Valentina:
"Quiero que me ames, Valentina"
Frunzo el ceño. —¿Y tu manera de que lo logre fue comprarme?
Ha vuelto a ponerse serio.
—Si deseas que una mujer te ame pudiste conseguir muchas allá afuera. ¿Por qué a mí?
—Porque de este modo es poco probable que te enamores de mí.
—¿Qué?
—No me gustan las mujeres fáciles de conseguir. —Me explica. —Las mujeres que frecuento solo son una putas interesadas, que no pueden más que complacerme con sexo... tú me costaste caro.
—¿Soy un reto para ti o ..?
—Lo eres, me gusta lo difícil.
Detesto a este tipo.
—Aunque estoy seguro que vendrás tu a mí al final de todo.
—Tienes demasiada confianza.
—Yo siempre confió en mí y siempre obtengo lo que deseo.
Vuelve a sonreír.
—Siempre, Valentina. —Me asegura. —Y ahora mis ojos están en ti.
—Eso lo veremos.
(*)
—¿Sigues plantando a pesar de que Massimo ordeno que quitaran todo?
—Ordeno que sacaran las cortinas ¿No?
—Quiero quedarme con el jardín. —Pronuncio mientras acomodo la planta sobre la tierra.
—Valentina...
Pongo los ojos en Francesco, en el momento exacto en que veo a Massimo llegar por detrás.
Lo que hace después de eso es sacarme a rastras del jardín.
(*)
—¿No has oído mis órdenes, Valentina?
—Las he oído, pero prefiero actuar como si no lo hiciera.
Su mandíbula se aprieta.
—¿Vas a seguir causándome problemas?
—Massimo, estoy encerrada aquí y si ya quitaste las cortinas para mantener tu lúgubre lugar, al menos quiero quedarme con el jardín.
El pasa la mirada por mi cuerpo, mi ropa sucia llena de tierra.
—Eres mi mujer... ¿Qué piensas que creerán todas las personas de esta casa si te ven actuando como una maldita criada?
—No soy tu mujer.
Sus ojos están llenos de enojo.
—Y lo que pensaran es que al menos hay alguien que tiene alegría en su corazón en esta casa, un corazón que su jefe no parece tener.
Sucede muy rápido.
Mi rostro se gira y mi mano va hacia mi mejilla.
Me ha golpeado...
Me vuelvo hacia él aun con la mano sobre mi rostro, Massimo me ha abofeteado tan fuerte que solo girar la cara duele.
—Cuida lo que dices. —Me ordena, sus ojos destellando enojo. —No soy un hombre común con el que puedas tratar de igual a igual.
Siento el ardor expandirse por todo mi rostro, un mismo ardor en mis ojos.
Bajo la mano.
—Gracias..
—¿Cómo dices?
—Si esta es tu forma de que te amé, lo haces de maravilla.
—Valentina. —Me advierte.
—Golpéame otra vez si eso deseas.
El me sujeta del brazo con fuerza. —No juegues conmigo.
—¿Jugar?. —Le pregunto. —Solo te pido que lo hagas .. ¿Por qué eso deseas hacer no?
Su mandíbula se vuelve a apretar.
Claro que quiere, desea golpearme otra vez.
Lo miro a los ojos y niego.
Entonces se lo juro.—Jamás voy a amarte, Massimo Gabbana.
Hola..
Una pequeña probadita de lo que se viene más adelante :3
>>Yiemir.
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Me llaman Mafia (#3 Hijos de la Mafia)
RomanceValentina Ferrer tiene un carácter fuerte, motivo por el cual a sabido sobrevivir, incluso cuando se entero que sus padres la vendieron a un hombre como Massimo Gabbana. Contra su voluntad, ahora se encuentra en cautiverio. Y la única ruta de escap...