Proteger la corona

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Desde la primera hora de esa mañana todos los empleados reales ya estaban trabajando arduamente para la importante fiesta que se celebraría esa noche en honor al cumpleaños número 19 del príncipe Kang Yeosang. Había empleados por todos lados, algunos llevaban los platos, otros los arreglos caros y ostentosos para la recepción y unos seguían luchando con los metros y metros de tela para los manteles y los arreglos. Un caos.

- Me molesta el traje - se quejó por primera vez en el día el príncipe Yeosang - Es muy temprano, ni siquiera el hora de usarlo.

- Solo te lo probarás por última vez antes de la fiesta por si hay que arreglar o modificar algo - dijo Wooyoung sacando la pequeña corona de su caja - después de esto serás libre durante todo el día y podrás dormir.

Yeosang suspiró con alivio, odiaba ese tipo de eventos. Wooyoung rió ante su acto.

- Recuerda lo que te dije ayer, solo déjame hablar con los invitados durante 8 minutos.

- Sí, como digas - Wooyoung se acercó para colocarle la pequeña corona en su cabeza - iré a llamar al diseñador, ya vuelvo.

Wooyoung salió de la habitación del príncipe.

Yeosang se miraba al espejo, no podía dejar de pensar que la persona que estaba frente a él no era él. El príncipe Kang Yeosang era un ser hermoso de finos modales y delicados gustos que enamoraba a cualquiera que lo viera pero, ¿Ese era el verdadero Kang Yeosang? ¿Ese era el próximo rey? No, él era un chico curioso que le gustaba siempre saber más que el resto, le gustaba comer pollo con las manos junto a su mejor amigo en los viernes de teatro que ellos mismos inventaron, era un chico que añoraba ser amado sin importar su puesto en el mundo, él quería un amor no un compañero de trono para dirigir juntos un país que no conocía.

[...]

- No puedo creerlo - se quejó Hongjoong mientras veía el periódico entre sus manos.

- ¿Ahora qué pasó? - preguntó Seonghwa mientras alimentaba a unas palomas que estaban paradas en la ventana del departamento donde se estaban quedando.

Un pequeño y comodo lugar en el centro de la ciudad donde se podía escuchar a los mercaderes gritar sus productos y a las personas haciendo sus compras, al fin y al cabo era un día importante por el cumpleaños del próximo rey. Todos los nobles de clase baja se quedaban fuera del palacio a admirar el lujo de la fiesta.

- ¡El cumpleaños de ese príncipe mimado y malcriado es más importante que mi hazaña de anoche! - se quejó lanzando el periódico lejos de él, espantando a las blancas palomas que alimentaba el azabache.

Seonghwa vió con tristeza como se habían ido volando las blancas aves para después rodar los ojos y mirar a Hongjoong con indiferencia, sabía lo mucho que se frustraba cuando no conseguía lo que quería.

- Es el príncipe, la gente se emociona por cosas que los hagan olvidar su miseria - Seonghwa se acercó al más bajo para terminar sentándose a su lado en el grande y viejo sofá - será mejor que vayamos a dejar ese rubí donde debe estar.

- Tienes razón. conozco a alguien que nos dará lo merecido por el - lo sacó del pequeño saco donde lo había escondido la noche anterior - tendré que despedirme de ti pequeño.

- Ridículo - dijo el mayor.

[...]

6:00 p.m.

Secrets And Lies - ATEEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora