Valentina:
Nunca he visto a alguien morir.
Ni tampoco ser asesinado.
Peor aún, nunca he visto a alguien ser torturado de tal forma que suplique porque lo maten.
—Ya basta...
Ese hombre esta tirado sobre el suelo, con el rostro irreconocible por todos los golpes que le proporcionaron los hombres de Massimo, su cuerpo apenas se mueve y sus ojos están cubiertos de sangre y uno de ellos luce palpitante.
¿Por qué estoy aquí?
¿Por qué me hace ver esto?
Massimo se detiene al lado de ese tipo, lleva el arma en su mano.
—¿Sabes lo que hago con las personas que de alguna forma intentas joderme la vida?
Ese hombre tose sangre.
—Imagina lo que haré cuando se atreven a poner las manos sobre mi mujer, Pietro.
Massimo me señala y ese hombre apenas abre los ojos para verme.
—Lo lamento..
Siento un dolor en el pecho.
—¿Lo lamentas? Es una lástima que no lo lamentaras antes de intentar cogerte a Valentina.
—Lo lamento.. Lo lamento. —Repite sin cesar. —Massimo, por favor.
Massimo niega con la cabeza, entonces le apunta, justo ahí, en la entrepierna y dispara.
Ese hombre grita de dolor y mis manos van de frente a mi boca, me cubro con ellos y mis ojos están muy abiertos.
—Creo que le di solo a una de tus bolas, esta vez le daré a las dos..
—¡Para! —Le grito.
Él se detiene, observo su mandíbula tensarse y a los pocos segundos, se vuelve hacia mí.
—Ya basta. —Le pido. —Solo détente.
Vuelve a apuntarle con el arma a ese hombre.
—¿Y piensas que él se hubiera detenido?
No respondo y Massimo se me acerca hasta detenerse delante de mí, la mirada de todos sus hombres también está en mí.
—¿Quieres hacer los honores?. —Me pregunta ofreciéndome el arma igual que ese día.
Pero esta vez sí está cargada.
—Valentina.
Miro sus ojos.
Él y yo somos tan diferentes.
Massimo sonríe. —Lo suponía.
Regresa al lado de ese hombre.
—Massimo
Apenas su nombre sale de mis labios, ello termina.
Otro disparo en la entrepierna y el grito desgarrador de ese hombre termina cuando a los dos segundos le dispara en el cráneo.
—Pulisci tutto. —Le ordena a sus hombres mientras él se limpia la sangre salpicada en su ropa.
Tengo un nudo en la garganta.
Massimo se acerca a mí y va a pasar de largo, pero yo misma lo detengo.
—Eres un moustro.
Las palabras solo han brotado de mis labios.
Massimo se detiene a mi lado y se gira hacia mí.
—Esa es la idea, Valentina.
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Me llaman Mafia (#3 Hijos de la Mafia)
RomanceValentina Ferrer tiene un carácter fuerte, motivo por el cual a sabido sobrevivir, incluso cuando se entero que sus padres la vendieron a un hombre como Massimo Gabbana. Contra su voluntad, ahora se encuentra en cautiverio. Y la única ruta de escap...