5. Nuevos Ingresos

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Le dieron día libre, así que no tiene por qué dar explicaciones si le da por vagar por ahí para no sentirse encerrado en casa. La gente trabajando, los que descansan bebiendo cerveza o pidiendo las raciones que les corresponden. En fin, lo típico en la corriente de existencia deprimente de por ahí abajo. Va dando algunos saltos a medida que avanza por el terreno. No suele ir al lado sur –tomando su casa como el norte-, porque allá, aparte de encontrarse el centro de mando y ascensores al exterior, no tiene anda que hacer.

Hay grupos que pertenecen a esa sección y él no es parte de ellos por desgracia. Sin embargo, dado que no piensa hacerlos explotar ni nada del estilo puede permitirse pasear por el alrededor. Se hace el cabello atrás de vez en cuando. Hay muchas palabras escritas en las paredes, pero ¿Qué cosas no? No sabe leer.

Sabe los números únicamente porque así lo necesitaban, así puede medir el peso de lo que lleva y que tan largo debe hacer crecer un tronco para que la mina resista. El leer palabras es inútil para alguien como él. Inclina la cabeza a medida que va pasando los avisos de lugar, listas y demás.

— ¿Más? ¿Qué tanto más necesita?

—Mucho, estoy experimentando cosas nuevas y necesito todo el material posible. Como se dio cuenta, el dinero no me resulta problema.

Retrocede sobre sus pasos al escuchar la conversación extraña y que puede ser interesante de contar a Jimin más tarde. Asoma un poco la cabeza, sin entender del todo la silueta que hace sombra con la luz fuerte de los reflectores que hay en el lugar. Es demasiado larga y alta como para ser típicamente humanoide.

— ¿Significa un problema para ustedes? Quiero el cargamento, pero no hay especial prisa en que me lo den si es un problema.

¿Será Namjoon?

—Para nada, ellos pueden con todo y más de lo que necesite.

—Ah, bien ¿Si llegó todo lo que envíe como regalo? Entiendo que vivir aquí es un poco... deprimente—Levanta una ceja—. Y que no da para alimentar a tantas personas.

—Sí, sí llegó todo. Ropa, comida, bebida, le aseguro que está bien.

¿Ropa dónde? Pone una mano en el suelo y fuerza crecer así sea una pequeña rama y conseguir que ese capataz –o intendente-, se tropiece. Efectivamente lo logró y no se aguantó el reír por ello. Levanta la cabeza, las luces se apagaron, algún malfuncionamiento usual.

—Vaya, que mala suerte.

—No importa, ya ellos ven en la oscuridad.

—Lástima que usted no pueda ni caminar—mofa y Taehyung vuelve a reírse—. ¿De qué edad dijo que son las personas que trabajan aquí?

—De ocho años hacia arriba.

— ¿No es muy joven?

—No.

—Yo creo que sí.

—No importa.

—Siempre me he considerado una víbora miserable, pero ciertamente hay peores—bufa disgustado—. Como sea, enviaré otro cargamento y espero por su bien que realmente sea para lo que lo envié y no para engordarse usted, mire que ya está bastante y no me molestaría deban ascender a alguien porque usted desapareció.

—Cla-claro...

—Que mentira, no nos van a dar nada—Levanta de su lugar y en la penumbra aprovecha para volver por donde vino, seguro ya no dirán nada importante—. Nunca lo ha-

Una sensación fría lo hace detenerse, intimidado y asustado ¿De dónde vino? Se sintió como piel, pero demasiado lisa. Hay algo parado frente a él, puede darse cuenta y en su respiración agitada no hace sino encogerse en su lugar.

Kiri | NamTae || BOOK 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora