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Massimo:

Estoy bebiendo.

Yo Massimo Gabbana estoy ahogandome en alcohol por una mujer, como nunca lo he hecho antes.

"Cuando tu mueras, lo hare"

¿Cuánto puedes dañar a una pesona para que te desee la muerte"

Lo jodidamente curioso es que hay tantas personas que me desean la muerte en Italia y alrededor del mundo, pero lo unico que me fastidia es que ella lo desee.

¿Quiere que muera?

¿De verdad lo desea?









Valentina:

—Lio. —Pronuncia Francesco.

Asiento con la cabeza y acaricio al minino con una mano mientras con la otra le peino el peclo del lomo.

—Le puse ese nombre.

Francesco examina a Lio.

—Esta lejos de parecer un leon.

—Dije Lio no Lion.

El sonrie.

—Es un nombre hermoso.

Le devuelvo la sonrisa y continuo peinando a Lio, paso el peine por sus patas.

Me detengo.

—¿Podrias traer su comida?. —Pregunto y vuelvo a peinarlo.

—Massimo no esta en casa, Valentina.

Ya casi nunca esta, eso me hace sentir mejor.

—Creo que hare que le han un collar con su nombre. —Me dice Francesco.

—Gracias. —Respondo.









(*)










Estoy volviendo del jardin, el cual ya tiene más vida que como lo encontre, escucho unos disparos del patio e inevitablemente debo pasar por el pasillo que conduce a las habitaciones de la mansión.

Massimo esta ahí y me causa más miedo verlo llevar un arma que estar sin ella.

Paso de largo.

—¡Espera!

Automaticamente mis pies se detienen.

—Ven aquí, Valentina.

Solo lo miro.

Me llaman Mafia (#3 Hijos de la Mafia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora