Extra siete:
—Un momento... Estoy asimilando toda esta situación— Mencionó Caleb, en la habitación de las chicas —¿Están diciendo que se quedarán aquí por todo lo que resta del día?... ¡Oh no! ¡Por favor! ¡Estamos en una playa! ¡UNA PLAYA!— Continúo irónico
—¿Tan difícil es aceptar que nosotras no tenemos ganas de salir? Además no es tan grave el asunto, estaremos muchos días aquí— Contestó Sadie
—¡Ya cierren la boca!— Suplicó Stefany. La pobre chica estaba dividida entre tristeza, enojo, angustia y desesperación.
Ese “No tenemos ganas de salir” en realidad era un “Fanny no tiene ganas de salir”. Sadie no necesitaba explicaciones para entender que un asqueroso defecto estaba molestando a su mejor amiga.
La presencia de Debbie, le provocaba una extraña crisis de ansiedad. Esa chica no desaprovechaba ningúna de las oportunidades que tenía para resbalarse a través de los talones de Finn. ¿Y Finn?... Él siempre sería demasiado perfecto. No buscaría problemas con Débora ni con ningúna otra chica, a menos de que fuera muy necesario.
Hasta el momento las insinuaciones de la rubia no habían dado resultados. Para Finn seguían siendo invisibles o simplemente no les tomaba importancia y quizá esa razón era la que más la sumía en la frustración. El pelinegro no se mostraba perturbado y eso la hacía pensar que se estaba volviendo loca y que solo eran imaginaciones suyas. Stefany no quería ser una novia celosa, posesiva y controladora, no quería ser como Lilia, quién diría que en algún momento de su vida iba a comprenderla.
Caleb decidió que no saldría de la habitación si no se llevaba a las tres chicas con él. Volteó a ver a sus amigos para pedir ayuda y convencer a las dos mujeres más necias del mundo. Wyatt y Jack estaban jugando con dos latas de Coca-Cola que ellos mismos habían vaciado. Jaeden estaba perdido en el sofá con Iris a un lado.
—¿Por qué todos amanecieron tan aburridos en día de hoy?— Se resignó
—¿Disculpa?— Respondió Jack ofendido al igual que Wyatt
—Bueno, creo que el problema es muy obvio— Comentó Wyatt —Se trata de la chica esa ¿Verdad?
Stefany quien estaba tirada en una de las camas agarró una almohada y la presionó sobre su cara
—Oye no deberías estar así— Agregó Caleb —¿De plano se lo dejarás así de fácil?
—¡Wow! ¡Caleb! Es la primer cosa buena que te he escuchado decir en toda tu vida— Se burló la pelirroja
—La “solución” no está en mí... No soy su mamá como para estar todo el tiempo detrás de él. No quiero que por mi causa se sienta entre la espada y la pared. Finn tiene la oportunidad de la decisión y siempre irá en busca de lo que lo quiere, si es que la elige a ella lo hará sin importar si estoy a su lado o no— Fanny resumió sus problemas.
—¡Relajate mujer!— Se acercó Wyatt —Tú eres la reina y ella es la resbalosa. Siempre sin importar lo que pase, serás mejor que ella.
Su amigos podían sacarla de quicio más de diez veces al día, pero eran sus amigos y siempre tenían algo para hacerla sentir mejor.
—Lo más importante es la confianza ¿No?— Agregó Jaeden por lo bajo, él también se encontraba extraño
—¿Te pasa algo?— Preguntó Iris pasando uno de sus brazos por su espalda, él negó
Alguien tocó la puerta de la habitación, Jack se acercó para atender y después le dió el paso a uno de los camareros del hotel. El chico preguntó por Stefany y después la hizo firmar unos papeles, pues había ido a entregar un paquete.
Ella no recibía obsequios fuera de su cumpleaños y navidad, pensó que todo era una broma, pero no pudo resistirse ante la tentación de abrir la caja de cartón. Los demás la rodearon como espectadores
Lo primero que encontró fue una nota:
Hola mi niña hermosa, me las arreglé para poder enviarte un pequeño regalo de graduación. Te encantará te lo garantizo ¡Te quiero!... Mary Wolfhard
—¡Oh qué delicia!— Expresó Jack
La caja estaba llena de caramelos y chocolates, como: “skittles” y “m&m's”. Además de mascarillas, tintes de cabello y cosméticos Maybelline
—Uff... ¡Te amo Madrina!— Sonrió. En presencia de las golosinas todos sonríen —¿Qué les parece una tarde de chicas?— miró a Sadie e Iris
—¡Perfecto! Chicas y cuatro chicos— Corrigió Caleb
—Si prometen ser cuidadosas y discretas, dejaré que me pinten las uñas y hasta que me pongan maquillaje— Mencionó Jack
—¡Y a mí el cabello!— Añadió Wyatt
—¡Les hará falta compañía!— Finalizó Jaeden
Obviamente ellos solo querían quedarse para degustar los caramelos. Stefany tomó unos paquetes de dulces se los dió y los sacó a empujones de la habitación.
"Que empiece la tarde de remodelación personal"
Lyattinn
