27

20.4K 1.7K 94
                                    

Valentina:
Despierto y estoy sola en la habitación.

Massimo no está a mi lado como recuerdo haberlo dejado anoche antes de dormirme.

¿Qué había pasado?

Sentí que había dado un paso grande por mi voluntad y aunque al inicio se sintió extraño y durante todo el tiempo también.

Sentí que había avanzado mucho.

Pero ahora el no está aquí.

Y quizás entendí que yo necesitaba el espacio después de lo ocurrido.

Era verdad.

Lo necesitaba.
















(*)














—¿Dónde esta Massimo?. —Le pregunto a Francesco.

—Haciéndose cargo de los negocios.

—Eso suena a que tu Don volvió.

—Tenia que hacerlo en algún momento.

Trago saliva.

—¿Ha ocurrido algo últimamente entre ustedes?

El corazón se me acelera.

—¿Por qué lo dices?

Francesco se me queda viendo.

—¿Por qué lo dices?. —Insisto.

El tarda en responderme, pero lo hace.

—Porque Massimo me pidió que te diera un mensaje.

¿Mensaje?

—Que eres libre.

—¿Qué?

Francesco señala mí tobillo.

—Que en cuanto sanes de tu tobillo o incluso si lo prefieres ahora, eres libre de salir por esa puerta.

Mis ojos se abren.

—Massimo te está dejando ir, Valentina.




Hola...

Massimo hizo lo único que podía hacer como último favor a Valentina, le dio  justo lo que necesitaba ella, alejarla de él y dejarla libre de un ser tan horrible como el mismo sabe que es.

Nos leemos

>> Yiemir


Me llaman Mafia (#3 Hijos de la Mafia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora