tierra y plantas muertas—. Yo, como cosa rara en un Naga, tengo mucha que se va formando con el paso del tiempo—Taehyung no hace más que seguirlo mientras oye, esto es más sencillo de entender—. Por lo tanto la uso para crear cosas nuevas. Alguna por pedido, otras por experimento.

—Como un mago.

—Sí, como un mago.

—Ah, que trabajo tan bonito. —Opina riendo y encogiéndose de hombros, Namjoon ensancha una sonrisa tímida.

—Ahí es donde entras tú. Mayormente me piden hacer pociones. Tener piernas, esconder escamas, esconder plumas, para dormir, para no tener calor—gira la mano con fastidio de la larga lista—. Para eso hace falta mezclar cristales con plantas y esas plantas no son cualquiera.

—Y yo las haré crecer... aquí—señala las masetas y ve alrededor—. ¿Cada cuánto tiempo?

—No hay prisa, tengo muchas guardadas aún. Tomate tu tiempo. Tienes que hacer crecer esto.

Taehyung toma el papel con una lista y dibujos. No tiene la más remota idea de que dice, tan solos e fija en la imagen y luego en la tierra. Mete la mano en esta y con esfuerzo hace crecer pequeños brotes de esa flor amarilla con centro negro, no florecen del todo. Namjoon tamborilea los dedos, esperando a ver qué hace.

Repite el proceso con todas las masetas, teniendo dientes de león, margaritas, tulipanes, claveles y lirios. Ninguno crece totalmente y eso lo sorprende. Se supone que deberían hacerlo. Hay semillas ahí ¿Acaso no sabe hacerlas crecer? Namjoon toma la lista de sus manos.

Kiri | NamTae || BOOK 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora