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Massimo:

Muerto no, lo que el gato necesitaba era un labado de estomago por todo el chocolate que comio y con el cual estuvo a punto de sufrir una intoxicación.

Fuimos al veterinario, pues ella no quiso esperar a que llegara uno,nos quedamos afuera y nunca hago eso, pero esa vez lo hice, espere con ella hasta que terminaran de limpiarle el estomago al gato.

—El estara bien. —Le aseguro.

Intento tocarla, pero el recuerdo me llega de pronto.

"Te amo, Massimo"

No quiero recordar ni escuchar otra vez esas palabras falsas.

—¿El esta bien, verdad? ¿Estara bien?

No se que decirle.

Ni siquiera puedo prometerle que todo estara bien porque si no es asi, probablemente ella me odie más que ahora.

Por darle un gato y luego quitarselo.







(*)







—¿Solo comida en galletas y abundante agua?

El veterinario asiente, Valentina carga al gato y lo abraza contra su pecho.

—Voy a recetear algun medicamento, pero por ahora solo debe comer eso.

Valentina asiente con la cabeza.

—Solo ten cuidado proximamente. —Le indica el veterinario, acaricia la cabeza del gato. —Lio tiene bastante suerte.

Le pregunto cuanto es todo, pago la cuenta y nos vamos de regreso a la mansión.









Valentina:

Acuesto a Lio sobre mi cama y me quedo con el todo el tiempo, lo vigilo un poco y cuando se queda dormido me levanto de la cama.

Sallgo de la habitación y al llegar a la puerta de la habitación, doy dos golpes.

Massimo la abre, sale de su habitación y me observa sorprendido.

Enseguida pregunta.—¿El gato ya esta bien?

—Esta mejor.

—No le des de comer chocolates la proxima vez, Bella Ragazza.

No se lo di, se cayeron y se lo comio, pero es verdad que debo tener más cuidado.

Trago saliva.

—Gracias...

Massimo me observa con una expresión seria.

—Por ayudar a Lio y llevarme al veterinario.

Su mirada cambia, pero la mia no, ya vine para lo que debia hacer, ahora me voy.

Le doy la espalda y mis pies se detienen, siento el brazo de Massimo rodearme la cintura y siento un escalofrios alrededor de mi cuerpo.

Me congelo y el apoya su cuerpo contra el mio, llevo las manos cerca a las suyas, pero no puedo ni tocarlo.

Mis manos tiemblan.

Mi voz resulta estar igual. —Massimo...

—Se que no puedes perdonarme.

Mis labios se cierran, mis manos no dejan de temblar.

—Se que no puedes hacerlo, pero quiero que sepas que es verdad lo que dije anoche.

El corazón se me acelera, quiero que me deje.

—Cambiaria todo, no solo lo que sucedió esa noche. —Continua. —Cambiaria absoltutamente todo desde que te conoci. Lo cambiaria todo, Valentina.

Los ojos se me llenan de lagrimas.

Y sus manos se aflojan, enseguida me separo de el y me vuelvo a mirarlo.

—Necesitaba que lo supieras, Bella Ragazza.

Ingresa a su habitación y cierra la puerta, me quedo de pie procesando lo que me ha dicho.

Y no puedo evitar pensar que seria de nosotros si todo hubiera sido diferente.

Desde el inicio..

Pero es solo un pensamiento, porque no se puede, el y yo no podemos ser justo lo que estoy imaginando de haber actuado todo lo contrario desde el primer dia que nos conocimos.

Massimo y yo..

Jamás podria existir un nosotros.

Y estabamos condenados a vivir asi, sin ser nada.


Me llaman Mafia (#3 Hijos de la Mafia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora