Capítulo 22

22 7 0
                                    

No dejo de pensar en Alana y en lo que hice, es solo que al sentir de nuevo ese olor algo en mi se encendió, como si de una necesidad se tratara, ya veo porque el nombre vicio le queda tan bien.
Anoche cuando llegué ya estaba Derek en casa, quería hablar conmigo pero sólo le cerré la puerta en la cara, aun me sentía un poco drogada y no quería que me viera en ese estado... Él, no.
Si mi padre se llega a enterar de seguro me manda a ese centro de rehabilitación que no me mandó con la condición de ver seguidamente a un psicólogo.

No puedo dormir, ya son la 2:00 am y no pego el ojo, lo bueno es que es sábado y no me preocupa mucho, tengo tiempo para dormir toda la tarde,creo.
Bajé a la cocina a tomarme un vaso de agua, ¿a quien miento? Tengo hambre, veré que puedo comer.

Iba a abrir la navera cuando de repente me tapan la boca y me meten a un pequeño contenedor que hay en la cocina, parece hasta un pequeño armario, solo que este ahora esta vacío.
Intentaba gritar pero me era imposible, y no podía moverme, mi padre se iba  hoy de viaje luego de estar aquí toda la semana, no puedo creer que tenga el sueño tan pesado.

- Calma Willow.

¡Este idiota! Me hizo asustarme, tengo los nervios de punta y a él se le ocurre eso, poco a poco me soltó y yo me voltee a pegarle en el pecho.

- ¿Eres loco Pierce?- dije un poco histérica- tengo los nervios de punta y me vienes hacer esto.

El estaba riendo pero acallando su risa que normalmente es alborotada, luego de que se calmó me acorraló contra la pared colocando sus manos a los lados de mi cabeza, estaba poniéndome nerviosa, intentaba respirar calmadamente y parecer tranquila.

- Se que me estas ocultando algo Emily- dijo en un susurro- a ver dime ¿que es?

- No es tu problema Pierce- e intenté salirme pero como podrán comprender tiene mas fuerza que yo y me devolvió al mismo sitio.

- No sabia que ocultabas algo, pero veo que tu misma acabas de decirlo. - dijo de manera burlona y se separó de mi y se sentó pegado de la otra pared a lo que yo hice lo mismo a su lado.

- ¿Que haces despierto? Te habías despertado muy temprano debes de estar cansado.

- ¿Mis oídos me engañan o estas preocupada por mi?- dijo riendo levemente.

- Habías tardado mucho, ahora no te digo mas nada.

- Solo no podía dormir ¿y tu? ¿Que hacías despierta? - dijo volteando su cabeza para mirarme la cara.

- Estaba pensando- dije fingiendo una sonrisa.

- Vaya ¿y tu piensas? - al decir eso lo codee de manera juguetona- ¿problemas?

- Relativamente, ahorita mi vida no está tan caótica, a comparación como hace un tiempo...- dejé la frase en el aire.

Pierce no habló ni yo, solo me tomó la mano y fuimos al patio, se subió el pantalón de la pijama hasta las rodillas y metió los pies en la piscina sentado en la orilla, y me hizo seña para sentarme a su lado, y así lo hice.

- Cuentame... ¿Que tipo de problemas? - dijo, me puse un poco tensa y empecé a juguetear con mis manos.

- ¿Ahora haces de psicólogo Pierce? - intente bromear para relajarme un poco.

- Puedo hacer de lo que tu quieras- dijo fijando sus ojos en mi aunque yo solo veía el cielo y movía los pies en el agua- o de lo que necesites, Willow.

Al pronunciar mi apellido volví mi mirada a el, y el había optado a la misma posición a la que estaba yo anteriormente, estaba iluminado por la luna, su cabello era tan negro que podía sentir la noche en él.

- Solo tengo miedo- dije y ahora los dos mirábamos la luna, hoy no habían estrellas, solo la luna, solitaria y en todo su esplendor.

Tambien está esa faceta de la soledad, te hace brillar cuando no hay nadie mas... O te hace derrumbar mas.

- ¿Miedo de qué?- dijo tomando mi mano para tomarla entre la de él...
Me hacía sentir tan vulnerable, tan frágil, como si cualquier movimiento, gesto o acción pudiera romperme.

-Miedo de mi- dije soltando un suspiro- soy capaz de hacer tantas cosas, sin pensar- el volteo su cara hacia a mi para verme.

- Eso no debería de asutarte, hasta quisiera tu coraje.

- Eso no es coraje Pierce, soy capaz de ser hiriente, de lastimar, de no pensar en los demás y sólo en mi, y no necesariamente en mi bienestar, no me conozco, ni se quién soy.

Él solo guardó silencio y pasó su brazo por mis hombros acogiéndome a él, yo recoste en el mi cabeza, pude sentir la vibración de su  ronca voz cuando habló.

- Se que en ti hay una Emily que no me has mostrado, una antigua tú que no quieres mostrar.

- No quiero que vuelva, me ha llevado mucho tiempo silenciar esas voces que me llevan a hacer lo que era antes, y se que te puedes decepcionar cuando la conozcas.

Al decir eso se separó de mi para mirarme a los ojos.

- No importa lo que piense yo, lo que piense quien sea, sólo si te sientes libre tú.

-¿Y si no me gusta ninguna versión de mi? ¿Si en realidad no me gustó yo en general?

- Haré que te gustes como me gustas tu a mí.

No tenía que responder, solo lo miraba a los ojos, sentía que mi pecho se iba a salir y que iba a mil por segundo.

Me acerqué y le pregunté:

-¿Seguro que quieres conocer a mi antigua yo?- dije con una pequeña sonrisa.

- ¿Por que me miras así? Me asustas- reí un poco a lo que dijo- si, si quiero.

Al decir eso no lo pensé dos veces para hacer lo que habia venido a mi mente apenas lo vi por primera vez.
Me senté a horcajadas sobre  él y tenia mi cara muy cerca a la de él.

- Tu lo pediste Pierce... - y lo besé, de manera lenta, el seguía mi beso mientras tenía sus manos en mis caderas.

Bienvenida de vuelta Emily Willow.

Mientras Sobrevivo  √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora