Massimo:
—Si vas a echarme de aquí al menos ten el valor de decírmelo tu mismo.¿Cómo hacerlo?
Tendría que ver su cara al decírselo y tendría que ver la mía también, no era algo que quería que se llevara como último recuerdo mío, sino la última noche que pasamos juntos, solo quería ser ese recuerdo en su mente.
—Massimo...
—¿Qué es lo que deseas, Bella Ragazza?
La observo pasar saliva. —¿Botarme es tu mejor solución?—Francesco te llevará al aeropuerto mañana.
La observo tragar duro.—Escogí Venecia para tu nuevo comienzo, es un lugar hermoso y tranquilo, pero si lo que deseas es estar lejos de Italia, solo cambia el vuelo a tu destino.
—Massimo.
—Por el dinero no te preocupes. —Sigo. —He depositado una gran suma en una cuenta a tu nombre para que vivas tranquilamente durante muchos años.
—Solo eso y ya..
—No sé que esperas que te diga
Sus ojos se llenan de lágrimas.
Así que a pesar de todo sigo lastimándola.
He dañado a tantas personas en mi vida, he asesinado a sangre fría a tanta gente y es ridículo creer que pueda hacerme sentir esto una mujer.
Que ridículo y patético.
Eres patético, Massimo.
—¿Al menos vas a acompañarme al aeropuerto mañana?
El dolor me consume el pecho.—No, no lo haré.
(*)
—Todas las cosas de Valentina ya están listas para mañana.
Trago saliva.
—Massimo…
—¿Qué es lo que quieres?
—¿No vas a despedirte de ella mañana?
Tengo otro puto nudo en la garganta.
—Dejame solo, Francesco. —Le ordenó.
(*)
—Massimo, Valentina ya se va
No he dormido toda la noche, no lo he hecho por este momento y creo que manteniendo los ojos abiertos, este día duraría más, pero aunque en parte he alargado las horas al mantenerme despierto.
Aún así llego este día.
—Sal de aquí.
Después de un corto silencio, Francesco responde. —Será como desees, Don.
La puerta está cerrada y escucho pasos del otro lado.
Es ella, tiene que ser ella.
Que no entre...
Que no lo haga...
Que solo se vaya, joder.
Como si leyera lo que pienso, lo hace, Valentina aleja los pies de la puerta y va directo hacia el coche que la está esperando.
—Mierda...
Revivo todos mis momentos con ella como un flashback disparado contra mi cráneo, como los recuerdos que uno dice tener al estar a punto de morir.
—Jodida mierda.
Me levanto del mueble y salgo de la oficina, antes de que el coche de marche con la mujer que amo, logró verla una última vez.
—¡Valentina!
Pero lamentablemente no es lo único que veo.
Ella se gira al oírme y lo siguiente que hago es gritar su nombre con mucha fuerza por lo que esta a punto de pasar.
Todo sucede muy rápido.
Ese coche frente a la mansión y esos hombres vestidos de negro.
Todo es real, es muy real.
Tan real como ese disparo a la mujer que amo.
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Me llaman Mafia (#3 Hijos de la Mafia)
RomanceValentina Ferrer tiene un carácter fuerte, motivo por el cual a sabido sobrevivir, incluso cuando se entero que sus padres la vendieron a un hombre como Massimo Gabbana. Contra su voluntad, ahora se encuentra en cautiverio. Y la única ruta de escap...