Capitulo 26

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¡Emily! Escuchaba a lo lejos varias veces, de repente siento que me falta la respiración, y tomé aire por la boca abriendo los ojos.

- Derek ¿que te pasa? ¿Por qué me tapaste la nariz mientras dormía?- dije entre histérica y dormida.

- Pues ya llegamos a la casa, bella durmiente- dijo con obviedad

¿Casa? ¿No estábamos en la playa?... ¿Donde está Alana? Ayer la vi dormida en la arena.
Me senté pero sentía que me explotaría la cabeza, pero no me sentía en el asiento del auto, hasta que me ubiqué bien y estaba Alana dormida encima de Mattew, mientras Melanie estaba sentada de copiloto.

- Las encontramos a las dos dormidas en la orilla de la playa- dijo tranquilo Mattew mientras intentaba despertar a Alana.

- No despertaban, hasta ahora- dijo de manera dura Derek- ya te puedes bajar de mi, Emily.

- Estuviste todo el día de hoy dormida- esta vez habló Liam viéndome por el retrovisor- y pues así como esta Alana estuviste tu encima de Derek.

Me bajé de la camioneta un poco mareada por levantarme de un momento y me quedé parada recostada de la camioneta mientras bajaba el mareo, Derek se bajaba y sacaba la maleta de los tres, Mattew bajo a Alana poniéndola de pie para que se despertara poco a poco, Derek se acercó a mi y me susurro al oído.

- Esto no lo hace solo unas cuantas cervezas Emily- dijo para despedirse de los chicos y entrar a la casa con nosotras dos atrás de él.

Al decir eso mi pecho se estremeció,sentía un poco de miedo y tristeza al mismo tiempo, las ganas de llorar se apoderaron de mi y solo me limitaba a tragar grueso, respire hondo y entré.

- Alana, ve a la habitación de Emily y te das un baño- dijo para luego tenderle unas prendas que había en su maleta y una toalla que ella había llevado- y tu Emily, anda a darte un baño en mi habitación- dijo para luego darnos la espalda e ir a la cocina.

Aun estaba ahí parada viendo el rastro por el que se había ido mientras se llevaba la esperanza de tener a alguien que me amará para ayudarme a recoger mis pedazos.

Fui a hacer lo que me dijo, al entrar en su habitación pude ver varias notitas pegadas de una pared, eran nombres raros de libros, supongo para estudiar, sentía su aroma en su habitación, tenia mas su toque que cuando la última vez que entré.
Me metí al baño a darme la ducha, detalle mi delgado cuerpo, desde que probé aquel día con Alana se me hizo inevitable no repetirlo, a solas.

En menos de un minuto se podían confundir las gotas de la regadera con mis lágrimas, no podía ser tan infeliz toda una vida, esto tenía que terminar de una u otra manera.

Pude sentir el sonido de la puerta al abrirse, el pequeño cubículo donde estaba metida podía ocultar muy bien mi figura, sólo se veía desde adentro la silueta de él, de Derek, sentado en el piso y recostado de la puerta del baño.
Solo se oia las gotas cayendo al piso, estaba recostada de la fría pared intentando acallar mis sollozos con las frías gotas cayendo por mi cuerpo.

Él rompió el silencio:

- Alana ya se fue- dijo, pude notar de manera borrosa que apoyaba sus codos de sus rodillas y tenia su cabeza en sus manos... -¿Por qué Emily?

Permanecí aún en silencio, sabia que si hablaba me rompería ahí mismo, solo sentía ese nudo en mi garganta y respiraba hondo.

- ¡Te dije que me dijeras el por qué! - esta vez gritó parándose del piso y golpeando la puerta.

- Te había dicho que te alejaras de mi- dije con un hilo de voz.

- No puedo Emily, así no...estaba empezando a más que quererte.-dijo para luego salir de la habitación.
Pude sentir su voz rota, se que fue mejor que mirarlo a los ojos

Mientras Sobrevivo  √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora