40. Fiereza resurgida

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—Namjoon.

— ¿Qué sucede?

—Quiero vibrar así—Inclina la cabeza a un lado, extrañado por la mención repentino a mitad de este campo lleno de mariposas, flores, hierva y árboles que se dan la libertad de crecer a cada respiro que Taehyung da—. Porque ahora no tengo ninguna marca tuya.

—Es cierto. Hueles solo a ti. Floreciste y fue como renacer.

—Quiero tu aroma y que tu tengas el mío—Deshacer algunos listones que simplemente ceden al más mínimo esfuerzo por quitarlos. La ropa apenas hace ruido al caer del cuerpo de Taehyung, mostrando pronto la desnudes de este. Patrones negros en su espalda. Similares a las ramas de su árbol—. Por favor. —Pide tierno. Besa la cola de Namjoon que se levanta en torno a él, sin llegar a rozarlo realmente.

— ¿De verdad eso quieres?

—Sabes que sí.

Quizá por el contagio de este fenómeno, consigue deslizarse con mayor suavidad entre las piernas pálidas. Taehyung acaricia el pecho y luego la espalda, delinea cada escama ahí surgida, cada pequeño musculo. Namjoon abre las fauces y lo muerde en el hombro. El veneno no le hace daño alguno. Se siente similar a un afrodisiaco en él a pesar de que sea introducido de este modo.

Que lo exude.

Que lo babee.

En todo. Es sencillamente fascinante y perder por segunda vez la primera vez no pudo sentirse más fenomenal. Estando en contacto con el suelo y a cada orgasmo logrando hacer crecer cada flor más rara que la anterior.

~ * * * ~

—La casa de Namjoon es linda.

—Seguro se molesta por verte aquí.

—Quien se va a molestar es Jungkook creyendo que quiero vibrar con él—Suspira haciendo puchero—. Solo quería verte. Desde que floreciste no has vuelto al árbol.

—Namjoon tiene que estar aquí y quise ayudarlo en lo que pudiera. Volveré para el fin de semana para que me vea. —Sonríe y Jimin lo imita, ambos en la misma situación tan peculiar.

—No creas, apenas pase hoy de camino para acá—silba—. No me he querido soltar de Jungkook, ahora está tan suavecito y huele fenomenal conmigo encima—Exhala soñador—. Aunque... ¿No has tenido la sensación de que hay alguien observándonos?

—No.

—Oh, entonces solo es cosa mía. Te veo luego.

Jimin desaparece de su campo de visión tras un largo rato. Luciendo la larga melena rosa con púrpura. Suspira levantando la mirada. El día es perfecto, tal vez lluvia muy por la tarde. Hay un suave hedor a lluvia en el ambiente. Mira un diente de león que hay frente a él y luego a Rapmon.

Tiene la impresión de que el lobo es un diente de león gigante. Quiere uno, pero no ha habido manadas cercanas ni extraviadas para adoptar alguno. Namjoon ofreció dar alguno cuando se dé la oportunidad.

Frunce las cejas, sacando de la tierra el brote de diente de león y forzándolo a crecer más, más, más, un poquito más, crece un poquito más, más, más, más... arruga la nariz, orgulloso de sí mismo por haber conseguido que la planta tomara la forma que él tenía en mente. La deja en el suelo y le da suaves toques con un dedo. Se parece a uno de los perros que Namjoon le mostró de sus libros.

No recuerda la especie exacta. Solo que es pequeño, muy peludo, ladra agudo y cositas así medio irrelevantes. Lo más importante es lo lindo que es. Antes de levantarse vuelve a verlo con ligera sorpresa ¿Por qué se escuchó un ladrido? Rapmon está dormido en la puerta de la vivienda.

— ¿Y ese sonido...? —Baja hasta quedar echado boca abajo en el suelo. La gran pelusa blanquecina tiembla y finalmente, de la nada sin venir a cuento, aparecen tres pepitas negras. Estas guiñan y finalmente se abre una boca de la que escapa un ladrido—. NAMJOOOOOOOON. —chilla echado para atrás en total susto.

El Naga sale sin mucha prisa y frunce las cejas al notar como esa bola de diente de león salta de un lado a otro ladrando. Tiene lengua, aunque esta sea un pétalo muy largo. Sus ojos pequeñas bolitas negras y su nariz más similar a un trozo de tierra húmedo.

—Acabas de crear a un perro.

— ¿¡Puedo hacer eso!?

—Aparentemente si—Namjoon se acerca con cuidado hasta tomarlo del suelo—. Luce bastante bien—silba sorprendido—. Solo no creo que-

Estornuda y el perro se queda quieto. Namjoon lo mira con esa expresión tan clara de confusión ante sus acciones sin intención. Acaba de volar a más de medio perro que ahora danza por el aire. Es un diente de león, él y el viento no se llevan bien.

—Creo que mejor no lo toco.

El bautizado Yeontan ha permanecido vivo a pesar de la brisa, estornudos y demás desgracias. Taehyung no va a ningún lado sin la mota blanca hablándole compañía. Es lo más parecido que tendrá a un perro posiblemente y lo ama con furor y locura. A pesar de que sea su creación.

—Yeontan no-

— ¡Ah! ¡Un perro!

Detiene el andar, sorprendido de hallar a un niño a mitad de la nada. Este al verlo queda igual de paralizado. Toma a Yeontan y saluda con la mano. Sus ojos se le hacen conocidos. No porque lo viera a él, sino a alguien con un rasgo parecido. Que extraño...

— ¿Es tuyo?

—Sí. Yo lo hice.

— ¿Puedes hacerme uno? —pregunta ilusionado—. Papá no ha querido darme ninguna mascota.

—No lo sé. Creo que no—Yeontan fue un accidente, el repetirlo sería un logro.

— ¡Entonces dámelo! ¡Lo quiero!

—No. — ¿Por qué todos los niños que se ha topado resultan tan impertinentes?

— ¡Mi papá te va a obligar a dármelo! —Afirma inflando los mofletes. Taehyung saca la lengua—. Le voy a decir que venga y-

—Ya vale, ya vale ¿Ahora por qué estás gritando...? Ah, hola Taehyung.

Retrocede un par de pasos debido a Seojoon ¿Tiene hijo? ¿Tiene pareja? Vale. Que incómodo. Seojoon se lo queda mirando un rato hasta soltar una pequeña risita.

—Así que estaba en lo cierto. Lo que vi eran tú y Namjoon en el lago—Taehyung se encoge de hombros, desvergonzado—. Hiciste mucho ese día. Toda esta parte del bosque está viva.

—Por magos como tú no es así. —Recrimina, recordando todo lo que Yoongi le contó.

—Qué mala imagen te dieron de nosotros—Se acerca discreto al igual que su hijo—. ¿No has pensado que ustedes son muy egoístas? Quedándose todo para ustedes y no compartiendo nada a nosotros. También moriremos si nos quedamos sin energía. Cosa que a ti te sobra.

—No por eso debes quitarla. Nacimos con ella, no se trata de algo "robado" o que "acaparamos". Es parte de nuestro ser y por eso no es egoísta no darla—afirma disgustado, con mala cara—. Lamento que mueran por eso, pero no justifica todo lo que hicieron. Jimin y yo ahora... somos los únicos.

—Por eso es tan importante que-

El niño acaba por impacientarse y tomar a Taehyung de un brazo. Este se siente débil al instante. Con la vista borrosa y la consciencia desvaneciéndose. A pesar de ello, es lo suficientemente rápido para hacer crecer un árbol entre ellos. Yeontan se va corriendo en la dirección indicada y Taehyung lo persigue con lentitud. Intentando recuperarse.

Conclusión: Odia los magos. Posiblemente se moleste si vuelve a toparse a Seojoon en la vida. Es extraño sentir rabia tras tanto tiempo. Es una emoción que hasta la fecha se había mantenido sepultada en la mina. Restriega su rostro con ambas manos ¿Por qué todo lo malo acaba siendo parecido a la mina? Es insoportable.

A pesar de ello, es bueno saber que una tiene esa actitud rabiosa, escondida, pero existente.

Kiri | NamTae || BOOK 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora