El deber y el querer

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El cielo ya estaba claro, la tierra se encontraba húmeda por la brisa que hubo la noche anterior, pronto la gran casa se hizo visible para los soldados.

Tan majestuosa e imponente digna de un rey en un reino hecho cenizas.

- Se ve como un lugar para ocultarse - dijo uno de los guardias con gracia para cubrir su creciente miedo ante la construcción.

Yeonjun lo miró seriamente, le habían comunicado que el príncipe, su futuro esposo y próximo rey de dos naciones, estaba secuestrado por personas que eran de confianza en el palacio, no era momento para bromas.

El soldado al notar la mirada intimidante y seria del príncipe bajó la cabeza y siguió callado.

- Se intentará un acuerdo con los secuestradores para que no haya intento de rehén, no atacaremos hasta estar seguros de que el príncipe estará a salvo - indicó Yeonjun ignorando al soldado junto a él.

De pronto un caballo bloqueó su mirar.

- Señor, creo que lo mejor es que se quede atrás en lo que nosotros intentamos comunicarnos - opinó el general al mando.

- Si le parece lo más sensato eso se hará - Yeonjun se detuvo y bajó del caballo - ¿cuántos hombres son los tuyos y cuáles son las especialidades de los secuestradores?

- 40 señor, uno de los secuestradores tiene puño de titán, el otro solo tiene luz celestial - informó.

- Bien, me quedaré con cinco hombres, ¿le parece bien? - preguntó mientras pasaba su mano por la cabeza del caballo.

- Claro que sí señor - hizo una reverencia - daré la orden.

Avanzó con el caballo mientras que dejaba a Yeonjun junto a cinco soldados.

[...]

- No entiendo, ¿cómo? - Jongho daba vueltas en el salón.

Con cada paso se sentía más presionado, como si sus manos se encontraran aferradas a dos cadenas de hierro en un profundo calabozo mientras intentaba liberarse.

- Tranquilo, iban a volver, ¿no? - preguntó Mingi.

- Sí pero van a arrestarlo y llevarlo directo a prisión, se supone que íbamos a volver para que pudiera explicar todo - Yeosang se mordía su labio inferior - y no solo a él...

- ¿Qué? - Hongjoong jugaba con el cabello de San pero no se perdía en la conversación.

- Ahora que todos tuvieron contacto con el príncipe, sabiendo que estaba secuestrado, - el menor hizo comillas con sus dedos - todos son cómplices.

- Debemos hacerlos llegar al palacio lo más pronto posible - dijo Yunho con los brazos cruzados sobre su pecho, se mantenía pensativo y sereno.

Pero la paz estaba por acabar y la tormenta no tardaba en llegar.

- No podemos evitar a los soldados, conté cerca de 30 pero puede que haya más - Seonghwa se mantenía de pie con su peso apoyado en su espada como si de un bastón se tratara - somos ocho y dos no pueden luchar, nos irá peor si usamos las especialidades para defensa.

El mayor miró a Yeosang y a San.

- Puedo ordenar que se detengan.

- Debe ser una orden directa, solo aceptarán órdenes de la reina al no confiarse en lo que puedan hacer los secuestradores - Jongho se estaba haciendo mierda la cabeza de tanto pensar - y ni siquiera pienses en usar tu especialidad, no puedo exponerte de esa manera.

- Entonces no queda de otra que abrir paso - Hongjoong llamo la atención de todos - son más de 30, vienen armados y no hay razón para confiar en ellos, podemos... derribarlos.

Secrets And Lies - ATEEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora