Extra veintiséis
Último“A mí me gustan los idiotas y Bill no parece un idiota”
Todos los huéspedes de la casa, fueron cruelmente despertados a causa de unos fuertes lamentos, un llanto más debastador que el de una película de terror. Debbie estaba hecha un mar de lágrimas, su vestido, su preciosísimo y carísimo vestido había desaparecido. Débora pensaba que todo el mundo estaba en su contra, invirtió todos sus ahorros en aquél vestido, se suponía que en la fiesta nadie iba a brillar más que ella, pero había desaparecido sin dejar ningún rastro.
—¡NO, NO, NO! ¡Las cosas NO pueden terminar así! ¡Estás siendo muy injusto conmigo!— Expresó Débora
—Antes de buscar culpables tranquilízate. Piensa sensatamente, tu vestido no pudo haber desaparecido del planeta, en algún lugar debe de estar. Si mí chica tomó ese vestido, te puedo asegurar que solo fue un juego de niñas— Justificó el pelinegro “Mmm... ¿Finn? ¿Cómo te explico todo lo que sucedió? ¡Okay! Es muy fácil de comprender: Tu adorable chica fabricó nuevos trapos de cocina con ese vestido... JAJA que súper juego”
—Ahí está el problema Finn, ella ya no es una niña ¡Tu noviecita es una cosa diabólica!— Dijo la rubia
—Debbie cuida tus palabras. Mi Stefany es una rebelde y está loca, eso es correcto. Sé que ella es capaz de hacer cualquier travesura, pero eso no es suficiente para decir que tiene un demonio dentro— Contestó Finn
—Es que tú no lo entiendes. ¡De verdad lo intenté pero es una odiosa! ¡Ella no puede conseguir todo lo que quiere!
—¿Vas a seguir insistiendo con eso? Creo que Chosen tenía razón, todo lo relacionado con tu arrepentimiento solo fue una farsa para quedar bien conmigo
[...]
—No sé de que me estás hablando— Pronunció Stefany. ¿Más indignada? ¡Imposible!... Su carita de: 'Estoy enojada contigo' lo decía todo —¿Por qué tengo que ser la culpable de todas las cosas malas que suceden?
—No te estoy culpando, pero hablemos con honestidad: Aquí no existe alguien que haga más travesuras que tú— Dijo Finn
—¿Disculpa? ¿Ahora me convertí en una infantil?— Fanny se llevó la palma de su mano al pecho
—¡Stefany no quiero más dramas! ¿Sí podrías complacerme en eso, mi pequeña travesura en vida?
[...]
—¿Y...? ¿Ustedes que tanto estaban haciendo el día de ayer?— Preguntó Chosen y en seguida fijó su mirada hacia Sadie, Stefany e Iris. Todos estaban reunidos en la sala, incluyendo a Chosen y Finn.
—¡Ay no! ¿Tú también saldrás con tu cuestionario de psicólogo? ¡Ya me cansé de explicar!— Reprochó Sadie. Stefany por su parte se volvió a recargar en Jeremy.
—¿Por qué no le responden?— Comentó un Caleb bastante risueño —El robo de una motocicleta, no es nada para los angelitos que llevan por dentro— Se encogió de hombros. Él lo estaba haciendo a propósito. Si su travesura se descubría, Caleb y todos los demás chicos también terminarían hundiéndose, pero nunca sería tarde para demostrar que las ideas de Sadie también podían ser erróneas.
—¡Cállate imbécil!— Respondió Stefany exaltada —No nos robamos la motocicleta ¿Okay?... Nadamás la tomamos prestada. ¡Ustedes no nos tienen que estar recordando nuestros errores!
—Ya cálmate mujercita, tan temprano y ya estás expulsando tu veneno tóxico— Mencionó Jeremy
—¿Entonces por qué no responden? ¿Qué tanto hicieron el día de ayer?— Continuó Wyatt, siguiendole la corriente a su amigo, aprovenchando que las chicas no podían hacer más que lanzarles un par de miradas asesinas.